Hay una investigación de CB Insights que seguramente hayas visto sobre por qué fracasan las start-ups. Su lista es la tradicional, los grandes éxitos de por qué una start-up puede fracasar:

  1. Se quedan sin dinero
  2. No hay necesidad de mercado
  3. Se ven superadas por la competencia
  4. Modelo de negocio defectuoso
  5. Desafíos regulatorios/legales

Podría proseguir y proseguir. Pero estoy acá para decirte que ninguna de estas razones es la auténtica razón por la que las start-ups fracasan. Sí, lo sé, las start-ups se quedan sin dinero, no identifican la necesidad adecuada del mercado, se ven superadas por la competencia, tienen modelos de negocio deficientes y ceden a los retos regulativos y legales.

Sin embargo, estas razones son los efectos de la auténtica razón por la que la mayor parte de las start-ups fracasan. La auténtica razón puede rastrearse en una razón. ¿Estás preparado? Aquí está:

Piensa en la lista precedente. ¿Por qué una start-up tiene alguno de estos inconvenientes? Por lo general, es la mala administración la que hace que tu start-up fracase. Vamos a revisar cada uno de ellos de ellos.

Por ejemplo, existen muchas start-ups que han colectado mucho dinero en los últimos tiempos, y son unicornios sobre el papel. Muchos de los equipos de administración aceptaron que el dinero simple proseguiría fluyendo.

Luego, la realidad se impone y descubren que es bastante difícil lograr la próxima ronda de financiación. Y lo que es peor, tienen equipos hinchados y gastos desmedidos.

Esa es una receta para el fracaso; una mala administración que hizo que tu start-up se quedase sin dinero.

O te das cuenta demasiado tarde de que no hay mercado para tu producto. Un gran equipo va a reconocer el inconveniente pronto, preservará el efectivo y pivotará cara algo mejor.

Un equipo enclenque va a reconocer el inconveniente demasiado tarde y se va a ver obligado a cerrar la compañía.

Ahora charlemos de la competencia. Un gran equipo jamás es superado por la competencia. Nunca. El gran equipo está a la altura de las circunstancias.

Un equipo enclenque no se ve superado por la competencia. Un equipo enclenque se pone en una mala situación competitiva en la que no puede ganar por más que lo intente.

El resultado es que el equipo de administración enclenque debe cerrar la compañía.

Todas las compañías de éxito deben alterar su modelo de negocio. La razón es que absolutamente nadie acierta al cien por ciento al comienzo.

Los grandes equipos de administración reconocen los fallos y los solventan de manera rápida. Los equipos de administración enclenques meten la cabeza en la arena y prosiguen aguardando que todo vaya bien.

El resultado es previsible. Los equipos de administración enclenques deben cerrar la compañía.

He trabajado con ciertos equipos de administración que se han enfrentado a juicios y a la aprobación de la normativa. Sé que puede ser bastante difícil superar los obstáculos, mas los grandes equipos hallan una forma de subsistir a todos los desafíos a los que se encaran.

Los malos equipos de administración son aplastados.

Y por equipo me refiero a ti y a tu cofundador, al equipo que contratas y a los inversores con los que trabajas. Ese es tu equipo.

Se trata de la ley de Fox, que es un ajuste de la ley de Rachleff por el capitalista de peligro Andy Rachleff.

La ley de Rachleff afirma así:

El asesino de empresas número uno es la carencia de mercado.
Cuando un enorme equipo se halla con un pésimo mercado, el mercado gana.
Cuando un equipo pésimo se halla con un enorme mercado, el mercado gana.
Cuando un enorme equipo se halla con un enorme mercado, sucede algo singular.

La ley de Rachleff tiene sentido si eres un inversor pues puedes reparar el equipo despidiendo al equipo. Así que, si deseas ganar en un mercado concreto, solo debes despedir al equipo.

La ley de Fox, mi ley, está escrita desde la perspectiva de un empresario. Y para ti, es que tu equipo lo es todo.

Por eso estoy conforme con la regla número 1, la regla número dos y la regla número cuatro de la ley de Rachleff, mas no estoy conforme con la regla número tres. Según mi experiencia, la regla número tres adecuada para los empresarios es:

Cuando un equipo pésimo se halla con un enorme mercado, el equipo pésimo proseguirá fracasando.

No es suficiente con ir tras una enorme ocasión con una buena idea. Hay otros muchos emprendedores que seguramente tengan exactamente la misma gran idea que .

Pero hay una cosa más que vas a precisar para lograr el éxito. Por eso he añadido la regla número 5:

Necesitas una buena idea, un enorme equipo y precisas algo de suerte si deseas ganar.

Así que acá está mi versión ajustada de la ley de Rachleff:

  1. El asesino de empresas número uno es la carencia de mercado.
  2. Cuando un enorme equipo se halla con un pésimo mercado, el mercado gana.
  3. Cuando un equipo pésimo se halla con un enorme mercado, el equipo pésimo proseguirá fracasando.
  4. Cuando un enorme equipo se halla con un enorme mercado, sucede algo singular.
  5. Se precisa una buena idea, un enorme equipo y algo de suerte si se quiere ganar.
  6. El equipo. Lo es todo. Hazlo bien, y todo lo demás encajará.
Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.