Warren Buffett afirma que la prueba más grande de que ha tenido una vida triunfante se reduce a 1 palabra: amor

El presidente y CEO de Berkshire Hathaway, Warren Buffett, el mayor inversor de nuestra generación, asimismo es un defensor del desarrollo personal y habitualmente comparte una serie de consejos que procuran asistir a tener una vida mejor.

Una de las perlas más conocidas de la sabiduría pura no adulterada de Buffett es la clave del éxito personal. Esta enseñanza es singularmente actual, a la luz de la desgracia que rodea el homicidio sin ningún sentido de George Floyd.

Mientras la nación lidia con quejas al día, altercados y saqueos, es apropiado para mí que el factor que más falta para sofocar las llamas del racismo se reduce a una palabra de 4 letras expuesta por Buffett en esta conocida cita:

«Básicamente, cuando llegues a mi edad, verdaderamente vas a medir tu éxito en la vida por la cantidad de personas que deseas que te amen y que verdaderamente te aman. Esa es la prueba terminante de de qué forma has vivido tu vida. Cuanto más obsequias amor, más obtienes».

El amor es la fuerza más poderosa del cosmos y, en una buena práctica con relación a otros humanos, debería brindarle una ventaja personal o comercial durante la vida, como lo ha hecho para Buffett.

Y la mejor forma de lanzar el amor como prueba terminante de una vida triunfante es obsequiarlo.

Como Buffett afirma en esta cita, las personas no pueden estar en situación de percibir amor si no están prestas a ponerse en la situación de obsequiarlo. Con ese fin, acá hay 3 formas en que los profesionales de negocios pueden manifestar amor práctico con efectos positivos en los resultados comerciales.

La sociedad nos ha enseñado que debemos competir y «ganar» a toda costa para llegar a la cima, en ocasiones a cargo de otros. En el camino, nos absorbimos y nos olvidamos del servicio, la compasión, la gratitud y el respeto. En otras palabras, olvidamos de qué forma querer en el sitio de trabajo.

Nuestros compañeros, colegas y colegas son humanos como el resto de nosotros; desean probar conexión, cuidado y amabilidad: los comportamientos asociados con el amor accionable a fin de que puedan sentirse seguros y tal y como si perteneciesen, hacer su mejor trabajo y desempeñarse al más alto nivel.

Amar a sus empleados se expresa mejor valorándolos como humanos, suprimiendo obstáculos de su camino y dándoles la ocasión de hacer lo que mejor hacen día tras día.

El amor en el liderazgo se prueba al estimular a los empleados a meditar y actuar como empresarios individuales; les deja tomar medidas, aceptar peligros y tomar resoluciones tal y como si mismos hubiesen fundado la compañía.

Esto es lo que los va a preparar para triunfar. Y cuando tienen éxito, su negocio asimismo lo tiene.

Para administrar más valor que sus contendientes, aprenda la extraña virtud de la empatía como práctica comercial para entender a sus clientes del servicio en un nivel más profundo.

Pase más tiempo con ellos y desarrolle relaciones sinceras en un nivel humano real de entendimiento sobre sus auténticas necesidades.

Muchas empresas fracasan por el hecho de que están más enfocadas en añadir campanas y silbatos a sus productos que en oír atentamente primero las necesidades sentidas de sus clientes del servicio y después administrar un valor real. En otras palabras, están más enamorados de su producto que de su cliente del servicio, lo que puede ser costoso.

Al poner en práctica la regla de Buffett, obsequiando más amor para conseguir más amor, una vida triunfante está a la vuelta de el rincón.