Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Barcelona, Luis Hernández (Barcelona, 59 años) inició su actividad profesional en PwC y, tras fundar varias empresas, en 1990 creó Renta Corporación, una firma que inicialmente estaba especializada en comprar plazas de aparcamiento en Barcelona y que ahora es una inmobiliaria cotizada. Filántropo (la fundación que tiene con su mujer ha colaborado en más de 1.000 proyectos sociales durante 20 años), le gusta viajar y la naturaleza.
Pregunta. ¿Dónde suele ir de vacaciones?
Respuesta. En el mes de agosto solemos hacer un pequeño viaje familiar, este año a Formentera, y el resto del mes solemos ir a la Cerdaña, a 90 minutos de Barcelona, que es un pequeño paraíso.
P. Dígame un plan de ocio insuperable.
R. Ese paraíso que antes mencioné nos permite jugar al golf, un plan que me gusta. Nos permite disfrutar de la familia, los amigos, y combina otros deportes como el pádel, el esquí en invierno, el trial, que lo convierten en un planazo de escapada.
P. Qué tal concilia
R. Creo que bien, pero seguramente es mejorable. Mi mujer, Cristina (Cristina Orpinell), ha tenido más importancia en el cuidado de nuestros hijos y además me ha dejado poder hacer los planes divertidos con ellos al llegar a casa. Me ha permitido disfrutar de los niños.
P. O sea que en casa es usted el poli bueno
R. No sé si llego a ser eso, pero al menos el de los planes divertidos sí.
P. ¿Si tuviese que elegir otra profesión qué le habría gustado ser?
R. Me gustaba mucho la arquitectura. Creo que el grado de económicas es un grado muy polivalente, creo que la elección fue adecuada. Unos años más tarde hice el Pade en IESE, creo que fue un complemento. Yo tengo dislexia, y si bien ahora no es preocupante, cuando estudiaba me supuso un reto especial. Eso tuvo la parte positiva de que me dio una cierta resiliencia, pero también es un impedimento que te hace jugar en desventaja con respeto al resto.
P. ¿Qué cualidades cree que le han ayudado en su vida?
R. Creo que tengo una cierta iniciativa, soy optimista, me esfuerzo. También creo que tengo la cualidad de poder detectar talento que me complemente y me supere. Y retenerlo.
P. ¿Diría que está en un momento de su vida…?
R. Mis dos hijos mayores, Max y Valerie, trabajan en la compañía, están haciendo un trabajo fantástico. En algunas áreas de negocio estoy realizando cierto traspaso, aunque creo que todavía me queda mucho por hacer. Creo que el momento no es un momento fácil, es un momento de incertidumbre. Nosotros vivimos una crisis de 2007 a 2013, y cuando todo parecía ordenarse llegó el covid, Ucrania, los tipos de interés… ahí estamos.
P. ¿Qué consejos les da a sus hijos y qué consejos le han dado a usted?
R. Mi padre tuvo una industria gráfica, desde pequeño tuve la posibilidad de entender lo que era una compañía y me dio consejos muy acertados. A mis hijos les diría que se rodeen de un buen equipo, porque por muy bien que lo hagan, si tienen colaboradores por encima de sus capacidades, llegarán más lejos.
P .¿Cómo se lleva eso de tener hijos dentro del negocio?
R. No pensaba que se iban a incorporar. Para mí es un privilegio, en muchas cosas son claramente superiores a mí, puedo aprender de ellos.
P .¿Cuando no trabaja, qué le gusta hacer?
R. Hago bastante deporte, me gusta hacer pequeñas escapadas. Leo, paseo, me he habituado a audiolibros que me permiten hacer otras cosas.
P. ¿Alguno que le haya llamado la atención?
R. Sobre geopolítica, que hoy es tan importante, Abrazar el mundo, de Jorge Dezcallar [La esfera de los libros]. También Factfulness de Hans Rosling. Es un libro optimista que viene a decir que no estamos tan mal. La sociedad va a mejor y las cosas buenas se repiten en más países.
P. ¿Qué es lo que más le preocupa si piensa en el futuro?
R. Más que preocuparme, me ocupa la felicidad de mi familia, de los seres queridos, de los amigos. Intentar hacer las cosas bien. Renta Corporación, con sus capacidades limitadas, tiene una fundación, que preside mi mujer Cristina. Eso es lo que me ocupa y me ilusiona.
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