A lo largo de la historia el hombre recibió múltiples golpes a sus opiniones egocéntricas conforme las que era el centro del planeta. Copérnico descubrió que la Tierra no es el centro del cosmos. Darwin que hombre es un animal entre muchos. Freud con el psicoanálisis, descubrió que el hombre no es dueño de sus pensamientos y acciones, sino es manejado por factores inconscientes.
Mc Luhan concibió a la tecnología moderna como una extensión de las facultades del sistema inquieto humano que acabaría por apresarlo. Aldous Huxley pronosticó en mil novecientos treinta al hombre actual que admitiría con satisfacción ser esclavo a cambio de satisfacer sus deseos primitivos de consumo y entretenimiento.
¿Está el hombre condicionado por la herencia, los instintos, los genes, los memes culturales o es libre para escoger su porvenir? Para Erich Fromm la libertad de pensamiento tiene sentido si alguien es capaz de tener pensamientos propios. La educación que habría de ser la herramienta que le dé libertad a su imaginación hoy está al servicio de los que pretenden destruirla. El poder de satisfacer sus deseos parecería ser la opción alternativa que lo cautiva y quizá la única que le queda.
La cuarta herida narcisista, es la supremacía que tiene la tecnología sobre la inteligencia humana. El avance de la inteligencia artificial (IA) hace recular el monopolio que siempre y en toda circunstancia tuvo el humano sobre la inteligencia. Pero se gesta un riesgo mayor: es la inteligencia artificial generativa que plantea amenazas nuevas, conforme advierte Yuval Noah Harari:
«No sé si los humanos van a poder subsistir a la Inteligencia Artificial. El poder se está desplazando. Hemos inventado algo que les quita poder. Y sucede tan veloz que la mayor parte de la gente ni tan siquiera comprende lo que pasa. Se trata de una amenaza grave para las democracias, por el hecho de que dependen de la charla pública. Esta tecnología crea historias. La creencia colectiva en “historias” ha alimentado el dominio de la humanidad. Ahora la IA asimismo tiene ese poder, lo que prueba su potencial, que es ahora inmediato y real.
No se restringe a propagar los contenidos que generan los humanos. Puede generar el contenido por sí sola. Tratemos de imaginar lo que significa vivir en un planeta en el que la mayor parte de los textos e imágenes, son creados por una inteligencia no humana.
Dado que las personas próximas son las que más influyen, podría parecer un amigo o un familiar procurando persuadirnos de algo. Se trataría de un poder para manipular el alegato público que haría que los escándalos de repercusión en las redes sociales pareciesen triviales. La IA es la primera tecnología que puede tomar resoluciones por sí sola. Esto ya ocurre. La regulación de estas herramientas es imprescindible. Una compañía farmacéutica no puede lanzar un nuevo fármaco al mercado sin pasar ya antes por un largo proceso de regulación. Es verdaderamente extraño y espantoso que las corporaciones puedan lanzar herramientas de IA exageradamente potentes a la esfera pública sin medida de seguridad.. Los jefes de las grandes empresas tecnológicas, no son escogidos por absolutamente nadie, no representan a absolutamente nadie salvo a sus accionistas. Es labor de los gobiernos intentar medidas de protección».
Es probable que, tal y como plantea Harari, en un futuro próximo se desarrolle la inteligencia artificial general (AGI), capaz de efectuar labores más complejas y actuar prácticamente como un cerebro humano. Este progreso plantea retos y dudas. La AGI tiene la capacidad de copiar las capacidades cognitivas humanas, como el aprendizaje y la resolución de inconvenientes desde modelos conocidos. Esto plantea la posibilidad de producir nueva información o solucionar teoremas usando propuestas probadas.
El objetivo del ChatGPT fue imaginar inteligencias artificiales superiores a la inteligencia humana. Sin embargo, los obstáculos y retos que brotan con su llegada han llevado a reconsiderar esta meta.
La supremacía de la inteligencia humana se ve conminada, lo que dejaría al hombre virtualmente indefenso, ya que la inteligencia es su primordial arma para subsistir y sostenerse en un ambiente hostil.
La trasferencia de la inteligencia neuronal a la tecnología es un acontecimiento antropológico peligroso. Pese a los peligros que acarrea, detener o revertir este avance no va a ser una labor simple. Actores clave en Silicon Valley, como Amazon y Elon Musk, están invirtiendo grandes sumas para competir en este mercado de IA. Se estima que el mercado de la IA alcanzará los veinticinco millones de dólares estadounidenses en dos mil treinta.
El desarrollo exponencial de la capacidad y velocidad de los semiconductores impulsa esta carrera tecnológica cara el infinito. Se espera que en el futuro aparezcan computadoras capaces de efectuar un número incomprensible de operaciones por segundo. Este poder de cálculo tiene el potencial de revolucionar áreas de investigación como la física, astronomía, meteorología o biología computacional, como prosperar la seguridad criptográfica y el procesamiento de datos en tiempo real.
Algunos especialistas se temen que este avance pueda conducir a un escenario en el que el hombre finalice sometido a la máquina. La simbiosis entre la inteligencia artificial y la biología podría ser una realidad en torno a dos mil cincuenta, con la aparición de la inteligencia artificial organoide. Esta nueva disciplina se fundamenta en cultivar células cerebrales in vitro para contestar el funcionamiento del cerebro humano.
La conexión de estos procesadores de computadora con una batería de organoides podría fortalecer enormemente la inteligencia artificial, y se considera un complemento externo eficaz, ligero, económico y de simple fabricación. El avance de la inteligencia artificial plantea retos y problemas existenciales sobre el sitio que ocupará la inteligencia humana en un planeta dominado por la IA.
A pesar de los peligros, la marcha cara una mayor inteligencia artificial semeja irrefrenable, con grandes actores tecnológicos invirtiendo sumas significativas en esta área. El futuro de la IA va a depender de la coalición entre la potencia computacional, el manejo de grandes volúmenes de datos (big data) y la expansión de redes neuronales de aprendizaje profundo.
A medida que la tecnología avance, se van a abrir horizontes impensados, mas asimismo es preciso estimar las implicaciones morales y los posibles efectos en la sociedad y la humanidad generalmente.
Hace tiempo que se discute sobre si la tecnología está afectando de manera negativa el desempeño del cerebro. Por ejemplo la tendencia a buscar las soluciones en google en vez de tenerlas guardadas en el cerebro estaría afectando la memoria humana.
Suecia que ocupa la novena situación del informe PIRLS de entendimiento lectora, ha echado el freno a su plan de digitalización de las salas, que debía apresurar este dos mil veintitres. El país llevaba meses discutiendo y cuestionando el papel de los ordenadores y las pantallas en las salas de las escuelas hasta el momento en que hace algunos días, el pasado quince de mayo, la ministra de Educación, Lotta Edholm, del Gobierno conservador de Ulf Kristersson anunció que dejaba en suspenso la estrategia de digitalización de las salas que el pasado diciembre había aprobado la Agencia Nacional de Educación.
Los efectos dañinos de las pantallas en la psique humana han sido objeto de estudio e investigación:
Disminución de la capacidad de atención: El uso incesante de pantallas, como teléfonos móviles, tabletas y computadoras, puede afectar la capacidad de atención de las personas. La gran cantidad de información libre on line y la incesante estimulación visual y auditiva pueden llevar a una dispersión de la atención y complicar la concentración en labores más profundas y prolongadas, como la lectura de libros o la resolución de inconvenientes.
Impacto en el sueño: La exposición a la luz azul emitida por las pantallas ya antes de dormir puede trastocar el ritmo circadiano del cuerpo y afectar la calidad del sueño. La luz azul elimina la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño, lo que puede llevar a contrariedades para conciliar el sueño y tener un reposo conveniente. La falta de sueño conveniente puede tener efectos negativos en el estado anímico, la memoria y el desempeño cognitivo.
Efectos en la salud mental: El uso excesivo de las pantallas y la exposición incesante a las redes sociales y otras formas de comunicación digital pueden tener un impacto en la salud mental. Algunos estudios han relacionado el uso intensivo de redes sociales con mayores niveles de ansiedad, depresión y soledad. Además, la comparación incesante con la vida supuestamente perfecta de otros en las redes sociales puede producir sentimientos de insatisfacción y baja autoestima.
Alteraciones en el procesamiento de la información: La lectura en pantallas, en comparación con la lectura en papel, puede afectar la manera en que procesamos la información. Al leer en una pantalla, las distracciones son más usuales, como notificaciones o links a otros contenidos, lo que puede complicar la entendimiento y retención de la información. Además, ciertos estudios sugieren que la lectura digital fomenta una lectura superficial y veloz en vez de una lectura profunda y reflexiva.
Impacto en las habilidades sociales y la comunicación interpersonal: El uso excesivo de las pantallas puede afectar de manera negativa las habilidades sociales y la comunicación frente a frente. Pasar demasiado tiempo interaccionando on line puede limitar las ocasiones de practicar habilidades de comunicación y establecer conexiones reales con otras personas. Además, el predominio de la comunicación digital puede llevar a una minoración en las habilidades de empatía y entendimiento sensible.
La preparación del humano. Para enfrentar el avance de las tecnologías que puedan superarnos en capacidad de pensamiento es un tema complejo y polifacético.
A continuación, se presentan ciertas acciones indispensables para enfrentar el desafío:
Educación y desarrollo de habilidades: Es esencial invertir en educación y desarrollo de habilidades para amoldarse a un ambiente tecnológico en incesante cambio. Fomentar habilidades como la lectura veloz el pensamiento metódico y crítico, la capacidad de síntesis, la memoria, las habilidades de comunicación, la capacidad de resolución de inconvenientes, la inventiva y la inteligencia sensible puede asistir a los individuos a sostener su relevancia y adaptabilidad en un planeta impulsado por la tecnología.
Aprendizaje continuo: Ante el avance de la tecnología, es preciso adoptar el aprendizaje progresivo. Estar presto a adquirir nuevas habilidades y conocimientos y amoldarse a las nuevas tecnologías, puede permitir a las personas sostenerse actualizadas y eficientes en un ambiente en incesante cambio.
Ética y regulación: Es esencial fomentar la discusión y el establecimiento de principios éticos y regulaciones para el uso de la inteligencia artificial. Esto incluye consideraciones sobre la privacidad, la equidad, la trasparencia y la responsabilidad en el diseño y aplicación de estas tecnologías.
Colaboración humano-tecnológica: En sitio de ver a las tecnologías como contrincantes, se puede fomentar una cooperación. Enfoques como la inteligencia aumentada, donde la tecnología complementa las habilidades humanas, pueden ser ventajosos. La combinación de las capacidades cognitivas humanas con las de procesamiento y análisis de las máquinas puede permitir soluciones más eficaces y creativas.
Reflexión y debates éticos: Es preciso promover una reflexión crítica y un discute progresivo sobre los avances en tecnología y su impacto en la sociedad. Esto implica estimar no solamente las implicaciones técnicas, sino más bien asimismo las implicaciones morales, sociales y culturales de estas tecnologías. La participación activa en discusiones y resoluciones sobre el desarrollo y uso de la tecnología puede asistir a eludir posibles abusos y asegurar que los avances en tecnología se usen en beneficio de la humanidad.
En última instancia, la preparación del humano para enfrentar el avance de las tecnologías inteligentes implica una combinación de desarrollo de habilidades, reflexión moral, adaptabilidad y cooperación. Al estar siendo conscientes de los avances en tecnología y tomar medidas proactivas, podemos aspirar a un futuro en el que humanos y tecnología trabajen juntos armoniosamente y ventajosa para la sociedad.
Intentemos sintonizar de forma armoniosa el sistema inquieto humano con el sistema inquieto digital.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.