Por ejemplo, alguien que tiene un bajo IQ puede ser muy inteligente en otros campos. Este descubrimiento produjo un término de inteligencia más abarcativo.
Así es como podemos ver personas con geniales calificaciones académicas mas con baja inteligencia social. También aplicando este término, Stephen Hawking no tiene una mayor inteligencia que Leo Messi, sino tienen inteligencias diferentes.
El caso de los savants, (sabios), se refiere a personas con fallas cognitivas graves, mas que, tienen un talento inusual en algún tema. Uno de ellos fue Kim Peek, que tenía poca habilidad para razonar, mas era capaz de memorizar mapas y libros enteros.
A continuación exploraremos las distintas inteligencias, de qué forma desbloquear el potencial creativo y sensible, y la relevancia de una educación holística para cultivar mejor a los ciudadanos del futuro.
La teoría reconoce 8 géneros de inteligencia, cada uno de ellos con su relevancia y singularidad:
Inteligencia Lingüística: Dominio del lenguaje y la comunicación eficaz.
Inteligencia Lógico-Matemática: Razonamiento lógico y resolución de problemas.
Inteligencia Espacial: Observación del planeta desde distintas perspectivas.
Inteligencia Musical: Habilidad para tocar, leer y componer música.
Inteligencia Corporal: Excelencia en habilidades físicas, desde danza hasta cirugía.
Inteligencia Interpersonal: Percepción profunda de las emociones y pensamientos del resto.
Inteligencia Naturalista: Conexión con la naturaleza y entendimiento del ambiente.
El genio no está determinado por la estructura física del cerebro, sino más bien por su capacidad para marchar de manera creativa.
Métodos concretos, como la retórica y la escritura, asisten a expresar el conocimiento y desarrollar la inteligencia.
La administración eficiente del tiempo y la psique es esencial para aumentar al máximo la productividad y la inventiva.
Es preciso aprender a armonizar los cerebros reptiliano, sensible y racional, lo que es vital para conseguir el equilibrio sensible y el pensamiento racional. Hay que lograr que los instintos, las emociones y los pensamientos apunten en exactamente la misma dirección.
La lectura y la imaginación desempeñan un papel esencial en la expansión creativa y en la resolución de inconvenientes.
La educación debe ir alén de la pura adquisición de conocimientos, abordando la vocación y las habilidades sensibles.
El empowerment brota del autoconocimiento y la alineación de talentos con objetivos, facilitado por un enfoque educativo integral.
Las relaciones significativas y la inteligencia social son componentes principales para el desarrollo personal y profesional.
Son los que dejan actuar con velocidad y reducir el tiempo, lo que reduce el uso de fuerza bárbara y aumenta la calidad. Estudiar muchas horas para compensar la carencia de procedimiento lleva a que cada hora agregada genere más cansancio y menos desempeño.
La fuerza bárbara es el pasaporte al burn out o cerebro quemado. Aprendiendo a dirigir el tiempo y la psique medra la productividad, una hora bien aprovechada vale por 4.
Lo que no se puede medir no se puede prosperar. La neuróbica (adiestramiento neuronal) se logra con adiestramiento cognitivo, asimismo es esencial medirse y equipararse con los modelos de la excelencia, experiencia famosa como ( benchmarking) y desarrollar así el empowerment (poder interior) bloqueado por las faltas metodológicas .
Como descubrió Pareto, en su ley 80/veinte, el 20% de los factores provocan el ochenta% de los resultados. Al aplicar la palanca de Arquímedes sobre esos mínimos vitales se potencia el desempeño. La mejor inversión es instruir, fortalecer y saber utilizar los recursos naturales.
Como vimos la teoría de las inteligencias múltiples cambió la manera de medir la inteligencia confirmando que se puede ser inteligente de diferentes formas.
El enfoque tradicional no hacía foco en la vocación como la inteligencia primordial. Pero como afirmó Séneca: no hay vientos convenientes si no sabes a dónde deseas llegar.
Tenemos un poder interior que el planeta conoce como empowerment y se transforma en poder inteligente (smart power) cuando conjuga el apreciar con la eficiencia. Acceder al apreciar implica armonizar la vocación, el talento y el mercado de trabajo.
No alcanza con saber lo que se quiere; sin lograrlo el deseo se frustra. Lo mismo ocurre si la carrera se escoge por imposición de la familia o de la sociedad de consumo, la que brinda un radar para imitar a ricos y conocidos mas no la brújula del autoconocimiento.
La inteligencia se bloquea asimismo por faltas metodológicas. El pensador Nietzche sugirió que los métodos son la mayor riqueza del hombre.
Un primer desajuste es la desinteligencia sensible, la carencia de correspondencia entre la vocación y las emociones que se experimentan en la actividad diaria. También se bloquea el apreciar por carencia de imaginación, o la bohemia: calentar la pava mas no tomar el mate.
El bloqueo estratégico consiste en no saber fijar metas; el que falla al planear planea fallar. Otro fallo común es no saber ejecutar el plan. Son habilidades que deben adiestrarse (aprender a aprender y a emprender).
Una virtud clave es la inteligencia social: implica seleccionar bien a los que nos van a acompañar en la senda de la vida. El capital social es la sumatoria de las relaciones productivas. Podemos proseguir contando inteligencias múltiples mas es conveniente saber que el auténtico “desarrollo” no es lo que tenemos sino más bien lo que hacemos con eso, para transformar el espíritu en materia.
Para que el genio que llevamos dentro no se quede encerrado en la lámpara de Aladino, debemos poder crear ideas y llevarlas la práctica. Para conseguirlo se precisa un entrenador que facilite detallar la vocación.
Por eso, la educación ha de ser la industria pesada del país por el hecho de que es la que fabrica los ciudadanos del futuro.
Desarrollar el genio interior implica reconocer y cultivar las inteligencias múltiples, desbloquear la inteligencia sensible y adoptar una educación holística. En este viaje, cada individuo puede descubrir su potencial creativo y contribuir significativamente a la sociedad. La educación, como la fuerza impulsora tras este proceso, debe transformarse en la piedra angular de nuestra sociedad, dejando que el genio interior de cada persona ilumine el camino cara un futuro próspero y armonioso.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.