Cada descalabro tiene una lección que educar. El ascenso y caída de estas nueve start-ups dejan muchas lecciones para los emprendedores.
A veces, todo cuanto se precisa para transformarse en un éxito es fallar primero. Hay abundantes ejemplos a nuestro alrededor. El cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, empezó una plataforma de redes sociales llamada SocialNet que falló. Sin embargo, atribuye el éxito de LinkedIn a su descalabro con su start-up precedente.
Si piensas en crear tu start-up, primero debes mirar alrededor. La tasa de falla para las start-ups es demasiado alta. Eso no debería desalentarte, sino más bien darte más ocasiones de aprender ya antes de pisar el suelo. Probablemente aún cometerás fallos, mas estudiar las experiencias de otras personas te evitará reiterar sus fallos.
Aquí hay 9 fallas notables de start-ups y productos que debes conocer:
Beepi.com parecía una compañía prometedora en los papeles. El mercado de adquiere y venta de vehículos utilizados se lanzó en un instante en que dichos mercados on line tenían mucho potencial. Incluso consiguieron conseguir una ronda de financiación de Serie B de us$ sesenta millones.
Finalmente se cerró en dos mil diecisiete tras estar en el negocio a lo largo de más de 4 años. El concesionario de autos utilizados DGDG procuró adquirir la start-up mas por último se retiró.
¿Qué salió mal?
Beepi fue un caso tradicional de mal liderazgo y administración. Algunos afirmarían que fueron demasiado grandes prontísimo. Los creadores pudieron colectar mucho dinero de forma rápida mas no lo gastaron cuidadosamente. Aparentemente, la compañía desembolsaba us$ siete millones mensuales solo pagando sueldos , incluyendo salarios altísimos para sus primordiales directivos.
¿Qué lecciones aprender?
El dinero se termina ocasionalmente si no lo gastas cuidadosamente. Una y otra vez, las start-ups han fallado por quedarse sin dinero. Para muchos es sencillamente mala suerte, no obstante, en el caso de Beepi, fue una mala administración.
Google es una de las compañías más grandes del planeta, mas asimismo tiene una buena cantidad de fallas. Google Glass fue un dispositivo inteligente futurista que dio un nuevo giro a la tecnología portátil. Incluso tras mucho bombo, falló inmediatamente.
¿Qué salió mal?
Tal vez se adelantó un tanto al mismo tiempo o propuso inconvenientes de privacidad. Lo más importante: era súper costoso para las masas. Simplemente no pudo conectarse con los usuarios que no vieron mucho valor en él.
¿Qué lecciones aprender?
La innovación es genial siempre y cuando favorezca a los usuarios. Además, debes hacer cualquier cosa, aun bajar costos para reducir el coste si quiere vender tu producto. Debes establecer una estrategia de marketing inteligente en la que puedas ofrecer descuentos de una forma que te favorezca a ti y a sus clientes del servicio.
Cuando se habla de start-ups erradas, nada podría ser de mayor escala que la compañía de electrónica de consumo Jawbone. Produjo productos como auriculares, altífonos Bluetooth y rastreadores de actividad física. Recaudó más de us$ novecientos treinta millones de VCs como Sequoia, Khosla Ventures y Andreessen Horowitz, mas fracasaron en dos mil diecisiete y anunciaron la liquidación de sus activos.
¿Qué salió mal?
Los especialistas afirman que el exceso de fondos mató a esta start-up. Incrementaron artificialmente su valuación y la compañía fue prácticamente forzada con fondos. Su tecnología portátil no pudo competir con los líderes de la industria Fitbit y Samsung. La compañía se transformó en el segundo mayor descalabro de start-ups apoyadas por VC, conforme CB Insights.
¿Qué lecciones aprender?
Demasiado dinero no es bueno, singularmente si el futuro del producto es dudoso.
Cuando se lanzó Yik Yak, una aplicación de chat anónima, se transformó en un éxito inmediato. Esto fue en dos mil trece cuando ocurría el apogeo de los teléfonos inteligentes y brotaban aplicaciones renovadoras. Se hizo muy popular entre los estudiantes universitarios. Sin embargo, empezó a perder seguidores una vez que salió Snapchat.
También hubo muchas polémicas relacionadas con el acoso cibernético. Alcanzó un máximo de us$ cuatrocientos millones y cerró en dos mil diecisiete en plena indiferencia
¿Qué salió mal?
Yik Yak tomó una tendencia y no pudo estar a la altura de las esperanzas y activas alterables. De alguna forma, perdió su atrayente entre miles y miles de otras aplicaciones de chat y citas (Tinder, Grindr y Snapchat).
¿Qué lecciones aprender?
Tu start-up debe centrarse en una solución en un largo plazo y no solo en las tendencias actuales. Además, amoldarse y mudar es la supervivencia en el planeta fiero de las nuevas empresas digitales.
CanadaDrugs.com empezó como una solución viable para otorgar fármacos simples con pedidos por correo a millones de pacientes en todo el país. Antes de que pudiese probar el tiempo para el éxito, fueron clausurados por las autoridades y se fueron con una larga batalla legal.
¿Qué salió mal?
Esta compañía cometió un grave fallo al engañar a los clientes del servicio sobre las aprobaciones de la FDA. Estaba vendiendo drogas diciendo que eran fabricadas en instalaciones aprobadas por la FDA. Sin embargo, la verdad era que no sabían dónde se hacía. Los fiscales federales de EE. UU. acusaron a las personas tras la compañía de importar y vender ilegalmente drogas no autorizadas y con marcas falsificadas.
¿Qué lecciones aprender?
Nunca engañes a tus clientes del servicio y expongas sus vidas. No solo no es ético, sino puede mandarte a cárcel.
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El producto estrella de Doppler Labs fue el Here One, una línea de auriculares y micrófono inalámbricos. Se sostuvo en el negocio a lo largo de 4 años y colectó la friolera de us$ quinientos once millones. Cuando salió el producto, Doppler Labs adelantó ventas de cien,000 Here One, mas solo un cuarto fue la que verdaderamente se vendió.
¿Qué salió mal?
Doppler Lab cayó debido a fallas en su producto y su lanzamiento retrasado. En primer sitio, inconvenientes de fabricación retrasaron el lanzamiento, lo que los hizo perderse las ventas vitales de la época navideña. En segundo sitio, cuando los clientes del servicio utilizaron el producto, descubrieron que solo duraba más o menos dos horas con carga completa.
¿Qué lecciones aprender?
No crees un producto que no pueda vender. Además, hay demasiada competencia y altos estándares para enfrentar tratándose de generar hardware.
La compañía con sede en el Reino Unido, Wonga, tiene una historia algo habitual del apogeo y caída de una compañía. Fue una idea única apoyada por inversores de capital privado. Era un prestamista de día de pago que daba crédito en un corto plazo a alto interés. Iba bien hasta el momento en que no fue así. Resulta que la gente estaba combatiendo por devolver el dinero. La situación empeoró tanto que recibió una inyección de £ diez millones.
¿Qué salió mal?
La compañía empezó a ganar mucho dinero, mas pronto quedó claro a qué costo. Cuando brotaron historias sobre personas que luchan por abonar el crédito, las autoridades empezaron a regular la compañía. También aceptaron que prestaban dinero a prestatarios que no podían abonar. Luego hubo demasiadas protestas cuya compensación le costaba a Wonga un promedio de £ quinientos cincuenta.
¿Qué lecciones aprender?
La rentabilidad es esencial mas no te vuelvas codicioso.
El descalabro de Juicero solo puede describirse en una palabra: épico. La compañía empezó el crowdfunding en dos mil trece, mas el producto no salió hasta dos mil dieciseis. Y cuando lo hizo fue un descalabro inmediato, en parte merced a un sinnúmero de prensa negativa. El creador prometió una máquina de jugo de gran lujo de gama alta que era más que un exprimidor. La compañía colectó la friolera de us$ mil ciento ochenta y cinco millones.
¿Qué salió mal?
Cuando se lanzó la máquina, usó bultos de jugo patentados para exprimir el jugo. La máquina esencialmente solo exprimió el jugo de los bultos. Obviamente, us$ seiscientos noventa y nueve fue demasiado para tal cosa.
¿Qué lecciones aprender?
El espíritu empresarial consiste en solucionar inconvenientes, no reinventar la rueda o, en el caso de Juicero, romper la rueda.
Fundado por un emprendedor en serie, Peter Justen, el lugar trabajó con el software QuickBooks para asistir a las compañías a efectuar un seguimiento de sus finanzas. Se empezó en dos mil seis y se transformó en un éxito veloz. En un instante, la compañía fue valorada en us$ cien millones. Sin embargo, se ahogó cuando la seguridad de su lugar se vio comprometida.
¿Qué salió mal?
Su creador Peter Justen no deseaba vender el negocio y tuvo inconvenientes con el Director de Tecnología de la compañía. Después de que el CTO fue despedido, el sitio padeció múltiples ataques y se estrelló. Los datos de la copia de respaldo se vieron comprometidos y el lugar debió cerrarse.
¿Qué lecciones aprender?
La seguridad web es exageradamente esencial. Y asimismo lo es trabajar con personas en las que puede confiar.
La conclusión es que cada falla tiene una lección que educar. Y es mejor aprender de los fallos de otras personas que de los tuyos. Las start-ups encaran una cantidad increíble de retos y no hay una fórmula mágica para el éxito. Sin embargo, puede progresar sus posibilidades eludiendo los obstáculos evidentes.
De los ejemplos precedentes queda bastante claro que, aun si hallas inversores y consigue toda la financiación que precisas, aún puedes fallar. Es un planeta en incesante cambio y debes sostenerte en la cima de tu juego sin importar un mínimo qué.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.
