El cartel del crudo lo tiene claro: en frente de los vaticinios de fuerte ralentización de la demanda, sus datos afirman otra cosa. “Los fundamentales del mercado petrolero siguen siendo fuertes pese a los exagerados sentimientos negativos”, se lee en el último informe mensual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), publicado este lunes. El ente examina, además de esto, sutilmente en alza el consumo mundial en dos mil veintitres y sostiene estables sus pronósticos para dos mil veinticuatro.
El organismo, con sede en Viena y siempre y en todo momento dirigido por Arabia Saudí —que lleva meses aplicando, con Rusia, un fuerte tijeretazo sobre su oferta para poder mantener la cotización del crudo—, sostiene que la demanda global de esta fuente de energía sucia “sigue demostrando fortaleza y resiliencia”, con datos “mejores de lo esperado” en este cuarto trimestre del año. Particularmente, agrega, por la capacidad de aguante de las importaciones chinas —y, por norma general, asiática— para sus refinerías y, en menor medida, por el buen tono de los viajes internacionales en aeroplano, que elevan el consumo de keroseno.
“La robustez del mercado físico de petróleo se ve reflejada en los diferenciales vistos en prácticamente todas las regiones en octubre y en lo que va de noviembre”, aquilatan los técnicos de la OPEP. El documento ve la luz en un instante clave, con el barril de brent (el que se toma de referencia en Europa) instalado meridianamente bajo el nivel de costes precedente al comienzo de la guerra en Oriente Próximo y en zonas de mínimos desde el pasado verano. Un descenso que el cartel atribuye de forma directa a la mano de los “especuladores”.
El conjunto de países exportadores fía su previsión de mejora de la demanda este año a la marcha de la economía estadounidense, que está resistiendo sorprendentemente bien las subidas de géneros de interés aplicadas por la Reserva Federal para supervisar la inflación. También a la reciente revisión en alza del desarrollo en China por la parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los peligros a la baja, arguye, podrían venir por un endurecimiento de la política monetaria se sostuviese más de lo previsto o que se generen “desarrollos geopolíticos” que no acaba de acotar.
La versión ampliada del cartel —la llamada OPEP+, en la que asimismo está abarcado el tercer mayor productor y segundo exportador de crudo del planeta, Rusia— se reunirá el próximo día veintiseis para comprobar su política de bombeos. A juzgar por lo expresado en los últimos meses por Riad y Moscú, sus líderes de facto, todo apunta a que los recortes de oferta seguirán en los próximos meses. Contradiciendo, en parte, la confianza del último informe en la firmeza de la demanda.
_