A Kevin Ryan lo llaman “el padrino” del campo tecnológico de Nueva York. Hace una parte del distinguido conjunto de gente que tiene peso en el Este de Estados Unidos de un tema que se concentra en el Oeste.
Colectivamente, las compañías del portafolio de Alleycorp, la firma de inversión que fondea con recursos propios, ha colectado más de US$ 2.000 millones en capital de riesgo y emplean a miles de personas. Él mismo cofundó empresas como MongoDB (sistema de base de datos), Business Insider (medio de comunicación digital pionero), Gilt Groupe (sitio de compras en línea), Zola (plataforma de bodas) y Nomad Health (plataforma para conectar con médicos).
“La mejor compañía que he comenzado es MongoDB”, dice Ryan en entrevista exclusiva con Forbes durante una reciente visita a Colombia. “También ha sido mi mejor inversión, porque ahora la compañía vale US$ 15.000 millones, entonces eso es bastante bueno”.
Y sostiene que su mejor inversión de una empresa que no haya empezado está en América Latina. Fue uno de los primeros inversionistas de Ualá, la fintech Argentina en gestión de servicios financieros, que opera también en Colombia y México y fundada por Pierpaolo Barbieri.
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Es ese uno de los motivos por los que creó Alleycorp Sur, el área de su firma que se enfocará en América Latina. Pudo haber llevado la sede a Brasil, a México o a Argentina, países en los que se concentra la industria del capital de peligro en la región, pero decidió escoger Colombia.
“Aquí hay un talento de ingeniería realmente bueno y esa es la base de la industria tecnológica”, comenta Ryan. “Necesitas gente que se capacite en informática para construir cosas y es un mercado menos competitivo para acceder al talento. Sentí que Colombia tenía bastante estabilidad política, un buen lugar para hacer negocios y gente talentosa. Si empezamos algo aquí, podremos salir a vender en otros países”.
Alleycorp invierte cerca de US$ 100 millones al año, no solo en compañías externas, sino también en ideas propias, lo cual encuentran muy complementario.
“Miramos cuál es la idea y el mercado para ir y qué tan bueno es el equipo”, anota Ryan. “Siempre vas a tener competidores, si no tienes un equipo realmente bueno, alguien hará un mejor trabajo. Mira quién es la tercera plataforma más importante de viajes compartidos en Estados Unidos, ni siquiera puedes nombrarla. Tienes a Uber de número uno y Lyft de número dos. Luego no hay nada más”.
Mientras que en Estados Unidos ve una mejor formación en ciencias fundamentales, en América Latina observa que todavía hay espacio para el comercio electrónico, para el software como servicio y el software empresarial para muchas industrias. De las tendencias del momento, también tiene una opinión.
“Soy extremadamente optimista sobre la inteligencia artificial”, afirma Ryan. “No soy optimista con las criptomonedas o el Bitcoin. Así que solo depende del sector en el que estés pensando. Soy muy optimista con los semiconductores y soy muy optimista con la atención médica. Soy muy optimista con la robótica y la automatización y por eso estamos en algo más fácil. Soy muy optimista con la tecnología alimentaria, que no es una especialización nuestra, pero es un espacio muy bueno porque veo avances científicos fundamentales en la mayoría de estas áreas y eso es lo que impulsa a las nuevas empresas”.
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Del mercado bajista, que ha sido el origen de olas de despidos en las compañías tecnológicas –desde las más pequeñas hasta las más grandes– y de la ralentización de las inversiones de capital de riesgo, apunta que no hay un verdadero mercado bajista: “Aún con las reducciones, 2022 es uno de los mejores años de todos los tiempos en inversiones de capital de riesgo. Eso no es un mercado bajista. Es posible que estemos en un mercado bajista en algún momento. Nosotros tuvimos 10 empresas que recaudaron dinero en la segunda mitad del año pasado. Eso no es un mercado bajista”.
Resalta que aún con los cientos de miles y miles de despidos que han ocurrido en el sector tecnológico, la tasa de desempleo en Estados Unidos llegó a 3,4% en enero, lo que no estima que sea un síntoma para una recesión. Se resiste a temerle al descalabro y en la mitad de todo muestra optimismo.
“Comencé varias empresas que dos años después tuvimos que cerrar. La semana pasada cerré una con la que perdí tres millones de dólares. Eso acaba de suceder, es parte de lo que hacemos. Serán fracasos”, específica Ryan. “Los cambios que veas en cualquier industria vienen de startups que luego se convierten en compañías más grandes lo que hace al mundo un mejor lugar. La aplicación móvil de citas, la que facilita que puedas comprar en línea o la que te hace más fácil viajar, todo eso proviene de startups”.
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San Salvador (El Salvador), 1997. Desde pequeña ha sentido una gran pasión por la escritura y la investigación, lo que la llevó a especializarse en reportajes de impacto social. En su tiempo libre, disfruta de la lectura de novelas históricas y de misterio, y también es una gran amante de la música, especialmente del rock latinoamericano. Además, es una ávida viajera, y ha tenido la oportunidad de visitar algunos países de América Latina y Europa para conocer diferentes culturas y enriquecer su visión del mundo.