“Ante las elecciones del próximo 23 de julio hay alguien que no habla claro. Alguien que amaga pero disimula. ¿Tiene un plan el Partido Popular para la economía española?”. Con estas palabras ha retado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a festejar un discute de clase económica de cara a los comicios generales. El jefe del Ejecutivo ha clausurado este lunes la primera jornada del 45º aniversario de CincoDías, un acontecimiento festejado estos días en el Teatro Real de Madrid. En su alegato, Sánchez ha instado al primordial partido de la oposición a “responder ya” si está presto a festejar esos debates electorales y ha alertado de que los fondos europeos están en riesgo si gana la derecha.
En un duro alegato contra las propuestas y los debates que promovió el PP en la campaña de las elecciones autonómicas y municipales del pasado veintiocho de mayo, Sánchez ha acusado a los populares de “jugar” con la economía de España y de esconder su plan de actuación en esta materia. “Sus planes económicos, si es que los tienen, no son un secreto que les pertenezca. Los españoles tienen derecho a conocerlos y contrastarlos. Eso es la democracia. Información y contraste, porque nos estamos jugando mucho”, ha añadido.
Por todo ello, y si bien a data de hoy “sigamos desconociendo el nombre de la persona y la letra del programa”, es una necesidad imperiosa que estos detalles se hagan públicos. “La oposición se ha negado a debatir en materia económica. Pero ha llegado la hora de que los españoles sepan de primera mano lo que se juegan”.
Lo que está encima de la mesa, a juicio del presidente, es la dicotomía entre el avance y el retroceso. Sobre todo por el hecho de que en economía confundirse tiene un doble castigo y “o que se tarda en desandar lo recorrido es un retraso de a menudo décadas”.
Así, se puede proseguir medrando con paz y justicia social o poner en riesgo todo lo cosechado hasta la data. Esto último, conforme ha alertado Sánchez, tendría “consecuencias terribles” para España asimismo por la vía presupuestaria. Cabe rememorar que todas y cada una de las medidas y políticas puestas en marcha por el Gobierno en los últimos meses “han sido acordadas con la Comisión Europea y tienen incorporadas las recomendaciones por país de Bruselas”. Por ello, su supresión supondría una mengua social y política, mas asimismo presupuestaria, con consecuencias claras en forma de procedimientos sancionadores y paralización de los desembolsos que dan forma al Plan de Recuperación que encauza los fondos europeos.
Este escenario es plausible. El jefe del Ejecutivo ha recordado que en Europa hay otros países “con gobiernos extremadamente escorados a la derecha” que ya están padeciendo esta situación, pagando además de esto “un enorme peaje en términos de coste reputacional”. “Yo no sé qué opinará el señor Feijóo, puedo imaginar lo que piensa el señor Abascal, pero, francamente, yo no quiero que España se parezca a esos países”. El PP, ha dicho el presidente como conclusión, desea destruir un modelo de éxito en desarrollo económico y creación de empleo. “Al menos tendrá que explicar por qué quiere cargárselo y con quién”.
Sánchez se mueve apacible y de manera cómoda en el terreno económico, un plano cuyos resultados Moncloa reclama como propios y que desea poner en el centro del discute a lo largo de las 6 semanas que quitan para las elecciones del veintitres de julio. Por eso, toda vez que es posible, desde el Gobierno aprovechan la ocasión para rememorar que los malos vaticinios que rodeaban hace meses a la economía de España no han terminado de llegar, quedando prácticamente diluidos a pesar de la guerra en Ucrania y la crisis energética y de costes. “Pocos entre los aquí presentes habrían podido anticipar una evolución tan positiva de la economía española en estos últimos meses”, ha remarcado Sánchez ya antes de resaltar los datos de empleo, con un récord de veinte con ocho millones de cotizantes, y la contestación a la pandemia y la guerra de Ucrania. “Algunos, los de siempre, corrieron a decir lo de siempre, y es que no se podía proteger” a los más frágiles. Sin embargo, ha añadido Sánchez, España siempre y en todo momento se medra frente a la contrariedad y da la mejor versión de sí.
Esa versión que Sánchez ha puesto en valor es la que ha tolerado al país, del que se afirmaba a fines del año pasado que podría entrar en recesión técnica, prosperar sus previsiones de avance del PIB con cada proyección y proseguir liderando el desarrollo en la Unión Europea tras haberse desplomado un once% a lo largo de la pandemia. A su vez, hay cierto acuerdo entre los primordiales organismos en que el déficit público va a poder rodear el límite recomendado del tres% del PIB desde dos mil veinticuatro. España asimismo se halla en el conjunto de asociados europeos que más avanzan en la contención de la inflación, tras haber registrado subidas récord, y el mercado de trabajo prosigue mostrando signos de solidez.
El Gobierno, con el Partido Socialista Obrero Español a la cabeza, fio prácticamente a la economía la campaña electoral que marcó los comicios autonómicos y municipales del pasado veintiocho de mayo. Al otro lado se halló con un Partido Popular que propuso la cita con las urnas como una ocasión para conseguir la “derogación del sanchismo”. Pese a la debacle que supuso para la izquierda el 28M el Ejecutivo prosigue deseando poner la economía en el foco. “Seamos responsables, claros y demócratas e iniciemos ese tiempo de debate cuanto antes”.