Nido Ventures, fundado por las mexicanas Ana Caro Mexía y María Gutiérrez, termina de cerrar su primer fondo de 7 millones de dólares. Se trata de un jalón, teniendo presente que esta firma de inversión tiene detrás a dos mujeres, algo poco usual en el ecosistema

Mexía y Gutiérrez nacieron en México, mas llevan más de una década viviendo en Estados Unidos. Sus caminos se cruzaron en la Universidad de Stanford, instante en el que se forjó una amistad que ha acabado dando como fruto a Nido Ventures. 

Ambas compartían la visión de apreciar transformarse en creadoras. Tras su paso por Stanford, Gutiérrez empezó a trabajar como especialista en la cadena de suministro para Apple y Mexía consiguió escalar en LinkedIn hasta transformarse en ingeniero de software sénior.

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La pandemia les ofreció la ocasión de trabajar asistiendo a start-ups mexicanas. Una experiencia que les impulsó a comenzar a participar en ciertas empresas del país como inversoras privadas

“Pronto nos dimos cuenta de que había pocos inversores técnicos hispanohablantes. La única excepción era Brasil”, explica Mexía en entrevista con D+I – EL ESPAÑOL. “En ese momento, contábamos con una fuerte red de contactos en México y también en Silicon Valley, después de haber pasado diez años allí”. Tras sus primeras incursiones, decidieron dar un paso más y empezaron a captar capital para su fondo, que consiguieron llenar, de forma exitosa, este verano.

Latinos y mujeres

Ambas creadoras estiman que hay una oportunidad de mercado única en Latinoamérica y entre los creadores latinos que viven en Estados Unidos. Sus inversiones se van a centrar, eminentemente, en compañías que se hallen en primeras fases, ya sea presemilla o semilla.

“Los fundadores latinos tienen una pasión increíble y han demostrado una y otra vez que pueden lograr mucho con muy pocos recursos”, asegura Mexía. “El ecosistema en México está viviendo una etapa dorada. Hay un sinfín de compañías familiares que necesitan innovar y digitalizarse”.

Efectivamente, este país se está transformando en “la fábrica de Estados Unidos” y negocios como Tesla ya abren plantas allá. De hecho, este mes, México conseguía transformarse en el primordial aliado comercial de Estados Unidos, superando a China.

La ocasión en Latinoamérica es evidente y Nido Ventures se va a centrar en apostar por aquellos proyectos que presenten soluciones destinadas a negocios. Sus primordiales verticales de interés son la infraestructura fintech, mercados B2B y software. También explorarán compañías que presenten soluciones cross-border, o sea, entre múltiples países.

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“Estamos muy orgullosas de haber logrado cerrar nuestro primer fondo. Anunciamos nuestra misión el año pasado, mientras hacíamos un máster en la Universidad de Stanford y los mercados no atravesaban su mejor momento”, asegura la cofundadora. “Esto es sólo el principio, pero es significativo, teniendo en cuenta que somos dos mujeres fundadoras y eso es algo que no se ve todos los días. Ahora tenemos que demostrar que nuestra manera de ver el mundo va a traer buenos retornos”.

El movimiento de capital no se ha hecho aguardar. Mexía asevera que veinticinco start-ups van a ser las favorecidas y ya cuentan con catorce inversiones. El resto van a ser escogidas atendiendo al modelo de negocio propuesto, se va a estudiar al creador y la composición del equipo, el tamaño de mercado y su potencial y la valoración de la compañía. 

“Queremos tener un gran impacto con el primer fondo. Nuestro portafolio cuenta con equipos que representan una gran diversidad y en un futuro no descartamos la idea de lanzar un fondo específico destinado exclusivamente a fundadoras”, adelanta Mexía.

El recorrido para llegar hasta este punto no ha sido fácil. Algunas de las compañías en las que Nido Ventures había invertido sufrieron las consecuencias por la caída de Silicon Valley Bank. Mexía ve este instante como el primer gran reto al que debieron enfrentarse como fundadoras: “Fue nuestra primera crisis, pero entramos en modo activación y lo resolvimos rápidamente. Si logramos salir de esa situación, podremos con todo”.

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José Manuel Gómez Aparicio