Decía Winston Churchill que “las dificultades dominadas son oportunidades ganadas”.
No cabe duda que vivimos momentos complejos cuya máxima dificultad está en gestionar al mismo tiempo la crisis sanitaria mundial, el brusco frenazo de la economía, los inconvenientes derivados de un encierro a todos los niveles (personales, familiares), las limitaciones al desarrollo de la actividad laboral, los atascos en la justicia, las pegas para solucionar asuntos con la administración, etc. No es un momento fácil.
¿Es un buen momento para emprender? ¿Es adecuado plantear nuevos proyectos? Sin duda cualquier idea empresarial debe ser objeto de un análisis concienzudo, una reflexión exhaustiva sobre su viabilidad (oportunidad, mercado, sector, clientes, posicionamiento) y una auto evaluación de las competencias del emprendedor.
Este diagnóstico inicial de un elevado número de variables no nos garantizará el éxito pero al menos nos permitirá tener datos fiables para tomar nuestras decisiones.
Al contrario cuando nos lanzamos a desarrollar un proyecto empresarial con escaso estudio del mismo las posibilidades de fracaso aumentan de forma exponencial.
Las épocas de crisis generan incertidumbre y ésta es mala compañera para el consumo, que siempre suele moderarse o incluso retraerse. Pero también hay negocios que pueden florecer cuando todo parece complicarse.
Solo hay que mirar a nuestro alrededor y analizar qué cambios se producen en el consumo, en las expectativas de los clientes, o en sus necesidades.
Estos días asistimos a un boom de proyectos relativos a desinfección de locales, fabricación de mamparas o dispositivos de aislamiento, productos de limpieza e higienizantes , comercio online o creación de contenidos educativos.
Cierto que hay que separar el grano de la paja y ser capaz de discernir entre ideas que se convertirán en negocios efímeros y aquellos que serán sostenibles en el tiempo. Las startups y los emprendedores más avezados pueden vivir su particular época dorada si son capaces de aprovechar la oportunidad.
El economista Federico Steinberg afirma que “estamos caminando entre la niebla sin saber si la salida está lejos o no”. Y que mientras no tengamos una vacuna “debemos acostumbrarnos a tomar decisiones con altos índices de incertidumbre”.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.