Ya hemos visto este panorama ya antes.

Desde el colapso de los trenes en el siglo XIX hasta la Gran Depresión de los años treinta, pasando por la crisis de las cajas de ahorro y los préstamos de finales de los ochenta y principios de los noventa y la Gran Crisis Financiera de 2008/2009, la especulación sobre la inversión, el apalancamiento y el exceso de lo que semeja ser algo bueno acostumbra a terminar mal para los inversores y las instituciones financieras que participan en ese juego. Silicon Valley Bank es ahora la última víctima de un patrón largo, mas en ocasiones olvidado, de los riesgos del peligro de estar demasiado expuesto a un área de la economía con un alto grado de especulación y sobrevaloración.

Como afirmó una vez Warren Buffett: «Sólo se descubre quién nada desnudo cuando baja la marea».

Buffett asimismo afirmó una vez: «Las ocasiones llegan con poca frecuencia. Cuando llueva oro, saca el cubo, no el dedal».

La historia de fondo del Silicon Valley Bank

Para Silicon Valley Bank y ciertas start-ups tecnológicas que hicieron negocios con ellos, la corriente de reflujo empezó con el incremento de la inflación a fines de dos mil veintiuno, que llevó a unos géneros de interés significativamente más altos. Esto condujo a un mercado bajista en las acciones, en particular en las acciones de desarrollo en dos mil veintidos, que se extendió a las valoraciones del mercado privado. A las compañías de capital peligro les resultaba poco a poco más bastante difícil conseguir fondos, por lo que muchas comenzaron a recurrir a sus saldos de caja para cubrir gastos.

Para empeorar las cosas, Silicon Valley Bank invertía en bonos del Estado de larga duración y, conforme subían los modelos de interés, esos bonos perdían valor. Necesitada de capital, la compañía tenía planes para procurar lograrlo, mas la FDIC no iba a aguardar.

El ocho de marzo el Silicon Valley Bank era solvente, el nueve de marzo los clientes del servicio procuraron retirar cuarenta y dos millones de dólares estadounidenses y el diez de marzo la FDIC había tomado el control del banco. Fue el tradicional pavor bancario.

Riesgos y oportunidades

Los inversores podrían examinar este acontencimiento del Silicon Valley Bank de dos formas. La primera se refiere a los efectos de contagio que pueden afectar a los mercados, otros bancos y empresas. Roku, el servicio de streaming, tenía cerca de quinientos millones de dólares estadounidenses en depósitos en el banco. La empresa contaba con un total de mil novecientos millones de dólares estadounidenses en efectivo, por lo que el veinticinco% del efectivo de la firma podría no ser recuperable. Empresas como Roku van a recibir certificados de suspensión de pagos por sus saldos no asegurados y deberán aguardar para poder ver si recobran parte o su dinero. Sin duda va a haber más historias como esta, y aún se ignoran las consecuencias finales.

Pero estos sucesos históricos acostumbran a traer consigo una ocasión para el inversor paciente en un largo plazo, que es la segunda forma de ver la situación.

Los inversores ventajistas que se fijan en el ámbito bancario pueden comenzar a preparar sus listas de adquiere conforme brotan valores. Desde finales de dos mil veintiuno, el ETF Financial Select Sector SPDR ha bajado cerca de un dieciseis%, al paso que el SPDR S&P Regional Banking ha caído más de un veinticinco%. Pero, bajo el capó, muchos valores financieros han bajado considerablemente más.

El gran gestor de fondos de inversión Peter Lynch afirmó una vez: «Invertir sin investigar es como jugar al stud póker y no mirar jamás las cartas«. Mi investigación se fundamenta en los métodos de selección de valores de grandes inversores como Peter Lynch y Warren Buffett y otros muchos. He extraído los criterios de inversión esbozados por Buffett, Lynch y otros en modelos de inversión informatizados y clasifico los valores mediante este sistema que se compone de veintidos modelos diferentes de selección de valores que van desde el valor, la calidad, el desarrollo a un costo razonable, el desarrollo puro y el impulso. Gracias al extenso y diverso conjunto de modelos, puedo examinar los valores mediante múltiples enfoques de inversión y ver de qué forma se valoran esencialmente una extensa gama de empresas. Por ejemplo, he analizado los diez primordiales bancos monetarios de Estados Unidos que consiguen la calificación más alta en el instante actual.

Aunque la reciente quiebra de Silicon Valley Bank puede tener efectos de contagio que afecten a otros mercados, bancos y empresas, asimismo existe potencial a fin de que el inversor disciplinado y en un largo plazo halle ocasiones en el ámbito bancario. Como afirmó una vez Lynch: «Conoce lo que tienes, y conoce por qué lo posees». Investigando a fondo, eludiendo aceptar peligros excesivos y sosteniendo la disciplina y la concentración a lo largo de los periodos de agitación del mercado, los inversores pueden aprovechar las ocasiones creadas por las crisis.

Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.