Kamala Harris ha comenzado a delinear su postura de cara a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, aportando un enfoque económico que se aparta de las propuestas de Joe Biden. En particular, la vicepresidenta se posiciona hacia el centro en cuanto a los impuestos sobre las rentas del capital, reduciendo la cifra del 40% propuesto por Biden al 28% respaldado por el equipo Harris-Waltz.
En un evento en el Estado de New Hampshire, de gran importancia por ser el primer lugar de las primarias presidenciales, Harris ha detallado su plan económico en su posible mandato. Este plan, en contraposición a la propuesta más estricta de Biden para los más adinerados, opta por un aumento de impuestos más moderado.
Una nueva perspectiva económica
La líder demócrata parece descartar la idea de imponer impuestos mucho más altos a los ricos en comparación con la clase media o baja. Mientras Biden planteaba elevar los impuestos hasta el 39.6%, Harris ha establecido un 28%. Actualmente, el impuesto se sitúa en el 23%.
La candidata demócrata se compromete a beneficiar a las pequeñas empresas con nuevas exenciones fiscales, incluyendo un aumento de las deducciones de 5.000 a 50.000 dólares.
Además, se propone un recargo del 3.8% a las rentas más altas, en contraste con la propuesta de Biden de incrementarlo al 5%, con el fin de financiar el programa de salud. No obstante, Harris no se ha pronunciado oficialmente al respecto.
Según el plan de la vicepresidenta, el 99% de los estadounidenses de clase media o con ingresos promedio pagarán la misma tasa de impuestos sobre las ganancias de capital a largo plazo. Aquellos que ganen menos de 100,000 dólares seguirán exentos de impuestos, mientras que aquellos que ganen menos de un millón de dólares tendrán una tasa máxima del 20%. Para aquellos que ganen más de un millón, se aplicará el 28%.
Apoyo a las pequeñas empresas y ‘start-ups’
En el estado de New Hampshire, tradicionalmente demócrata aunque con una situación política actual más ajustada, Harris ha presentado medidas en favor de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y las nuevas empresas o ‘start-ups’.
La candidata demócrata ha mostrado su respaldo a las pequeñas empresas, prometiendo nuevas exenciones fiscales que incluyen elevar las deducciones de 5,000 a 50,000 dólares para apoyar a aquellos que emprenden y necesitan cubrir los costos iniciales.
Harris busca cambiar la percepción de que los demócratas carecen de fortaleza en medidas económicas y no atraen a empresarios y negocios.
Específicamente, Harris aboga por mayores exenciones fiscales, reducción de la burocracia para facilitar la obtención de licencias y mayor apoyo económico para fomentar la expansión de las empresas.
Con estas propuestas, Harris busca desafiar la percepción de que los demócratas no son fuertes en asuntos económicos y no logran atraer a empresarios y negocios. Hasta el momento, parece que incluso el expresidente republicano, Donald Trump (2017-2021), está planteando un nivel de intervencionismo mayor que el propuesto por la demócrata.