Gaspard Hambückers, Alex Boccara y Leonardo Lucianna lideran un emprendimiento que opera restaurants virtuales y crea marcas que comercializan comida mediante las plataformas de domicilios. Recién cerraron una ronda de US dólares americanos3 millones. Los creadores afirmaron a Forbes que en el mes de mayo lanzarán una marca con una reconocida chef colombiana.
Marzo de dos mil veinte. La pandemia de COVID-diecinueve empezaba a ganar espacio en la agenda mediática, mientras que el planeta trataba de comprender de qué modo podría impactar esta situación en la vida diaria. Probablemente, Gaspard Hambückers, Alex Boccara y Leonardo Lucianna aún no imaginaban el enorme impulso que iba a tomar el delivery de comidas y de qué forma el entonces llamado Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) iba motorizar el emprendimiento que terminaban de lanzar.
Kitchenita es una firma fundada en la Argentina, que se ha expandido a Colombia y a Chile y que que se dedica a crear restaurantes virtuales que comercializa mediante la plataformas de delivery, como Rappi, desde cocinas ocultas, o dark kitchens que arrienda para poder operar sus marcas. “Un restaurant virtual es esencialmente como cualquier otro; la diferencia radica en que no tengo local a la calle, sino la única forma de consumirlo es mediante las plataformas de delivery”, comparte en diálogo con Forbes Hambückers, un emprendedor belga natural de Bruselas.
Junto a sus asociados, el francés Alex Boccara y el argentino Leonardo Lucianna, Hambückers apostó por el segmento al apreciar la enorme cantidad de restaurants con capacidad ociosa que había en América Latina (unos 2 millones) y al comprobar que, aun prepandemia, el delivery estaba medrando cien% trimestre a trimestre a nivel del mundo (y la enorme mayoría de los restaurants que vendían por esas plataformas no sabían de ecommerce, trasladando lo mismos procesos de los restaurants offline al planeta on-line). En septiembre de dos mil diecinueve levantaron una primera ronda de capital semilla por US$ 500.000, que cerraron en el mes de diciembre de dos mil diecinueve-enero de dos mil veinte, y Kitchenita empezó a operar en el mes de marzo de dos mil veinte, justo con la llegada de la pandemia.
Kitchenita nace con los datos. Es una compañía de foodtech, que cuenta con un software de desarrollo propio que le deja comprender la composición de la oferta y demanda de cualquier plataforma, en cualquier vertical de comida, en cualquier distrito, con cualquier coste, en cualquier urbe de Latinoamérica. “Voy a estar entendiendo de qué forma se comportan las plataformas, qué género de comida falta por distrito y, en función de eso, crearé una marca, la voy a lanzar al mercado y estaré examinando a lo largo de un mes la performance orgánica de ella, siguiendo KPIs financieros y de ecommerce”, explica Hambückers, COO de Kitchenita.
De pacto a esos resultados, los asociados examinan si conosolidan la marca y, de hacerlo, producen un pacto con algún chef reconodio, de la talla de Fernando Trocca o Juliana López May, para transformarlo en embajador, ayudando a cocrear el término. En esta línea, Kitchenita tiene marcas, por caso, con NotCo o Stella Artois. “El sistema me señala si debo ajustar algo que no está marchando bien, como el coste o un producto que no sale. Y el sistema me señala si hay que matar la marca. No tiene ningún costo reputacional para kitchenita y por eso estamos creando y matando marcas todo el tiempo“, afirma Hambückers.
El modelo de negocio escala mediante franquicias digitales. En este sentido, los asociados apuntan a los restaurants tradicionales con capacidad ociosa, a quienes les plantea sumar una unidad de negocios digital a su estructura, sin necesidad de sumar equipamiento o chefs nuevos. “Esto lo hacemos en la Argentina, tanto en Buenos Aires como en Córdoba; asimismo tenemos operación en Santiago de Chile, en Bogotá, en Colombia y asimismo en Madrid, donde tenemos una franquicia”, comparte Hambückers.
Pero su proyecto de expansión no cierra ahí: Kitchenita acaba de cerrar su segunda ronda de inversión, una pre Series A por US$ tres millones, de la que participaron fondos como FJ Labs, Newtopia, Unpopular VC, Flambeau, Magma Partners, ex CFO de Arcos Dorados, y con la que espera afianzar su operación en la zona. “En abril abriremos Medellín, Ciudad de México y Lima, Perú. La idea es hacer una próxima ronda en quince meses para agredir Estados Unidos y Brasil”, adelanta el emprendedor.
Con 65 colaboradores a nivel regional, la firma facturó US$ 1 millón en dos mil veintiuno y proyecta, de cara a este año, lograr entre US$ cuatro millones y US$ cinco millones. “Nuestros planes de desarrollo y expansión van a estar puestos en el desarrollo de las franquicias digitales, que tenemos ya en Buenos Aires, Córdoba y estamos por lanzar franquicias en Chile y Colombia. Además, se vienen proyectos con otras marcas, como NotCo, AB InBev, PepsiCo, entre otras”, comparte Hambückers.
Los creadores afirmaron a Forbes que en el mes de mayo lanzarán una marca con una reconocida chef colombiana y que en el mes de abril lanzarán una marca “category killer” de choripanes con asociados locales. En Colombia cuentan con un equipo de doce personas en Bogotá y dos cocinas propias operando.
De Europa al fin del mundo
Hambückers se instaló en la Argentina hace 6 años. Había venido por vez primera para participar de un intercambio, entonces acabó sus estudios universitarios en Londres, Inglaterra, y por último retornó a Buenos Aires. Boccara, natural de Francia, llegó al país hace 7 años. Lo hizo por amor. Conoció a su mujer, y hoy madre de su hija, en un viaje por el Sudeste Asiático y llegó a la Argentina sin saber charlar de España.
“Lo más desafiante para nosotros es tratar de comprender la parte económica e impositiva en la Argentina y la dificultad de la burocracia para sacar un proyecto adelante. Alén de eso, tenemos la fortuna de tener el mejor capital humano de la zona. La Argentina tiene un pool de talentos tremendos. Trabajamos con gente de primer nivel. La Argentina es un país que amo prácticamente como a Bélgica”, confiesa Hambückers.
“Lo más interesante del modelo de kitchenita es de qué forma ayudamos a los dos millones de restaurants con capacidad ociosa tradicionales cerca de la zona, en su transformación digital; que seamos la posibilidad y la ocasión para todos esos actores del planeta gastronómico en digitalitzarse, sosteniendo su negocio ya existente sin sumar nuevos equipamientos, en un modelo de franquicias justas. Queremos hacer marcas saludables, el cincuenta% de nuestra facturación es vegana o vegetariana, y deseamos tener un porfolio de más de treinta marcas de acá a fin de año para solventar el tema de la dieta de la gente. Netflix vino a solventar su consumo audiovisual diario; Kitchenita viene a solventar tu consumo de comida diaria con pluralidad de opciones”, concluye.
Monterrey (México), 1990. Estudió una licenciatura en comunicación y comenzó trabajando en medios locales de su ciudad, como periódicos, revistas, estaciones de radio o canales de televisión. Tiene un gran interés por la cultura mexicana, incluyendo la música, la comida y la historia. Es un apasionado de los deportes, especialmente del fútbol.