Emprender, del peligro a la oportunidad

En el panorama actual, el emprendimiento se erige como una de las claves fundamentales para el desarrollo y el progreso de una nación. En el caso de España, nos enfrentamos a retos y oportunidades que definen nuestro camino en esta área.

Al analizar nuestra posición, observamos que en cuanto a Ciencia ocupamos un destacado lugar, siendo el cuarto país de la Unión Europea en publicaciones científicas. Sin embargo, en Innovación aún tenemos trabajo por hacer, ubicándonos en el puesto 29 del Global Innovation Index 2023, aunque hemos avanzado 10 posiciones con respecto al año anterior. En cuanto a Emprendimiento, es donde encontramos nuestro punto más débil y donde debemos enfocar nuestros esfuerzos para mejorar como sociedad.

Es fundamental entender qué implica emprender. Mientras que en español se relaciona con dificultad y peligro, en inglés se vincula con la habilidad para identificar nuevas oportunidades. Esta disparidad refleja la percepción cultural que influye en nuestra apreciación del emprendimiento.

Según el Observatorio del Emprendimiento (Informe GEM España / ENISA), en España tan solo el 27% ve el emprendimiento como una oportunidad, situándonos por debajo de la media europea. Además, nos enfrentamos a carencias en conocimientos y habilidades emprendedoras, así como a un alto índice de miedo al fracaso.

Para mejorar nuestra posición, es necesario abordar varios aspectos clave.

Primero, educación: Es crucial fomentar el espíritu emprendedor desde edades tempranas, promoviendo la visión de oportunidades y el desarrollo de habilidades emprendedoras a lo largo de la vida.

Segundo, facilitar la apertura de empresas: Si bien se han logrado avances en este ámbito, es necesario simplificar los procesos administrativos y promover legislaciones que impulsen el emprendimiento innovador, como la Ley de Startups.

Tercero, reconocimiento y valoración: Es fundamental valorar la labor de los emprendedores en la generación de empleo y riqueza para la sociedad, brindándoles el respeto que merecen.

Cuarto, referentes: Necesitamos modelos a seguir que inspiren y motiven a futuros emprendedores, destacando tanto los éxitos como las lecciones aprendidas de los fracasos.

Quinto, colaboración: Es imprescindible crear espacios de interacción entre emprendedores, instituciones educativas, centros tecnológicos, administraciones y actores clave en el ecosistema emprendedor para favorecer la innovación y el crecimiento.

El camino hacia un emprendimiento más próspero y valorado es un desafío que requiere de esfuerzo y compromiso, pero que aporta grandes recompensas. Es momento de transformar la percepción del emprendimiento en España, asociándolo con oportunidad, crecimiento y empleo, y dejando de lado los conceptos de dificultad y peligro que han limitado su desarrollo en el pasado.