Nos movemos en un ambiente empresarial muy competitivo, por lo que establecer una sólida identidad de marca es vital para el éxito. Un
componente clave de la identidad de marca es la creación de una personalidad corporativa, un carácter y una personalidad propios que distinguen a
tu empresa.
Al crear esmeradamente una personalidad corporativa, las compañías pueden establecer conexiones profundas con su público objetivo y de qué forma no, con
sus buyer personas, promoviendo la fidelidad a la marca y en último término, mejorar en el mercado. Exploremos la relevancia de crear una
personalidad corporativa (Company Persona) y brindemos ideas sobre de qué forma desarrollar una que retumbe con tus clientes del servicio y fortalezca tu marca.
Comenzamos por delimitar la personalidad de nuestra marca, paso esencial. Debemos hacernos preguntas como ¿Cuáles son las opiniones y principios
esenciales que impulsan nuestro negocio? ¿Cuál es nuestro propósito? ¿Tenemos una marca renovadora, fiable o centrada en el usuario? ¿De qué manera
deseamos que nos vean y charlen de nosotros nuestros clientes del servicio? Al contestar estas preguntas, podemos moldear la personalidad de nuestra marca y sentar
las bases para la personalidad corporativa de nuestra empresa. Sentaremos las bases sobre de qué forma deseamos comunicar y relacionarnos con nuestro
mercado.
Por otro lado, debemos entender quién es nuestro público objetivo. Una personalidad corporativa triunfante se fundamenta en un profundo comprensión de
su público objetivo. Es esencial efectuar una investigación pormenorizada para conseguir información sobre las peculiaridades demográficas, psicográficas
y sus comportamientos.
Una vez que tenemos clara la personalidad de nuestra marca y la de nuestro público objetivo, llega el instante de delimitar los atributos clave que
reflejan el carácter de nuestra marca. ¿Tenemos una marca compleja o déspota? ¿Somos afables, próximos? ¿Qué peculiaridades nos identifican?
Debemos escoger los adjetivos que atrapen la esencia de nuestra parca y que asimismo retumben con nuestra audiencia.
Después, deberíamos delimitar a nuestros buyer persona, ya que el público objetivo nos da una visión más genérica y creando los buyer persona,
podemos conocer mejor a quienes más encajan con nuestro perfil de usuario y podemos tener una comunicación considerablemente más directa y fluida,
comunicando del modo en el que se sienten más a gusto. Es esencial conocer sus deseos, puntos de dolor, forma de comunicar y
aspiraciones.
Al descubrir estas ideas, podemos alinear la personalidad corporativa de nuestra empresa, con las necesidades y preferencias de nuestro buyer
persona, creando así una conexión auténtica y significativa. Este paso hay que efectuarlo entrevistando a nuestros posibles clientes del servicio, ya que en muchas ocasiones
la idea u opinión que tenemos sobre ellos y sus comportamientos no coincide con la realidad.
A continuación, llega el instante de desarrollar una voz de marca que se alinee con la personalidad de nuestra empresa ¿Es conversacional,
profesional o especial? Tu voz de marca ha de ser consistente en todos y cada uno de los canales de comunicación, ya sea tu sitio, redes sociales, presentaciones
comerciales o atención al usuario. Esta consistencia fortalecerá la identidad de tu marca y va a mejorar el reconocimiento.
Además, debemos estimar los elementos visuales que encarnen la personalidad corporativa de nuestra empresa; los colores, la tipografía y
las imágenes, pueden evocar emociones concretas y fortalecer aún más la identidad de marca. Elige visuales que se alineen con tu personalidad y crea un
lenguaje visual congruente con todos tus materiales de branding. Si por servirnos de un ejemplo tu personalidad es alegre, próxima y afable, no te presentes hablando
de y vistiendo un traje de chaqueta gris con corbata, sino más bien hablando de forma más próxima y afable, con colores que transmitan una personalidad
considerablemente más próxima.
Una vez tenemos todo lo precedente definido, llega el instante de incorporar la personalidad corporativa en todos y cada uno de los aspectos de nuestra empresa.
Es esencial formar e implicar a todos y cada uno de los empleados a fin de que adopten y encarnen la personalidad corporativa, asegurándonos de que reflejen en el
comportamiento, comunicación e interactúes con los clientes del servicio, la congruencia que es la clave para edificar una marca identificable y fiable.
Tenemos que aplicar nuestra personalidad corporativa a las estrategias y campañas de marketing, ajustando los mensajes, contenido e imágenes para
que se alineen con nuestra personalidad y retumben con nuestro buyer persona. Utilizamos nuestra personalidad como marco de referencia para la toma de
resoluciones, asegurándonos de que cada acción e iniciativa refleje la identidad central de nuestra marca.
Por supuesto una personalidad corporativa no es estática, debe evolucionar y amoldarse conforme nuestro negocio vaya medrando y cambien las
activas del mercado. La esencia debe continuar, mas hay aspectos que van evolucionando y es bueno ir adaptándonos e implementándolos. Debemos
valorar regularmente el desempeño de nuestra marca y recoger el retroalimentación de nuestros clientes del servicio. Hay que estar al loro asimismo a las tendencias de la
industria y a las preferencias emergentes de los usuarios. Ser flexibles nos dejará refinar y progresar nuestra personalidad corporativa con el
tiempo, asegurándonos que es relevante y eficaz.
En el ambiente empresarial enormemente competitivo en el que nos movemos, una sólida identidad de marca es un activo poderoso.
Crear una personalidad corporativa deja a las compañías establecer una marca única y recordable, conectarse con su público objetivo a un nivel más
profundo y guiar la toma de resoluciones en todas y cada una de las facetas de la organización. Al invertir en el desarrollo e implementación de una personalidad
corporativa bien desarrollada, las compañías pueden desatar todo el potencial de su marca y mejorar en un mercado sobresaturado.
Esto ayuda asimismo en todas y cada una de las áreas del negocio, aun para la selección de personal; las personas saben quiénes somos y de qué forma nos
comportamos, los que se aproximan a nosotros van a estar más alineados que si no pueden entender nuestros valores y forma de ser y actuar.
Recuerda, una personalidad corporativa es más que una herramienta de marketing, es la encarnación de la identidad y los valores de tu marca,
sirviendo como guía para las acciones e interactúes de vuestra empresa, y allanando el camino cara el éxito en un largo plazo en el siempre y en toda circunstancia variable
panorama empresarial.