En el mundo del desarrollo de productos, es fundamental comprender la diferencia entre los deseos de los stakeholders y las necesidades reales de los usuarios finales. Centrarse únicamente en seguir órdenes puede llevar a la creación de productos que no cumplen con las expectativas de quienes realmente los utilizan.
Una historia que ilustra este punto es la de un equipo de desarrollo que trabajó arduamente durante meses para crear una aplicación móvil para una marca reconocida a nivel nacional. A pesar de seguir las indicaciones de los stakeholders, al final, el resultado no fue el esperado.
Uno de los errores clave fue no involucrar directamente a los usuarios finales en el proceso de desarrollo. En lugar de basarse en datos cualitativos y cuantitativos significativos, el equipo se centró en las indicaciones de la parte interesada, lo que llevó a malinterpretaciones y a un producto final insatisfactorio.
Es crucial recordar que los usuarios reales son quienes verdaderamente deben guiar el desarrollo de un producto. Escuchar sus necesidades, realizar pruebas y recopilar retroalimentación son pasos esenciales para garantizar que la aplicación o producto final sea relevante y útil.
Algunas recomendaciones para evitar este tipo de situaciones incluyen identificar a los «superusuarios» o hablar con el equipo de atención al cliente para comprender los problemas reales que los usuarios enfrentan. Además, es fundamental cambiar la mentalidad de simplemente seguir órdenes a la de colaborar con los stakeholders y los usuarios para crear productos que realmente agreguen valor.
En resumen, para desarrollar productos exitosos, es imprescindible ir más allá de las indicaciones superficiales de los stakeholders y enfocarse en las necesidades reales de los usuarios finales. Esta combinación de empatía, colaboración y enfoque en el usuario es clave para crear productos que impacten positivamente en la vida de las personas.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.