La Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, ha pulsado el botón de pausa tras diez subidas sucesivas de las clases de interés con la meta de domeñar la inflación. En vías de conseguir su propósito, a juzgar por los datos del IPC de mayo —los más moderados desde abril de dos mil veintiuno, en lo que se refiere a su tasa interanual—, los responsables de política monetaria del banco central han decidido frenar provisionalmente el encarecimiento del dinero, que el mes precedente llegó al rango del cinco%-cinco,25%, el nivel más alto desde dos mil siete. La pausa no significa, no obstante, una suspensión terminante, pues no se descarta una nueva subida en su sesión de julio. Todo va a depender de la marcha del mercado de trabajo, sorprendentemente fuerte mas con señales de moderación en los sueldos, y sobre todo del comportamiento de la inflación latente, enquistada en comparación con la general.
“Mantener el rango objetivo (de tipos de interés) en esta reunión permite al Comité evaluar la información adicional y sus implicaciones para la política monetaria”, ha dicho este miércoles el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en sus iniciales en inglés), el órgano directivo de la política monetaria, en una declaración unánime al término de la sesión de un par de días. Las nuevas subidas de tipos “tendrán en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, los retrasos con que esta afecta a la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera”, agrega el comunicado. El FOMC asimismo ha elevado la previsión de desarrollo para este año al 1% frente al cero con cuatro% previsto en el mes de marzo, y rebajó levemente a tres con dos% su pronóstico de inflación, desde el precedente tres con tres%.
En su frecuente comparecencia tras el anuncio del Comité, Jerome Powell, presidente de la Fed, corroboró que la entidad prosigue de manera firme comprometida a reducir la inflación al objetivo del dos%, un control preciso para conseguir “un periodo sostenido de condiciones sólidas en el mercado laboral que beneficien a todos”, con un “mejor balance entre el mercado laboral y la demanda”. Powell destacó que “casi todos los miembros del Comité creen que será apropiado subir más los tipos este año”. El mercado de trabajo prosigue fuerte, agregó, mas hay señales de alarma, como cierta debilidad en el ámbito de la residencia, y exactamente la misma presión inflacionista, “que continúa siendo alta”. Aunque se ha recorrido camino, recordó Powell, “reducir la inflación es una tarea ardua”. En su breve mensaje, Powell informó de que va a tomar las resoluciones “reunión a reunión”. “En esta reunión, a la vista de lo lejos y lo rápido que nos hemos movido, hemos considerado prudente dejarlos sin cambios”.
A la vista de los datos de inflación de mayo, analistas e inversores apuntaban que la Reserva Federal no movería ficha esta vez, por vez primera en quince meses. La aguardada pausa de la Reserva Federal ha contribuido a impulsar ciertos campos sensibles a las clases —en particular, los valores tecnológicos— en las últimas semanas, llevando el primer día de la semana a los índices Nasdaq y el S&P quinientos a máximos de catorce meses, con el segundo en territorio alcista. Sin embargo, la previsión de una reanudación de las subidas ha hecho caer la Bolsa este miércoles. El S&P quinientos interrumpió una ráfaga de 4 días de ganancias, al paso que el índice Dow Jones perdió más de un 1%. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a un par de años, más sensibles a los movimientos inminentes de la Reserva Federal, subieron 9 puntos básicos, hasta el cuatro con setenta y cinco%.
La persistente inflación latente, notable en el costo de los vehículos utilizados, las tarifas aéreas y el alojamiento vacacional, es motivo de preocupación. Según Michael Gapen, economista jefe del Bank of America, esta circunstancia sostendrá la presión sobre la Fed para subir las clases este verano. “Un salto no es lo mismo que una pausa prolongada”, escribió en una nota anterior a la publicación del IPC de mayo. Otro de los factores a estimar por el FOMC es el efecto que la quiebra de 3 bancos regionales tenga en la concesión de préstamos, agudizando la caída del crédito. La demanda de préstamos ha caído conforme subían las clases de interés.
Para Callie Cox, analista de mercados de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, “el aterrizaje suave [de la economía] aún parece posible”. “La Fed sigue controlando la inflación, el mercado laboral sigue lo suficientemente fuerte como para protegernos de una recesión y los precios se están enfriando significativamente”, explicaba este martes en una nota a clientes del servicio.
“La evolución de la inflación también da a la Fed un amplio margen para hacer una pausa en las subidas de tipos. La inflación de los servicios excluidos los alquileres —la medida que Powell ha reclamado en las últimas reuniones— está ahora en línea con el IPC general. Se trata de un avance importante. Por fin, la Reserva Federal avanza en la contención de la demanda”. El ritmo de subidas desde marzo de dos mil veintidos ha sido el más beligerante desde los años ochenta.
Una pausa, no obstante, “no significa que la Reserva Federal esté aflojando su control sobre la economía”, destaca Cox. “Los tipos siguen en máximos de 15 años, y la Fed no tiene motivos para bajarlos a menos que veamos indicios de recesión en el mercado laboral. Aunque el riesgo de una inflación persistentemente alta está desapareciendo poco a poco, aún tenemos que ver todos los efectos del endurecimiento sobre la economía”.
Según apuntan ciertos analistas, “saltarse” una subida de tipos en la sesión de esta semana puede ser la manera más eficiente de que Powell una a un comité de política monetaria dividido entre halcones y palomas. Los dieciocho miembros del FOMC se reparten entre aquéllos que están en favor de una o dos subidas más de tipos y los que desearían dejar el tipo clave de la Fed sin cambios a lo largo de por lo menos unos meses, para poder ver si la inflación se modera aún más, por miedo a que una subida demasiado violenta acreciente el peligro de provocar una profunda recesión.