Es una de las aceleradoras icónicas dentro y fuera de nuestras fronteras que no precisa carta de presentación por el hecho de que su camino ha trascurrido paralelamente al del propio ecosistema emprendedor de España.
Desde dos mil ocho SeedRocket ha visto madurar a un campo que hoy día dista en extremo de aquel de entonces, y a cuyo fortalecimiento ha contribuido de la mano de sus impulsores y guías.
Más de cuatrocientos start-ups han pasado por sus instalaciones en este tiempo con veinta casos de éxitos de impacto a escala mundial, entre aquéllos que resaltan Deporvillage, Escapada Rural, Holded, Marfeel, Habitissimo, Captio, Kantox o Rated Power, entre otros muchos proyectos.
En su decimoquinto aniversario, toca echar la vista atrás y ver qué queda del espíritu de aquellos diez amigos que, aún sin saberlo, pusieron los mimbres de un club que pretendía marchar como un YCombinator ‘a la española’ y que, por último, terminó basando una de las aceleradoras más influyentes de Europa.
«Éramos un conjunto de colegas, diez amigos que nos propusimos juntarnos cuatro días y ayudar a gente que estaba empezando. También nos pasaba que gente novel nos contactaba y también entre nosotros mismos nos enviábamos nuestros proyectos», explica a D+I Jesús Monleón, cofundador de SeedRocket.
Es, indudablemente, una de las claves del éxito de la aceleradora. «Nos hemos convertido en aquello que a nosotros nos hubiera gustado tener cuando con 22 años empezamos en nuestras primeras empresas», reconoce Monleón. Entre el distinguido club se hallan ciertos emprendedores más afianzados de España: Privalia, Infojob, Atrápalo…
Aquella primera hornada de emprendedores españoles se ha transformado en un capital valiosísimo para el ecosistema emprendedor de España y, concretamente, mediante SeedRocket, siguen poniendo su conocimiento al servicio de la savia nueva que llega.
Nos hemos transformado en aquello que a nosotros nos hubiese agradado tener cuando con veintidos años montamos nuestras primeras empresas
«Y lo seguimos haciendo por gusto. No montamos esto como una empresa, no hemos tenido ánimo de lucro. He aquí la segunda razón de por qué hemos llegado hasta donde estamos. Primero, porque nos gusta, segundo porque lo hacemos de forma desinteresada, por una cuestión más moral o de satisfacción personal que de negocio».
Y es que en SeedRocket «no nos quedamos con equity de los proyectos que apoyamos a cambio de los servicios prestados. Solo se quedarán con equity aquellos inversores que inviertan en los proyectos«.
El cofundador apunta a un tercer factor para comprender el peso de la marca SeedRocket. «No ponemos paños calientes. Esto de emprender es duro. Mucho. Tiene un aura muy atractiva, pero se trabaja mucho y siempre les damos altas dosis de realismo. Creo que eso, las nuevas generaciones también lo valoran mucho».
Esta estrategia ha creado un «circulo virtuoso» que atrae a proyectos de primer nivel y donde, ya antes por carencia de información y ahora, por exceso, se prosigue precisando de los conocimientos y la experiencia de empresarios más veteranos que guíen a esos emprendedores nobeles en la aventura que supone levantar un proyecto.
Ahora nos llegan muchos emprendedores con la ronda prácticamente cerrada que han guardado un hueco a fin de que entremos nosotros por la marca que da SeedRocket
«Antes venían con menos preparación, buscando por dónde tirar. Ahora viene gente que ya tiene el primer ticket y con la ronda casi cerrada, pero que han guardado un hueco para que entremos nosotros por la marca que representa la aceleradora y porque supone un aval de cara a otros inversores», señala con satisfacción.
El Campus de Emprendedores -va ya por la trigésima edición- de SeedRocket es una de las citas que los aspirantes a levantar proyectos disruptores de éxito tienen apuntado en colorado en el calendario.
Pero asimismo Venture on the Road, un roadshow concebido para otorgar acceso a inversores y networking en diferentes urbes. A este acontecimiento itinerante creado hace 4 años por la aceleradora, BStartup de Banco Sabadell, se unió Wayra en dos mil veinte, el hub de innovación abierta de Telefónica, y cuenta asimismo con la cooperación de Google for Startups desde dos mil veintiuno.
Es, exactamente esta última compañía, otro de sus asociados en Campus Madrid, donde los emprendedores tienen acceso a todas y cada una las ventajas de la red de Google for Startups.
Tras estos primeros 15 años, ¿qué le espera a SeedRocket? Su cofundador lo tiene meridianamente claro: «Siempre va a haber gente desubicada, que necesite ese consejo, esa ayuda en un momento tan crítico como es el nacimiento de una startup. Y, nosotros, esos diez colegas de 2008, vamos a seguir disfrutando juntándonos, tomándonos unas cervezas -apostilla de forma irónica Monleón- y echando una mano a aquellos noveles que lo necesiten».
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