De acá a dos mil treinta, la Unión Europea busca reducir en cuando menos un cincuenta y cinco% sus emisiones respecto de los niveles de mil novecientos noventa. Es es el propósito del plan comunitario Fit for 55, que acarreará una transformación de la economía y, con ella, del mercado de trabajo. Para el final de esta década, conforme con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), los cambios del modelo productivo, que van a llevar el mercado de trabajo cara los servicios, reducirán en un tres% —comparado con 2019— la utilización en manufacturas y en el campo agrario, al tiempo que va a aumentar los puestos entre un cuatro% y un cinco% en el resto de actividades.

De cumplirse los objetivos climáticos del Fit for cincuenta y cinco, los ámbitos que están sujetos al pago de derechos de emisión (ETS) —que son los más intensivos en emisiones— padecerán fuertes reducciones de su producción, defienden desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en su informe anual sobre habilidades laborales, presentado este lunes. La minoración de su actividad va a tener influencia directa en la utilización de estos ámbitos, que se apreciará singularmente en los trabajadores que acaparan uno de cada 4 puestos: los manufactureros y los empleados del campo. Con todo, los ámbitos más perjudicados, si bien intensivos en lo que se refiere a emisiones, representan menos del seis% del empleo en la Unión.

Los cambios en el trabajo, apunta el informe, resultan de la “relocalización del empleo entre sectores”. La economía, defienden, se dirigirá —aún más— cara los servicios, aparte de cara los ámbitos de manera directa implicados en la transición energética (como las renovables), en menoscabo de la industria. Con todo, desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos apuntan que el resto de ámbitos va a aumentar su empleo y compensará la destrucción de puestos en las industrias más perjudicadas por la transición ecológica.

El cambio del modelo productivo se va a traducir en nuevas necesidades del mercado de trabajo. Stefano Scarpetta, directivo de Empleo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, ha señalado en la presentación del informe que la transición no debe llevar a la vulnerabilidad de los trabajadores de ámbitos más contaminantes, que habrán de ser gradualmente realojados. De acá a dos mil treinta, la necesidad de habilidades en “expresión oral”, marketing, informática, idiomas, economía y contabilidad, atención al usuario, administración y administración o recursos humanos van a ser las más demandadas. La mayoría de estas cualificaciones son esenciales en los ámbitos de “servicios a las empresas” y “servicios públicos”, que emplean a numerosos trabajadores en las economías de la UE, apunta el informe.

El documento publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos se centra, aparte de en el reto del cambio climático, en el efecto de la temida inteligencia artificial en el mercado de trabajo. Aunque los especialistas aún no han percibido un incremento relevante de demanda por habilidades relacionadas directamente con el desarrollo de la inteligencia artificial, Scarpetta ha señalado la ocasión que esta puede suponer para asistir a los trabajadores a desarrollar sus habilidades. Como ejemplo, ha apuntado a las posibilidades que supone para un trabajador que no sabe código, mas que por medio de una inteligencia artificial puede programar.

La falta de mano de obra cualificada es un inconveniente trasversal a las grandes economías europeas, singularmente en el campo de la construcción. Los ejecutivos, con sus diferencias, están abordando esta cuestión por medio de la inmigración: mientras que en España se han rebajado los requisitos de capacitación para regular a extranjeros —y se busca autorizar la contratación de perfiles técnicos de la construcción fuera del país—, en Francia se discute este lunes un proyecto de ley de inmigración que va a facilitar la entrada de profesionales de ámbitos tensionados.

Mercedes Cruz Ocaña