El desembolso de las ayudas autonómicas con cargo al plan europeo de recuperación pospandemia está avanzando a un ritmo más lento de lo esperado. Según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), solo se ha ejecutado el 46% de los fondos comunitarios destinados a iniciativas energéticas. Estas ayudas incluyen el impulso al coche eléctrico, la aerotermia, la rehabilitación de edificios para aumentar la eficiencia y la instalación de paneles solares en hogares y empresas, entre otras actuaciones.

Las ayudas territorializadas, gestionadas por las administraciones autonómicas, suman alrededor de 4.700 millones de euros solo para actuaciones energéticas. Hasta el momento, los datos disponibles ofrecen una visión general de todas las comunidades, sin estadísticas individuales que permitan comparar el desempeño entre autonomías.

Los retrasos en la concesión de ayudas son generalizados, particularmente significativos en el caso del Moves, que busca la sustitución de vehículos antiguos por otros más eficientes y la electrificación del parque móvil español. También en el ámbito del autoconsumo, se han reportado retrasos de hasta dos años en la transferencia del dinero a los beneficiarios en algunas regiones, según denuncias de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y otras asociaciones sectoriales.

Las comunidades que más fondos territorializados han recibido son Cataluña (710 millones), Madrid (525) y Andalucía (522), seguidas por Canarias (409), la Comunidad Valenciana (334) y Baleares (casi 280 millones). Factores como la población y la diligencia en la solicitud de ampliaciones influyen en este reparto.

Desafíos y oportunidades

El plan de recuperación ofrece la oportunidad de transformar la fisionomía del país a largo plazo, pero también representa un desafío para las administraciones debido al volumen sin precedentes de recursos y proyectos a gestionar en un corto periodo de tiempo.

La transformación del sistema energético es crucial, ya que representa una proporción significativa de los fondos europeos asignados a España. El IDAE ha movilizado el 91% del total de las partidas gestionadas directamente por el Gobierno central, destinando más de 9.500 millones de euros a más de 2.200 proyectos en 25 líneas de ayudas.

Gran demanda

La avalancha de peticiones ha sido abrumadora, con unas 200.000 personas o empresas beneficiadas hasta la fecha. Las solicitudes de ayudas territoriales cuadruplican el presupuesto inicialmente establecido, lo que ha llevado a incrementar el presupuesto y a negociar créditos adicionales con la Comisión Europea para poder ampliar los programas de ayudas.

En resumen, la gestión de los fondos europeos para energía en España presenta desafíos significativos y la necesidad de agilizar los procesos para poder aprovechar todas las oportunidades que ofrece este plan de recuperación histórico.

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Mercedes Cruz Ocaña