Denniston es una compañía soñadora de arquitectos, planificadores, paisajistas y diseñadores de interiores que está tras ciertos hoteles y complejos turísticos más simbólicos de todo el planeta, como Aman Nueva York, Jumeirah Bali, Four Seasons Bangkok, Capella Sanya, Cheval Blanc Randheli, The Setai Miami, One&Only Portonovi y The Chedi Andermatt. Me siento con el creador y directivo, Jean-Michel Gathy, para charlar de la creación de su empresa, de su entrada en el planeta del diseño de hostelería y de de qué forma aborda el diseño de un hotel, comenzando primero por la habitación ya antes de trabajar cara la testera.
PREGUNTA. Hábleme de sus antecedentes y de la creación de su empresa de arquitectura y diseño de interiores.
RESPUESTA. Nací en mil novecientos cincuenta y cinco en Bruselas y me licencié en mil novecientos setenta y ocho. Estudié arquitectura y planificación medioambiental. Después trabajé un par de años y 9 meses en Bélgica en el estudio de arquitectura de la universidad. En mil novecientos ochenta y uno me fui a Asia, a Hong Kong. Cuando trabajaba en el estudio de arquitectura de la universidad con un espíritu de cooperación internacional entre universidades, la universidad de Bélgica asistió a desarrollar una universidad en Indonesia. Trabajé en ese proyecto, por lo que me mandaron a Indonesia para una visita sobre el terreno. Cuando llegué allá, me agradó tanto que decidí vivir en Asia.
Al mismo tiempo, mi ex mujer deseaba hacer una carrera en chino mandarín, así que cuando llegamos a Hong Kong en mil novecientos ochenta y uno, me fui a trabajar a una investigación de arquitectura y urbanismo a lo largo de diez meses y mi mujer estudió en la Universidad de Hong Kong. Luego viajamos un tanto por Asia, y por último fundé mi empresa, Denniston, en mil novecientos ochenta y tres. Hicimos cientos y cientos de tiendas y oficinas, sedes de bancos en Hong Kong. Tengo mi sede en Kuala Lumpur pues decidí que el sitio más agradable para mi negocio era este. Me agradó la gente, el idioma, la localización y el país, así que escogí Malasia.
P. ¿De qué forma pasó de las boutiques y los bancos al diseño de hoteles de gran lujo?
R. En los años ochenta, me encargaron la renovación del Hotel Excelsior de Hong Kong, que por último no prosiguió adelante, mas la puerta estaba abierta para mí. El directivo general en aquel instante era un tipo llamado Hans Jenni, que se transformó en el presidente de GHM Hotels. Cuando le hice la propuesta, le agradé mucho, así que me solicitó que diseñase otro hotel, que fue la renovación de un hotel en Pekín en mil novecientos ochenta y nueve. Le agradó lo que vio y me solicitó que diseñase un proyecto en las Maldivas, arquitectura, interior y paisaje.
Hans Jenni mostró mi proyecto a Adrian Zecha, el jefe de Aman Resorts, a quien le encantó. Me llamó y me dijo: «Jean-Michel, deseo trabajar contigo. Me encanta lo que has desarrollado. Diseñas como a mí me agrada. Quiero que seas mi arquitecto». Así que Adrian me solicitó que diseñase el Aman Resorts de Indonesia llamado Amanwana. Ese fue mi primer proyecto completo de arquitectura, interiorismo y paisajismo que se edificó. Y eso fue en mil novecientos ochenta y nueve. Antes de eso, había desarrollado hoteles que no llegaron a construirse. Desde entonces, Adrian Zecha me dio otras muchas ocasiones y así diseñé múltiples Aman Resorts.
Obviamente, eso me abrió muchas puertas debido a la influencia de los Aman Resorts en el mundo entero. Me favorecí de la exposición y, desde mil novecientos noventa y seis, he trabajado con muchos: One & Only, Four Seasons, St. Regis, todas y cada una de las grandes compañías hoteleras de 5 estrellas de primera clase. Ahora, lógicamente, somos los arquitectos de Louis Vuitton, Armani, todos y cada uno de los conocidos. Conseguimos todos y cada uno de los trabajos interesantes. Somos un tanto los pequeños mimados de la industria hotelera. Siempre que alguien desea arrancar un hotel de primera clase, se pone en contacto con nosotros. No siempre y en toda circunstancia lo admitimos pues en ocasiones estamos demasiado ocupados.
P. De qué forma es su larga relación de trabajo con Aman Resorts.
R. La arquitectura debe ver con la emoción. Hay dos géneros de arquitectos. Tienes lo que llamo los arquitectos técnicos –un tipo al que le agradan los detalles de construcción, los códigos, las normativas, los aspectos teóricos de la arquitectura– y ese no soy . Esa es la gente que diseña edificios altos en la urbe. Y después están los arquitectos de diseño, los que son creativos, los que diseñan el producto pues les agrada la parte creativa, y soy uno de esos tipos. Así que para mí, la inventiva es emoción.
Aman Resorts coincide precisamente con lo que busco. Quiero cosas que me den la ocasión de articular la arquitectura, el interior, el paisaje. Quiero inventiva de forma holística. No prosigo los códigos y reglamentos y maximizo la eficiencia. No es mi estilo. Los proyectos de Aman Resorts me dan la ocasión de ser mismo. Me agrada su aspecto creativo. Me agrada el hecho de que el Sr. Zecha estuviese muy abierto a un enfoque de diseño. Le agrada el diseño y le agradan los arquitectos. Con Adrian Zecha hay discute, al tiempo que con muchos promotores no hay discute, solo desean números. Yo no soy contable; soy diseñador, soy artista. Soy más una persona de tipo sensible y romántico que una persona técnica.
P. Hábleme de su proceso creativo toda vez que se encara a un nuevo proyecto arquitectónico. ¿De qué forma comienza y con qué aspecto empieza?
R. Cuando diseño un hotel, primero diseño la habitación. No diseño el hotel, no diseño el volumen, no decido el número de plantas. Decido la anchura de la habitación, el tamaño de la cuadrícula, la predisposición estratégica de la habitación, si pongo el baño delante o detrás, si tengo grandes ventanas, si tengo muchas ventanas, si enfatizo la verticalidad o la horizontalidad. Tomo resoluciones estratégicas. Mi habitación se sentirá así. Entonces, cuando he elaborado mi habitación, acabo teniendo esencialmente una cuadrícula. A eso lo llamamos cuadrícula, un bloque de habitaciones.
Luego lo multiplicamos y eso se transforma en la testera. Entonces, cuando eso está terminado, sabemos que nuestra cama está bien en comparación con la ventana, que nuestro baño tiene luz natural si la queremos, que el confort de la habitación va a ser satisfactorio, va a tener la altura de techo conveniente. Así que determinamos primero la unidad; diseñamos de dentro a fuera. Entonces, cuando eso está terminado, sabemos que nuestro hotel va a ser agradable para las habitaciones. Luego debemos solucionar las circulaciones verticales y las zonas públicas. Es como en todos y cada uno de los negocios. Si conoces el negocio, sabes de qué forma hacerlo. Luego hay que trabajar la parte posterior de la casa. Cuando todo está terminado, hay que hacer que la testera tenga buen aspecto. Muchos arquitectos diseñan una bonita testera, mas no saben de qué forma marcha por la parte interior.
No comprenden el servicio de habitaciones. Cuando está en su habitación, se levanta por la mañana y llama al servicio de habitaciones, no olvide que no es el único que ha llamado al servicio de habitaciones. En exactamente el mismo minuto, el cuarenta % de los huéspedes toman el desayuno en su habitación, así que si tiene un hotel de trescientos habitaciones, tiene ciento ochenta habitaciones a las que se les está sirviendo el desayuno en su habitación. Cada una de ellas debe tener su café caliente, sus huevos bien cocinados y las torradas bien torradas. ¿De qué forma puede una cocina servir eso? ¿De qué forma puede el elevador hacer en frente de eso? Pues ese es el secreto del diseño de un hotel. Esta es, lógicamente, la especialidad de mi vida. Es como en un aeropuerto. Usted sale del aeroplano, su equipaje llega donde le afirmaron que llegaría. No es por casualidad. Es pues alguien se ha ocupado de los detalles. Pero muchos arquitectos, si no son especialistas en hoteles, van a tener muchos inconvenientes de flujo o de circulación vertical. Así que cuando se hace arquitectura, interiores y paisaje, realmente se soluciona todo desde dentro primero, y cuando todo marcha desde dentro, se hace la decoración de la testera.
P. ¿De qué forma mejora el resultado final trabajar al tiempo en la arquitectura y el diseño de interiores?
R. Esencialmente, un arquitecto técnico diseña un edificio, un interiorista diseña un interior y un paisajista diseña el jardín. Ahora bien, si pone estas 3 habilidades juntas, podrían estar plenamente desconectadas en concepto de conexión. Por ejemplo, le solicito a Giorgio Armani que diseñe una camisa para , le solicito a Dolce & Gabbana que diseñe una falda para y le solicito a Missoni que diseñe unos zapatos para . Los 3 son fabulosos, mas juntos podría parecer una persona de aspecto extraño pues habrían hecho algo fabuloso, mas sencillamente no combinan entre sí. En la arquitectura ocurre lo mismo. Un arquitecto técnico puede ser buenísimo, mas si el diseñador de interiores no encaja en exactamente el mismo tema, va a parecer extraño.
Somos una de las primeras empresas de diseño que esencialmente empezó la tendencia de hacer arquitectura, interiores y paisajismo pues pensamos que para el campo de la hostelería, este proceso de diseño sin grietas es el que mejor sirve a la pretensión o propósito de un hotel. Cuando se diseña un hotel, es un hogar lejos del hogar. Uno desea sentirse cómodo, mas jamás se pregunta por qué es agradable. Ya sea el aire acondicionado, la iluminación o la calidad del jergón lo que resulta agradable, ya sea la bienvenida que te han dado en la recepción, el espacio cuando entras en el vestíbulo, el tipo que te abre la puerta, el elevador.
Miras fuera y ves un enorme jardín y una piscina, y piensas: «Vaya, me agrada el sitio». Luego, al día después, vas al restaurant o al spa. Te agrada el sitio, mas no sabes por qué. Es pues el arquitecto técnico del hotel abordó todos y cada uno de los componentes de lo que satisface sus sentimientos, sus emociones, sus sensaciones. El estruendos es esencial, el control de la iluminación, el apartado, todo es esencial, así que cuando haces arquitectura, interiores y paisaje, realmente abordas todos estos componentes de forma sinérgica. No afirmas que te detienes acá, que ya lo vas a ver más adelante a fin de que lo haga otro.
San Salvador (El Salvador), 1997. Desde pequeña ha sentido una gran pasión por la escritura y la investigación, lo que la llevó a especializarse en reportajes de impacto social. En su tiempo libre, disfruta de la lectura de novelas históricas y de misterio, y también es una gran amante de la música, especialmente del rock latinoamericano. Además, es una ávida viajera, y ha tenido la oportunidad de visitar algunos países de América Latina y Europa para conocer diferentes culturas y enriquecer su visión del mundo.