En una entrevista de trabajo, el seleccionador dispone de poco tiempo para hacerse una idea de de qué forma es la persona que tiene enfrente, a la que termina de conocer. Por eso es tan relevante dedicar unos minutos a meditar con qué atuendo presentarse y componer una imagen ganadora con la que sentirse segura. Si frecuentemente se usa reloj, es preferible no olvidarse de él. En el caso contrario, quizá no sea el mejor día para estrenar uno. Conviene desechar todo cuanto provoque extrañeza o incomodidad.
¿Reloj sí? Entonces hay que escoger bien cuál se lucirá, en dependencia del ámbito profesional y del género de empresa en el que una desee emplearse: un bufete de abogados tradicional, una start-up tecnológica… Como indumentaria, se acostumbra a decantarse por el traje, especialmente si se trata de un trabajo de oficina. Es homónimo de profesionalidad y aporta cierta sensación de poder. Portar un buen reloj puede llenar esa idea, mandando un mensaje de puntualidad y de destreza.
Qué duda cabe de que en la sociedad hiperconectada en la que vivimos no es preciso llevar un reloj mecánico que marque las horas. Para eso ya está el móvil. Pero es un accesorio que aporta elegancia, y afirma mucho de quien lo lleva. En cualquier caso, no va a estar jamás de más vestirse con uno, puesto que suma más que resta.
Para una entrevista de trabajo, los especialistas en moda acostumbran a aconsejar recurrir a looks fáciles y limpios y eludir elementos atractivos, para no distraer la atención del interlocutor. Así que es bastante difícil fallar con un reloj tradicional de 3 agujas y correa de cuero, ya que los de aspecto deportivo con correa de lona pueden pecar de informales. Los siguientes modelos contribuirán al éxito, si quizás para llegar a tiempo a la entrevista:
Classic Fusion Original Black Magic, de Hublot
Nada como el negro para trasmitir seriedad y sobriedad. Si es demasiada formalidad, va a depender del género de empresa y del puesto escogidos. También es el tono de la elegancia, que se fortalece en el caso de este reloj con caja pulimentada con acabado satinado. Es el tradicional de Hublot, el que situó a la marca en el mapa en los ochenta. Ahora lanza una reedición del original en múltiples materiales y con 3 tamaños: de treinta y tres mm con movimiento de cuarzo y de treinta y ocho y cuarenta y dos mm con calibre automático.
Año: dos mil veintitres
Movimiento: cuarzo o automático
Funciones: horas, minutos, segundos y data
Caja: porcelana negra; treinta y tres, treinta y ocho o cuarenta y dos mm de diámetro; bisel con 6 tornillos de titanio
Esfera: negra pulimentada lacada
Correa: caucho negro liso; hebilla desplegable de titanio
Precio: entre siete mil seiscientos y diez y cuatrocientos €
Tank Française, de Cartier
Como afirmábamos, frente a la duda, discreción. Y eso se logra con un icono del estilo al Tank Française en un tamaño pequeño o mediano. Aporta seguridad, pues te sabes con un caballo ganador en la muñeca, y se luce con todo género de estilismos, da lo mismo lo que te pongas. Este año, Cartier ha relanzado la pieza con algún toque allá y allí para traerlo a la actualidad. Por supuesto, sostiene sus conocidas agujas de acero azulado en forma de espada.
Año: dos mil veintitres
Movimiento: cuarzo
Funciones: horas y minutos
Caja: acero; tamaño pequeño (veinticinco con siete x veintiuno con dos mm)
Esfera: plateada con efecto rayos de sol
Correa: brazalete de acero
Precio: tres mil ochocientos €
PRX treinta y cinco mm, de Tissot
¿Quieres un suave toque de color? Este puede ser tu reloj. El PRX de Tissot, que pertenece al conjunto relojero Swatch, es mesurado (treinta y cinco mm de diámetro) y delgadísimo, por lo que ocurre prácticamente inadvertido. Sobre todo en este tono azul claro. También lo hallas con esfera, caja y brazalete dorados, y con dial plateado, azul más obscuro o verde. Su toque retro y su costo lo hacen irreprimible.
Año: dos mil veintidos
Movimiento: cuarzo
Funciones: horas, minutos, segundos y data
Caja: acero; treinta y cinco mm de diámetro; hermeticidad: cien m
Esfera: azul claro; agujas e índices con material luminiscente
Correa: brazalete integrado reemplazable
Precio: trescientos setenta y cinco €
Defy Revival A3691, de Zenith
De pacto, no es lo más reservado que existe. Pero, si te preguntarán por algo personal, que sea por tu reloj. Este de Zenith puede captar la atención del entrevistador (y dejarle asombrado si es apasionado a los relojes) y provocar el comienzo de una charla que se distancie de lo formal, pues no todo va a ser separar el currículo. Reproduce fielmente un Defy de mil novecientos setenta y uno, temporada en la que la casa inyectó color a los diales de esta compilación. Es original lo mires por donde lo mires, con su caja octogonal y el bisel de catorce lados, su pulsera característica y su esfera rubí.
Año: dos mil veintitres
Movimiento: automático; cincuenta horas de reserva de marcha aprox.
Funciones: horas, minutos, segundos y data
Caja: acero; treinta y siete mm de diámetro
Esfera: rubí degradado
Correa: brazalete de acero
Precio: siete mil quinientos €
Day-Date treinta y seis, de Rolex
Ojo con los Rolex pues son muy identificables y marcan estatus. Pueden vocear a los 4 vientos «he llegado», y quizá no se quiere trasmitir esa idea. Claro que basta un Day-Date, asimismo llamado el reloj de los presidentes (lo han lucido muchos presidentes de Estados Unidos), para no precisar considerablemente más ornamentos. Es invencible en el momento de generar una sensación de poder instantánea en quien lo luce.
Año: N.D.
Movimiento: automático; setenta horas de reserva de marcha aprox.
Funciones: horas, minutos, segundos, día de la semana y data
Caja: oro; treinta y seis mm de diámetro; bisel estriado; hermeticidad: cien m
Esfera: blanca
Correa: brazalete President de oro
Precio: treinta y cinco.000 €
Rosario (Argentina), 1995. Graduada en la Universidad de Buenos Aires, donde estudió Comunicación Social y se especializó en periodismo económico. Actualmente trabaja en como editora de finanzas y negocios, cubriendo noticias y tendencias sobre la economía del mundo hispano. En su tiempo libre, a Camila le gusta leer sobre temas de inversión y finanzas personales, y disfruta de los videojuegos y de tocar la guitarra.