Ray Vicente es médico intensivista y ejercita como tal en la UCI del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante. Sin embargo, su perfil no responde al del tradicional facultativo vocacional que vive únicamente por y para la práctica clínica. Porque este ilicitano de treinta y cuatro años tiene el corazón divido entre su amor por la profesión que estudió y otra pasión que concentra una buena parte de su energías e ilusiones: el emprendimiento. “Cuando estaba realizando la residencia detecté una necesidad en mi especialidad que no estaba cubierta y empecé a desarrollar un proyecto. En aquel momento, sin tener muy claro hasta dónde me llevaría”, recuerda.

Ese proyecto hoy se llama ICU Medical Technologies y, por el momento, le ha llevado a ser uno de los representantes de España en la última edición del Santander X Global Award, el premio internacional de emprendimiento universitario cuyo foco se ubica en la innovación.

Para este atípico doctor en Ciencias Médicas y máster de Investigación en Medicina Clínica por la Universidad Miguel Hernández de Elche, existe gran diferencia entre tener una idea y llevarla a la práctica transformada en un proyecto empresarial. “En la carrera de Medicina todo el programa académico está enfocado a la parte clínica y tienes muy pocas posibilidades de participar en proyectos de innovación”. En su caso, ese proceso fue como efectuar una segunda carrera o un MBA.  “Tuve que ampliar mis habilidades dedicando muchas horas a aprender cosas como realizar un plan de viabilidad económica, gestionar personas, solicitar patentes, ocuparme de las cuestiones fiscales…”

La innovación habla el idioma de los emprendedores.
El médico y emprendedor Ray Vicente.

Un proyecto escalable

El resultado de todos esos sacrificios es KronoSafe, un dispositivo de estimulación cardiaca temporal que viene para solventar una vieja problemática de la especialidad de Cardiología. “Sucede que mientras que los dispositivos de estimulación cardiaca definitiva, los clásicos marcapasos, son enormemente seguros y eficaces, no sucede lo mismo con las soluciones que se aplican cuando lo que se necesita es un soporte temporal, por ejemplo, mientras el paciente se recupera de una crisis o espera a una cirugía. Estos dispositivos temporales tienen una tasa de incidencias de en torno al 35%, es decir, uno de cada tres pacientes tiene una complicación. Lo que hemos hecho es diseñar un adaptador que utiliza partes de un marcapasos definitivo en la estimulación temporal”, explica.

El desarrollo no solo reduce las dificultades a menos del cinco%, sino asimismo ofrece ventajas auxiliares tanto para sus receptores para los médicos. Este dispositivo “permite que el paciente reciba esta terapia en su propio domicilio”, ahorrando costos.  El proyecto ha finalizado su fase de diseño y ha alcanzado la optimización para su fabricación. “Si todo va bien, esperamos estar listos para salir al mercado en unos meses”, comenta el CEO y creador de ICU Medical Technologies.

La innovación habla el idioma de los emprendedores.
El dispositivo KronoSave.

Innovación con marchamo emprendedor

De un tiempo a esta parte, la angosta cooperación entre start-ups y grandes empresas está lanzando resultados muy fértiles en concepto de innovación. “Muchas multinacionales tienen plataformas de innovación abiertas, donde es posible compartir información sobre una idea”, apunta Vicente. Si bien, reconoce, en su campo de especialidad no siempre y en toda circunstancia resulta fácil despertar el interés de los primordiales actores. “En el mundo de la estimulación cardiaca el 95% del mercado lo copan cuatro o cinco empresas. Pero son tan grandes que muchas veces sus radares están muy por encima de los proyectos pequeños”.

Los emprendedores aportamos una visión práctica, surgida del trabajo diario y de advertir necesidades reales de los pacientes, una visión que a las grandes multinacionales muy frecuentemente se les escapa
Ray Vicente, ICU Medial Technologies

Sin embargo, insiste este joven médico-emprendedor, de esa simbiosis se favorecen las dos partes. “Los emprendedores aportamos una visión práctica, surgida del trabajo diario y de detectar necesidades reales de los pacientes, una visión que a las grandes multinacionales muchas veces se les escapa”. En contraparte, la carencia de capacitación, recursos o contactos hace que a un emprendedor le cueste sacar adelante esa idea por sí mismo. “Ideas surgen todos los días, pero que sean viables y realistas desde un punto de vista empresarial, eso ya es más difícil”, apunta. El ilicitano aboga por unir fuerzas. “Lo ideal es tener una combinación: alguien de la práctica clínica que tiene una idea y la desarrolla hasta un punto, y una gran empresa que ayuda a escalarla mediante colaboraciones o incluso adquiriendo el proyecto”. 

Formación para fortalecer al emprendimiento

Compaginar la aventura empresarial con la práctica de la medicina no es un camino fácil. Por esa razón, ayudas como las de Banco Santander son muy precisas. Además de la dotación económica que lleva aparejado el premio Santander X Global Award, lo que más valora este joven de su paso por el certamen es la sólida capacitación a la que ha tenido acceso gracias a él. “Los programas formativos sobre gestión empresarial o negociación que nos han impartido instituciones tan prestigiosas como la Universidad de Harvard o la London School of Economics han supuesto un gran salto de calidad para el proyecto, y eso es algo que los inversores valoran mucho”.

La angosta cooperación entre start-ups y grandes empresas está lanzando resultados muy fértiles en concepto de innovación

Sobre su experiencia como emprendedor, Vicente piensa que es un planeta “muy interesante y muy diferente al clínico. Requiere habilidades de negociación y de gestión de recursos, y conlleva mucha responsabilidad, especialmente, la de gestionar las inversiones de otras personas”, apunta.

En la actualidad, aparte de Ray Vicente, asimismo son parte del proyecto el ingeniero Antonio Marín y el especialista en administración y comercialización de proyectos sanitarios italiano Rocco Barone. ¿El futuro? “Espero que en tres años estemos comercializando en Estados Unidos y que tengamos más productos dentro de la empresa. Queremos diseñar sistemas de estimulación cardiaca que aborden todas las necesidades de los pacientes”, asegura.

Y el interrogante del millón: “¿Dejará algún día la práctica de la medicina para dedicarse por completo a su vertiente empresarial? “Me gustaría”, afirma, categórico. Y no le faltan razones. “En la práctica clínica, en el mejor de los casos, puedo contribuir a mejorar la calidad de vida de los 30 pacientes a los que atiendo diariamente. Pero si conseguimos llegar al mercado con KronoSafe, podríamos evitar 370.000 complicaciones y salvar muchas vidas cada año”.

Banco Santander trabaja para mudar el planeta. Así lo ha reconocido la gaceta Fortune, incluyendo a la entidad en la lista ‘Change the World’ dos mil veintitres por su apoyo a la educación, el emprendimiento y la empleabilidad. En los últimos veintisiete años ha invertido más de dos mil doscientos millones de euros con los que se han favorecido más de un millón de personas y empresas.

Los premios a la innovación emprendedora

Banco Santander, mediante Santander X, apoya a quienes administran su negocio y a las pequeñas empresas a crear ocasiones, afianzarse y medrar. Por medio de  Santander X Global Award,  premio internacional de emprendimiento universitario cuyo objetivo es promover la innovación. En su última edición, participaron ochocientos start-ups, de las que solo treinta y seis han accedido a pelear por este distinción representando a sus países y universidades, en dos categorías: Launch, para proyectos de emprendimiento en fase de preparación de su estrategia go-to-market; y Accelerate, para start-ups tecnológicas de alto impacto en fase de aceleración y desarrollo sustentable.

Para llegar hasta estos premios, hay que superar una fase anterior bajo el nombre Santander X Spain Award | Startup de la que salen diez finalistas, de los que solo tres representarán a España en la próxima edición del Santander X Global Award, tras pasar por un proceso de mentorización para presentarte frente al jurado en el acontecimiento final.

José Manuel Gómez Aparicio