‘El enemigo de esta campaña es la desinformación’. Así lo apuntó Aida Trabulce, representante en México de Baylor St. Luke’s Medical Center, a lo largo de la Primera Jornada de Concientización, Prevención y Mantenimiento de la Salud para la Mujer, organizada por la corporación médica y Cardioacademic, en la Ciudad de México.

“Nuestro interés es que las mujeres que se presentan en este encuentro, que son líderes de opinión o un referente, tengan influencia en las demás personas que no pueden estar aquí”, explica Trabulce.

Aunque la población generalmente tiende a desarrollar distintos géneros de enfermedades, como diabetes, tiroides, sufrimientos del tipo cardiovascular y oncológicas, las mujeres, debido a distintos factores biológicos, conjuntados con hábitos y costumbres culturales, presentan mayor tendencia a sufrir este género de males.

Por ejemplo, se calcula que una de cada 3 muertes en mujeres a nivel global es ocasionada por enfermedades cardiovasculares, al paso que, a nivel nacional, las enfermedades oncológicas son la primera causa de decesos en mexicanas, conforme la organización Go Red For Women y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“El objetivo es que las mujeres conozcan cuáles son los factores de riesgo que les pueden causar enfermedades, como las cardiovasculares y las enfermedades oncológicas que son las primeras causas de muerte”, apuntó Aloha Meave González, radióloga cardiovascular del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez y organizadora del acontecimiento.

CUENTA EL FACTOR HORMONAL

En la primera una parte del acontecimiento, las especialistas abordaron el impacto que tienen los factores biológicos en la salud de las mujeres, como los signos más esenciales a tener en consideración.

La endocrinóloga Cristina Boccalandro, de Texas Endocrinology Group y Baylor St. Luke’s de Houston, Texas, apuntó que, por poner un ejemplo, el peso y el sistema hormonal –o endocrino- están de manera estrecha ligados, mas en el caso de las mujeres es más complejo debido a los cambios que recorren a lo largo de su vida, como la menopausia, el embarazo o la regla.

Estos cambios, singularmente la menopausia, afectan a todo el cuerpo, ya que el conjunto de glándulas y órganos que realizan hormonas y las liberan infieren de manera directa en los miembros y tejidos del cuerpo, alterando funciones como el desarrollo, el desarrollo, el metabolismo y la reproducción.

Por eso el peso puede ser un indicador de que el sistema endocrino tiene fallas, ya que cuando se sale del Índice de Masa Corporal (IMC), sin importar lo más mínimo si hay dietas por el medio, una actividad física o métodos externos para supervisarlo, es una señal de alarma, afirmó la especialista.

Asimismo, la cardióloga y directiva creadora del Women’s Center for Heart & Vascular Health de Texas Heart Institute en Baylor St. Luke’s, Stephanie Coulter, explicó que los ataques cardiacos son, por norma general, más graves en las mujeres que en los hombres.

De pacto con el Texas Heart Institute , las mujeres tienen cincuenta% más probabilidades de fallecer por un infarto, después de que haya pasado un año desde el primer paro.

“Pese a que las principales causas de un paro cardiaco son las mismas que las de un hombre –fumar, presión arterial elevada, altos niveles de colesterol, estrés, obesidad, diabetes y una baja actividad física–, en el caso de las mujeres la menopausia incrementa el riesgo en al menos un 50%, por los cambios en la presión de la sangre, de peso, los niveles de colesterol, la diabetes y otros factores”, apostilla la doctora.

ENEMIGO AL ACECHO

Se estima que en el planeta hay veintitres millones de casos nuevos de cáncer de mama, representando ciento diecisiete % de todos y cada uno de los cánceres; en México, esta enfermedad es la primera causa de muerte en mujeres, conforme datos oficiales.

Aun conociendo la incidencia que tiene en el sexo femenino, se ignora con seguridad cuál su origen.

“Más o menos al 12 % de las mujeres va a padecer cáncer de mama, pero los que están asociados a mutaciones genéticas son del 5 a 10%. La lista de estos genes está creciendo porque cada vez los entendemos más”, apunta Valentina Hoyos, médica oncóloga de la Facultad de Medicina de Baylor College of Medicine.

De pacto con la estudiosa, si una mujer advierte que en su familia hay antepasados o familiares con cáncer de seno, hay una probabilidad de que esa mutación genética esté en su cuerpo.

Aun cuando se sepa que en algún instante se contraerá el cáncer, examinarse con una mamografía de año en año puede ser definitivo para agredir o percibir tratamientos no invasivos.

A partir de los treinta años, las mujeres son más propensas a desarrollar cáncer de cuello uterino, enfermedad ocasionada por distintos tipos del virus del papiloma humano (VPH), conforme con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Para la oncóloga ginecológica Claire Hoppenot, del Centro Oncológico Integral Dan L Duncan en Baylor St. Luke’s, esta es una enfermedad sigilosa ya que por norma general no presenta síntomas hasta el momento en que se halla en estado avanzado.

“La mejor manera de detectarlo es con la prueba de Papanicolaou combinada con test para el VPH”, explica.

 “Si hay problemas con estas pruebas, es necesario hacer más exámenes y biopsias para evaluar signos de pre-cáncer o cáncer, e iniciar tratamientos para que no avance”, apunta Hoppenot.

Al tratarse de un género de cáncer, las células que se hallan en el cuello de la matriz medran de una forma anormal, y si bien al comienzo las lesiones son inapreciables, aun a lo largo de años, con el tiempo puede causar dolores agudos. La mejor forma de prevenir este género de cáncer es la vacuna del VPH, sugirió la especialista.

La Primera Jornada de Concientización, Prevención y Mantenimiento de la Salud para la Mujer dejó en claro que, en frente de los múltiples factores que pueden conminar la salud de las mujeres no solo en México, sino más bien alrededor del planeta, las mejores armas para contestar se encuentran en la ciencia, del lado de los especialistas, y en la información, desde la trinchera de la población.