Nuevo seísmo para el ya maltrecho mercado inmobiliario chino, que apenas se ha recuperado del golpe de la crisis del gigante Evergrande, ya hace prácticamente un par de años. Country Garden, la mayor promotora del país asiático por número de ventas, ha reconocido este martes que no ha podido abonar los intereses de dos emisiones de deuda y que está experimentado “presiones de liquidez” por un “deterioro de las ventas y por el entorno de refinanciación”. El anuncio ha disparado las alarmas en el ámbito, que se ha hundido en Bolsa.

El índice de referencia de Hong Kong, el Hang Seng, ha cerrado este martes con un retroceso del uno con ocho%, perjudicado por los números colorados de Country Garden, que se ha hundido un catorce con treinta y nueve%. Su filial de servicios lo ha hecho prácticamente un diez%. La jornada negra en Bolsa ha resultado en un mordisco de cinco mil millones de dólares estadounidenses en el valor de la compañía. Todas las grandes promotoras han cerrado la jornada en colorado, lastradas por el temor de los inversores a una nueva crisis de liquidez en el ladrillo chino. Valores inmobiliarios, como Kaisa Group (once con quince%), Mingfa Group (-diez,38%) o Times China (-nueve con cincuenta y dos%) han sido múltiples de los más perjudicados.

De pacto con Bloomberg, la compañía debía abonar, como tarde el pasado domingo, diez,5 millones de dólares estadounidenses en intereses en un bono emitido en dólares estadounidenses y que madura en dos mil veintiseis, como doce millones en otra emisión de deuda que vence en dos mil treinta. Ambos tienen un plazo de gracia de treinta días. De generarse el pago en ese tiempo, evitaría que la compañía fuera declarada en default o suspensión de pagos. IFR adelantó a inicios de mes que la compañía había anulado la colocación de trescientos millones de dólares estadounidenses en acciones, nutriendo aún más las dudas sobre su liquidez.

Evergrande

La quiebra de Country Garden supondría un duro golpe para un ladrillo chino, que no levanta cabeza desde el hundimiento de Evergrande: en el mes de septiembre de dos mil veintiuno, la promotora más endeudada del planeta tampoco pudo abonar sus bonos internacionales, desatando una crisis bursátil y de confianza en el ámbito, y haciendo sonar las alarmas de una burbuja inmobiliaria. El conjunto, que ya no cotiza en Bolsa, está inmerso en un opaco proceso de reestructuración y anunció el mes pasado las cuentas retrasadas de sus dos últimos ejercicios, con pérdidas de más de setenta y dos millones.

Country Garden fue uno de los supervivientes de aquella crisis, que dejó maltrecho al ámbito inmobiliario chino, responsable de más o menos una cuarta parte de la actividad económica del país. A Evergrande le prosiguieron otras compañías del ámbito, dejando en la estacada a un buen número de compradores de residencia chinos, y agudizando aún más la crisis de liquidez del ladrillo chino. De hecho, el año pasado se llegaron a generar quejas —raras en el país asiático— por el hecho de que las constructoras no llegaban a terminar y dar residencias a sus compradores.

Las ventas de la compañía, que a fines de dos mil veintidos tenía un pasivo de ciento noventa y cuatro mil millones, son consideradas desilusionantes por los analistas: en el mes de julio, fueron menos de la mitad que en exactamente el mismo mes del año pasado, y apenas una cuarta parte de las que efectuó en el mes de julio de dos mil veintiuno. Sus acciones se han hundido más de un veinticinco% este mes y prácticamente un sesenta% en lo que va de año. Según notifica Reuters, las ventas contratadas en el primer semestre han caído un treinta%. De pacto con datos compendiados por Bloomberg, la promotora deberá encarar pagos de deuda por más dos mil millones de dólares estadounidenses en lo que queda de año.

Mercedes Cruz Ocaña