La liturgia de entrega de los Oscars de dos mil veintitres nos ha proporcionado cierto alegrón relojero. Hasta 4 mujeres de rompe y rasga han lucido piezas que dan la hora en sus muñecas, y no es algo muy frecuente. Sí, lo han hecho pues les pagan por este motivo. Y no se puede decir que 4 sea un número para volverse ido. Pero sabemos que los estilistas que visten a las estrellas de cine no acostumbran a facilitarles el uso de un reloj. Y pues aún muchas marcas no semejan ser siendo conscientes de que esta es una de las primordiales pasarelas de mucho lujo del planeta.

Las actrices Michelle Yeoh, Nicole Kidman, Ariana DeBose y Hong Chau han brillado con relojes que no son exactamente de alfombra roja (ni champán, el tono de la moqueta este año). Sorprende la ausencia de relojes-joya en este género de acontecimientos, pues esas piezas se diseñan para ocasiones como la que nos ocupa. Cartier, Bvlgari, Chopard, Chanel y compañía podrían tentar a las celebridades a fin de que, aparte de sus joyones, llevasen relojes. Pero no están por la tarea.

Richard Mille, el más brillante

Comenzamos por la modelo y bailarina malaya de origen chino Michelle Yeoh (imagen de arriba). Que para eso ha ganado a sus sesenta años el Oscar a la mejor actriz por su papel en Todo a la vez en todas y cada una partes, imponiéndose a otra preferida, Cate Blanchett. La intérprete, que se dio a conocer en Occidente con la insigne Tigre y Dragón, en dos mil, nos ha brindado muchos instantes de elegancia y distinción en estrenos y galas de premios. Recientemente lo ha hecho llevando uno de los deseados relojes de Richard Mille. La firma no es capaz ni para todos y cada uno de los bolsillos (su costo medio es de doscientos veinte euros) ni para todos y cada uno de los millonarios, puesto que su producción es escasa. Así que Yeoh es la envidia de muchas.

Esta vez, la embajadora de la marca optó por una versión única y adaptada (por eso ignoramos su costo) del RM siete-dos Automatic Sapphire. Este modelo se identifica por su caja con forma de tonel de zafiro transparente, que se ofrece en tonos rosas, verdes, azules y colorados. La parte central de su esfera y el bisel están engarzados con cientos y cientos de diamantes, y, la correa es blanca. Si se observa de cerca se pueden ver todos y cada uno de los detalles de la estructura del movimiento automático esqueletado.

Por primera vez, Panerai

Otra asiática, Hong Chau, vietnamita-estadounidense, ha apostado por el reloj femenino de Panerai, el Luminor Due, del que te dimos todos y cada uno de los detalles acá. Es inaudito: jamás una mujer había llevado un Panerai a una alfombra roja de tanta influencia. No solo pues acostumbran a asombrar más los diamantes y los relojes-joya, sino más bien pues, hasta hace poco, la marca del conjunto suizo Richemont no tenía con qué vestir a las mujeres. Sus modelos eran demasiado grandes para ellas, hasta el momento en que a sus responsables se les encendió la lámpara y lanzaron un ejemplar ad hoc.

El de Chau, específicamente, cobija una complicación de fases de la luna, y cuesta nueve mil trescientos euros. La actriz, que estaba nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto por La ballena, ha combinado la correa de piel con el tono de su vestido de Prada, rosa palo. Y, sinceramente, le queda excelente y le quita algo de pompa al look. La combinación no es nueva: Panerai está asociada con Prada, puesto que es el patrocinador titular del Luna Rossa Prada Pirelli Team que compite en la Copa América de candela.

Omega por partida doble

Ariana DeBose (arriba) no se jugaba nada, si bien ha sido una parte del abanico de comunicadores de la gala. Ya ganó el año pasado la escultura dorada a la mejor actriz de reparto por su papel de Anita en la nueva versión de Steven Spielberg de West Side Story. Este año, como representante de Omega, ha llevado un De Ville Prestige de cuarzo en acero, con una esfera de nácar con manecillas de color dorado y números romanos. Muy prudente, puesto que solo mide veintisiete con cinco mm de diámetro, y carece de piedras hermosas.

Podía haber escogido un De Ville Prestige con diamantes en el bisel y en los índices, como el que lució Kaia Gerber en la Gala Met 2021, mas no ha sido el caso. DeBose, contrato fuerza, ha ajustado su reloj sobre la manga de tul de su vestido de Versace hecho a la medida. El Omega que ha paseado por los Oscar tiene un costo de tres mil quinientos euros. Muy lejos, muy lejos, del Richard Mille de Yeoh.

Nicole Kidman (sobre estas líneas), asimismo comunicadora de uno de los Oscars de dos mil veintitres, es imagen de Omega desde tiempos inmemoriales. Por eso le ceden las piezas femeninas más increíbles del Museo Omega de Biel (Suiza), que misma elige. Esta vez se ha decantado por un enano reloj histórico en oro blanco de dieciocho quilates para conjuntarlo con su Giorgio Armani Privé negro de lentejuelas. Otro acierto para Kidman.