El siguiente contenido le ofrece una contestación general y fácil sobre el tema central, sin llegar a ahondar en aspectos complejos o
avanzados, mas que puede asistirle a comprender y conseguir un conocimiento inicial sobre la materia

Cuando una start-up vende productos hechos a mano o un servicio muy determinado, la primera cosa que debe hacer el emprendedor es poner un costo
a su trabajo. Tiene que tener en consideración el tiempo que le dedica, el material que usa, los recursos económicos y personales que debe hacer
frente, los impuestos, y un largo etc.. Al mismo tiempo, debe tener en consideración los costos que tiene la competencia y lo que piensa que el
usuario está presto a abonar. Por lo tanto, establecer una estrategia de pricing es imprescindible a fin de que una start-up tenga éxito. Y es que hay que
ser rentable y aumentar al máximo el valor de la compañía. Aquí se exponen los elementos esenciales para desarrollar una estrategia de pricing eficaz para una
start-up, que tenga presente tanto los costos internos como las demandas del mercado.

Conocer tus costos

Antes de acotar cualquier estrategia de pricing, es vital entender los costos internos de tu start-up. Esto implica examinar los gastos
directos e indirectos asociados con la producción, distribución, marketing y operación del negocio. Identificar los costos fijos y variables dejará
establecer costos que cubran gastos y produzcan ganancias.

Investigar el mercado

Hay que tener en consideración asimismo a la competencia, lo que hace otras empresas del mercado, por eso es imprescindible investigar sobre ellas y el
mercado en el que se mueve esa start-up. Y es que entender a los contendientes, examinar los costos de productos o servicios afines y estudiar las
tendencias del mercado puede dar una idea de de qué forma posicionarse. Es esencial marcar la diferencia y ofrecer un valor único para justificar los costos
y captar los clientes del servicio.

Definir la propuesta de valor

La estrategia de pricing ha de estar alineada con la propuesta de valor de la start-up. Así, el emprendedor va a deber contestar a múltiples preguntas:
qué hace singular a esa start-up y qué beneficios o ventajas ofrece a sus clientes del servicio. Estos elementos determinarán el nivel de costo que se puede cobrar.
Si la start-up se enfoca en ofrecer productos o servicios renovadores y de alta calidad, se pueden justificar costos más altos en comparación con la
competencia.

Considerar la elasticidad de la demanda

La elasticidad de la demanda se refiere a la sensibilidad de los clientes del servicio ante cambios en los costos. Para una start-up, es esencial valorar la
elasticidad de la demanda de sus productos o servicios. Si los clientes del servicio son sensibles a los costos y hay muchas opciones alternativas en el mercado, es
posible que se deba establecer costos más competitivos. Por otro lado, si una start-up ofrece productos o servicios únicos con poca competencia
directa, se puede tener más flexibilidad para fijar costos más altos.

Utilizar estrategias de fijación de precios

Existen múltiples estrategias de pricing que se pueden estimar para una start-up. Algunas de ellas incluyen:

  • Precio basado en costos: añadir un margen a tus costos para determinar el costo de venta.
  • Precio basado en el valor percibido: establecer costos dependiendo del valor que los clientes del servicio perciben en los productos o servicios.
  • Precio de penetración: establecer costos bajos para ingresar velozmente al mercado y ganar cuota de mercado.
  • Precio de descremado: establecer costos altos al comienzo para aprovechar la demanda de clientes del servicio prestos a abonar más por la novedad o
    exclusividad.
  • Precio dinámico: ajustar los costos conforme la demanda, la disponibilidad o la segmentación del mercado.

Monitorear y ajustar

Cuando ya se han establecido los costos, es esencial monitorear su desempeño y efectuar ajustes conforme sea preciso. Por eso, hay que observar
las métricas de ventas, la rentabilidad y la satisfacción del usuario para valorar si los costos son efectivos. Si es preciso, va a haber que ajustar los
costos para prosperar la rentabilidad o satisfacer las demandas alterables del mercado.

Considerar estrategias de costos complementarias

Los emprendedores van a deber asimismo incorporar estrategias de costos complementarias, que incluyen la venta de bultos o bundles, ofrecer
descuentos por volumen o promociones singulares. Estas tácticas pueden asistir a acrecentar las ventas, fidelizar a los clientes del servicio y aumentar al máximo los
ingresos.

Evaluar el ciclo vital del producto

Hay que tener en consideración que el pricing no ha de ser estático, sino debe ajustarse a lo largo del ciclo vital del producto o servicio.
Durante la etapa de introducción, posiblemente se deban establecer costos más bajos para captar los primeros clientes del servicio. Conforme la start-up
medra y se afianza en el mercado, se van a poder estimar incrementos de costos gradualmente.

Aprender de los clientes del servicio y experimentar

La retroalimentación de los clientes del servicio es valiosa para ajustar la estrategia de pricing. Así que es interesante efectuar encuestas, entrevistas y
análisis de datos para entender de qué forma se perciben los costos y si estiman que reiben un buen valor. Además, el emprendedor no debe tener
temor a probar con diferentes enfoques de pricing para localizar el que mejor se adapte a tu start-up.

Los costos de un producto o servicio son una parte esencial de una start-up. Si están bajísimos, el emprendedor es posible que no saque la
rentabilidad que espera. Si están altísimos, no va a ser tan simple lograr clientes del servicio, a no ser que lo que se ofrezca sea único e inigualable. Por tanto,
establecer los costos es una parte esencial en el desarrollo de una start-up en la que hay que tener en consideración muchos factores.