El ecosistema de empresas emergentes de España, formado por más de diez compañías con una media de dos con siete años y entre dos y diez empleados, conforme datos de South Summit y Dealroom, festeja este sábado el Día Mundial del Emprendimiento, marcado por su desarrollo y la tramitación de la ley de «startups».

En específico, a falta de los datos de este dos mil veintidos, el valor del ecosistema de España de emprendimiento se multiplicó por 5 entre dos mil quince y 2021, desde los diez millones hasta los 46.000 millones de euros.

De esta cantidad, quince.000 millones correspondieron a unicornios, o sea, empresas emergentes con una facturación superior a los mil millones, al tiempo que los futuros unicornios aportaron ocho mil millones y el resto del ecosistema emprendedor de España, veinte millones.

Sin embargo, el valor del ecosistema no es lo único que se ha elevado sensiblemente en los últimos tiempos en España, sino asimismo lo ha hecho la inversión.

Según los datos del Observatorio del Ecosistema de Startups de la Fundación Bankinter, en lo que va de dos mil veintidos, la inversión en empresas emergentes españolas ha alcanzado los 1.433,48 millones, tras un primer trimestre en el que se superaron los mil doscientos veintiseis millones, un trece % más que en exactamente el mismo periodo de dos mil veinte.

Unas cifras que apuntan a que durante el dos mil veintidos se podría superar la inversión de 2021, año que se cerró con cuatro mil trescientos millones, prácticamente 4 veces más que el volumen del ejercicio precedente. Es más, a lo largo de lo que llevamos de 2022 ya se ha invertido más que en dos mil veinte, dos mil diecinueve o 2018.

Rondas más grandes

Entre enero y abril de dos mil veintidos se han efectuado 135 operaciones con un valor medio de diez con sesenta y tres millones, en frente de los seis con cincuenta y uno millones en los que se cerraban las operaciones en dos mil dieciocho.

Si se equipara con ese ejercicio, el volumen de inversión ha crecido un 271 %, al tiempo que el número de operaciones lo ha hecho un ciento treinta %, lo que se explica por un esencial tamaño medio de las rondas.

A ello hay que sumar que el ritmo de creación de unicornios podría acelerarse este dos mil veintidos en España, ya que conforme el Top cien Next Unicorns, 9 «startups» españolas podrían lograr pronto esa categoría, lo que supondría prácticamente duplicar la cantidad actual, que cambia entre las doce y quince empresas, conforme los criterios aplicados por los diferentes informes.

Todo en un campo que, en el caso de España, está formado conforme OBS Business School, por personas con una edad media de cuarenta y dos años cuya motivación para emprender es la escasez de empleo, seguida de  la generación de riqueza.

Un ecosistema con una ley en camino

El ecosistema del emprendimiento de España está a la espera de que se dé luz verde a la ley de «startups», cuyo anteproyecto se aprobó en el mes de diciembre de dos mil veintiuno y el Gobierno espera que finalice su tramitación parlamentaria ya antes de fin de año.

El anteproyecto de ley que se ha remitido al Parlamento amplía las deducciones fiscales para los emprendedores y da comodidades a los nómadas digitales, entre otras muchas medidas, con la meta de «atraer talento e inversión», conforme explicó entonces la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y de Transformación Digital, Nadia Calviño.

Esta regla forma uno de los pilares clave de la estrategia España Nación Emprendedora, presentada por el Gobierno en el mes de febrero de dos mil veintiuno y que tiene al Alto Comisionado para España Nación Emprendedora como órgano encargado de su impulso.

Recientemente, este Alto Comisionado puso en marcha su Consejo Asesor, un órgano que tiene como finalidad aconsejar, cooperar y ser el cauce de la participación de la sociedad civil de cara al desarrollo de su estrategia.

José Manuel Gómez Aparicio