Los precios de los alimentos suman ya un año de escalada y las tensiones persisten, a pesar de que el IPC general se contuvo en el 3,3% en marzo. La mitad de los cerca de 60 tipos de alimentos incluidos en las estadísticas del INE han subido de precio en el último año por encima de la media de esta categoría, que se situó en el 16,5%. El azúcar, con un aumento interanual del 50,4%, la mantequilla (37,7%), el aceite de oliva (32,1%) y la leche (30%) encabezan los incrementos. También destaca el impacto de las subidas de hortalizas y legumbres frescas (27,8%), que se han acelerado desde enero. Esta escalada contrasta con la caída anual del 50% de la electricidad, del 15,3% del gasóleo y del 12,6% de la gasolina el mes pasado.
Los alimentos empezaron a subir, más lentamente, en la primavera de 2021, y la tendencia se aceleró sobre todo a partir de octubre de 2022. El incremento sin precedentes de los costes, sobre todo de la energía y las materias primas por el estallido de la guerra en Ucrania, y las malas cosechas, que se han traducido en una reducción de la oferta, son los elementos principales que explican la deriva alcista, que afecta al conjunto de la UE. Todo apunta a que se puede haber tocado techo —aunque el IPC alimentario siga en el 16,5%, frente al 3,3% del general, se trata de una décima menos que en febrero— pero no se ha trasladado a la cesta de la compra.
¿Por qué siguen subiendo? La cadena alimentaria es compleja y cada producto tiene un contexto específico. En el caso del azúcar, un componente clave para la industria, el precio se disparó en octubre y se ha mantenido alto desde entonces. Se trata de un fenómeno global. El índice del precio del azúcar de la FAO lleva dos meses subiendo, tras haberse moderado a finales de 2022, pero sigue en el mayor nivel desde octubre de 2016. “El incremento se debe sobre todo a las preocupaciones sobre la disponibilidad para la temporada 2022/2023, tras caer las previsiones de producción en la India, Tailandia y China”, explica el organismo dependiente de la ONU. El índice general de la FAO lleva un año a la baja, aunque no incluye frutas y verduras, y los precios siguen en niveles históricamente altos.
La mantequilla también está mucho más cara que hace un año. El precio subió un 37,7% interanual en marzo, según el INE, aunque se ha ido moderando desde diciembre (en el último mes del año pasado cerró con un alza anual del 42%). El incremento se debe principalmente a una baja en la producción de leche: muchos ganaderos han optado por sacrificar las vacas lecheras, porque resulta más rentable su carne. Para producir un kilo de mantequilla se requieren al menos 25 litros de leche, y la disminución en la producción de leche ha afectado la oferta del producto. La leche también ha subido (30%), aunque a un menor ritmo que los dos meses anteriores (33,4% en enero y 33,2% en febrero).
En el caso del aceite, las causas son similares. La histórica caída de la producción motivada por la sequía ha presionado los precios al alza y los pronósticos para la siguiente campaña no son muy alentadores. En marzo, la subida anual fue del 32%, la tercera mayor de todo el IPC, aunque menor que el 33,5% de febrero. Tanto el aceite como la leche se han visto beneficiados por la rebaja del IVA que entró en vigor en enero para combatir la inflación. En el caso del aceite, ha pasado del 10% al 5%; y se ha eliminado en el caso de la leche. Pese a ello siguen subiendo, aunque al aplicarse un IVA menor o ninguno, eso en principio ayuda a moderar las alzas.
Menos invernaderos
Aceite, mantequilla, azúcar y leche lideran las subidas de precios, pero lo hacen menos que el año pasado, según señala el INE. Lo mismo pasa con el pescado, el marisco, el queso y los huevos. Sin embargo, “cabe señalar, aunque en sentido contrario, la subida de los precios de las legumbres y hortalizas y otros productos alimenticios, mayor que en el mismo mes de 2022″, advierte. Estos productos han sido los que más han pesado en el IPC de los alimentos. En el caso de las legumbres y hortalizas frescas, la subida de precios anual fue del 27,8%, mientras en enero se situaba en el 11,5% en términos anuales. La menor producción es también una de las grandes causantes de estas subidas: los invernaderos del centro de Europa y el Reino Unido han estado parados estos meses (funcionan con gas y no resultan rentables) y la demanda se ha concentrado en el sur de la UE, especialmente Huelva y Almería, zona conocida como la huerta de Europa. Con la llegada de la primavera, esta situación debería normalizarse.
¿Continuarán las subidas? Todo apunta a que, entre abril y junio, deberían remitir, aunque el Ministerio de Agricultura ha advertido que el proceso será lento. La moderación de los costes se empieza a detectar en la cadena alimentaria (desde los productores hasta los supermercados), según ha indicado Mercadona esta semana, que ha anunciado rebajas de precios en 500 productos hasta final de año a causa de la nueva tendencia. Otras cadenas han anunciado medidas para abaratar la cesta de la compra. Recientemente, Eroski anunció el lanzamiento de una cesta de la compra con 600 productos básicos a menos de 2 euros. Mientras, el grupo Dia anunció el martes pasado un incremento del 15% de su inversión en promociones, hasta 150 millones de euros, “para apoyar el ahorro de las familias”.
Sobre la rebaja del IVA, la organización de consumidores Facua ha publicado un informe este viernes en el que destaca que cuatro de cada diez de los alimentos afectados por la medida han subido su precio en los supermercados desde enero. Mientras, la OCU calcula que la escalada de precios de los alimentos en el último año supone un sobrecoste anual medio en la cesta de la compra de 924 euros.
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Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.