El presidente Gabriel Boric lamentó el rechazo de la Cámara de Diputados a la reforma fiscal, una de sus promesas de campaña con la que procuraba colectar el tres,6% del PIB en 4 años para financiar programas sociales de salud, pensiones y cuidado, y aseveró que el revés político no representa un golpe al Gobierno, sino más bien a los ciudadanos.

“Cuando el país empieza a enseñar señales de restauración, comenzamos a salir adelante de una crisis larga, hay un ámbito que procura que las cosas no cambien, dejarlas como están”, apuntó el líder al reaccionar a la nueva.

“Parece que el propósito de alguno es pegar el Gobierno e impedir los cambios, mas no es al Gobierno a quienes golpean sino más bien a los chilenos y chilenas”,  añadió, recordando que la reforma era clave para financiar su ambiciosa agenda social.

En exactamente el mismo tono que usó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, tras conocerse el resultado de la votación en la Cámara de Diputados, Boric remarcó que el rechazo es “una buena nueva para quienes eluden impuestos y los asesoraron”, mas aclaró que su Gobierno proseguirá impulsando la reforma.

“Pondré a todo el Gobierno a trabajar para edificar una reforma que sí sea aprobada. A quienes rechazaron o peor,  salieron de sala para no votar, les digo que en vez de comenzar una guerrilla de declaraciones y apuntarlos con dedo, les tenderé una mano a fin de que meditemos juntos y podamos tener una reforma tributaria”, agregó.

El pleno de la Cámara de Diputados rechazó por estrecho margen la iniciativa (setenta y ocho votos en contra, setenta y uno a favor y 3 abstenciones) en una jornada en la que no asistieron a votar 8 parlamentarios, entre ellos múltiples de la alianza de Gobierno.

El proyecto de ley, clave para financiar el programa del Ejecutivo, incluía la reestructuración del impuesto a la renta, la reducción de las exenciones tributarias, la aplicación de un nuevo royalty minero e impuestos castigos que apuntan a fomentar la preservación del medioambiente, como otras medidas de carácter social.

Con este resultado, el proyecto acaba su tramitación y el Ejecutivo no va a poder presentar ideas afines por un plazo de un año en la Cámara, si bien puede insistir en el Senado, donde tampoco tiene mayoría.

“Nuestro Gobierno va a proseguir rigiendo, no va a caer en el inmovilismo a fin de que la reforma fiscal que el país precisa sea una realidad, que dejará a la vez reformas pensiones y de salud con disponibilidad, apertura y predisposición al diálogo”, concluyó Boric.

La colecta tributaria en Chile supuso el diecinueve con tres% del PIB (PIB) en dos mil veinte, conforme la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), muy bajo el promedio en Latinoamérica, el veintiuno con nueve%, y de este propio organismo, un 33,5%.

Según los cálculos de Marcel, la reforma forzaría a abonar más impuestos “a un tres % de la población”.

EFE