Al emprender un nuevo proyecto, es crucial estar consciente de las trampas mentales que pueden afectar nuestro juicio y pensamiento de manera sutil, impidiendo el éxito deseado. Reconocer y evitar estas trampas es fundamental para avanzar de manera sólida en el mundo del emprendimiento.

A continuación, te presentamos tres trampas comunes a las que todo emprendedor debe prestar atención:

1. Creencias autolimitantes:

Las creencias autolimitantes son suposiciones falsas que interiorizamos como verdaderas, limitando así nuestro potencial de éxito y crecimiento. Algunas de estas creencias pueden incluir frases como: «No tengo los contactos necesarios para obtener financiamiento», «Mi idea no es lo suficientemente grande» o «No tengo la experiencia para expandir globalmente». Es importante identificar y desafiar estas creencias para abrirnos a nuevas oportunidades y metas.

2. Adicción al éxito:

Más allá de la ambición saludable, la adicción al éxito implica una búsqueda constante de reconocimiento externo y logros para llenar vacíos internos. Este comportamiento, similar a una adicción, puede generar una insatisfacción crónica a pesar de los avances obtenidos. Es fundamental mantenerse enfocado en un propósito genuino y valores personales, más allá de la validación externa.

3. Falacia del costo hundido:

Este sesgo mental nos lleva a tomar decisiones basadas en esfuerzos pasados en lugar de evaluar el retorno de inversión actual y futuro. A veces, nos aferramos a proyectos o inversiones simplemente porque ya hemos dedicado tiempo y recursos a ellos, ignorando señales de fracaso evidentes. Es importante mantener una visión objetiva y estar dispuestos a aceptar los fracasos como parte del aprendizaje en el mundo empresarial.

Para evitar caer en estas trampas, es recomendable someter constantemente nuestros modelos de negocio a pruebas de mercado, buscar asesoramiento externo, practicar la atención plena, establecer círculos de confianza y automatizar el seguimiento de los fracasos. La autoconciencia, la honestidad y la objetividad son clave para el éxito sostenible en el emprendimiento.

En resumen, al ser conscientes de las trampas mentales y trabajar en superarlas, podemos impulsar el crecimiento de nuestras startups de manera más efectiva, enfocándonos en metas realistas y sostenibles. El verdadero éxito radica en el aprendizaje constante y la adaptabilidad frente a los desafíos del camino emprendedor.

Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.