Las ventas de las diez mayores empresas de armamento de Estados Unidos y Europa han crecido un siete con cinco% en el último trimestre del dos mil veintidos, tal como resalta El País tras algo más de un año de guerra entre Rusia y Ucrania.

Si examinamos las ventas de las primordiales empresas armamentísticas, verificamos, por poner un ejemplo, que Lockheed Martin (EE UU) ha aumentado sus ventas un siete con tres% en el cuarto trimestre del dos mil veintidos en comparación con los datos de dos mil veintiuno. Raytheon Technologies (EE UU) ha pasado de sesenta y cuatrocientos setenta y ocho millones de euros en ventas en dos mil veintiuno a sesenta y tres y cuarenta millones de euros en dos mil veintidos, una alteración del cuatro con dos%, siendo del seis con uno% en el cuarto trimestre del dos mil veintidos.

Boeing (EE UU), ha experimentado un desarrollo prácticamente equiparable a Airbus (Alemania, Francia y España) en el último trimestre del dos mil veintidos, llegando al treinta y cinco% superior respecto a exactamente las mismas datas del año anterior; unos datos que llegan al veintiuno% si charlamos de Airbus.

El futuro de estas y muchas otras empresas es halagador. El País resalta que Ucrania consume más de cuatrocientos proyectiles de artillería mensuales, por lo que las factorías occidentales «no dan abasto».

La Bolsa, asimismo de récords

El año pasado, la cotización de las compañías armamento ha alcanzado cotas (prácticamente) jamás vistas en Bolsa. Algo que se comprende por las ventajas alcanzados de forma directa de la guerra de Ucrania. El País examina que la estadounidense Raytheon ha suministrado a Kiev misiles por un valor de seiscientos veinticuatro millones de dólares americanos y Nasas por 668.

Y no solo eso. La británica BAE Systems ha recibido encargos suplementarios de cien automóviles blindados. Y el Gobierno de España tiene encima de la mesa una oferta de Rheinmetall (Alemania) para quedarse con Expal, primordial fabricante nacional de munición y que proveyó a Ucrania proyectiles por un valor de prácticamente ciento veinte millones de euros.

Cumplido un año de la invasión de Ucrania, el negocio de la industria militar está más en alza que jamás.