Los analistas la consideran la campaña más sucia de la historia. Descalificaciones, insultos, burlas, han sido los protagonistas en los diferentes agrios debates entre los dos candidatos: Hilary Clinton y Donald Trump. Pero, ¿qué proponían cada uno de ellos de ellos en sus programas? ¿Qué mensajes nos llegan y cuáles no? ¿Dónde queda la política de uno de los países más desarrollados del planeta?
De lo que más se ha hablado durante estos meses de campaña ha sido de los tropiezos de los aspirantes. Donald Trump, acusado de abusos sexuales, considerado un sexista, xenófobo, homófobo y múltiples títulos más, a su vez, supo emplear las flaquezas de su contendiente Hilary Clinton, los emails que el FBI le descubrió a esta, los que se suman a más de treinta cero que la ex secretaria de estado eliminó antes de comenzar la investigación.
Ambos están más pendientes de caricaturar o agraviar al otro que de educar sus puntos fuertes, probar porqué deben llegar a la Casa Blanca. ‘Es más un espectáculo, una pelea entre los candidatos que un discurso de política’, Nora, corresponsal y ciudadana estadounidense. Los medios nos centramos más en contar la anécdota que lo sustancial del tema. ‘Estoy harta, no puedo escuchar más. Casi todo el mundo está harto. La campaña siempre está ahí, es algo que nunca se puede olvidar’, concluye la americana.
El análisis de la comunicación en las elecciones americanas en el podcast Spainmedia Lab, de Spainmedia Radio, con Rubén Rodríguez, asociado de Mas Consulting y la corresponsal en Estados Unidos, Nora.
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