La globalización ha sido un tema que ha generado opiniones encontradas a lo largo de los años. Andrés Rodríguez Pose, catedrático de Geografía Económica de la London School of Economics, destaca que las últimas tres décadas han sido positivas para las clases medias a nivel global. Si bien países como China, India, Indonesia, Vietnam y Tailandia han experimentado un aumento significativo de su clase media debido a la globalización, aún existen desafíos en otras regiones, como África y América Latina, donde la disparidad económica persiste.
Según Rodríguez Pose, la globalización ha beneficiado a las clases medias de países en desarrollo que más exportan, al tiempo que ha tenido un impacto negativo en los países desarrollados, especialmente en Europa Occidental. A pesar de esto, el catedrático reconoce que el comercio internacional puede mejorar el bienestar de todos los países involucrados.
Es importante tener en cuenta que la globalización ha llevado a una reestructuración del sistema productivo en Europa, donde se ha observado un crecimiento de empleos de alto valor añadido en áreas como la gestión y la investigación, a expensas de la producción manufacturera. Esta transformación ha generado lo que Rodríguez Pose describe como «polarización de la economía», con una disminución de las clases medias tradicionales y un crecimiento de las clases medias altas.
El impacto de la globalización en el empleo ha sido significativo. Según investigaciones realizadas por Rodríguez Pose, se crearon más de un millón de empleos en el Reino Unido entre 2005 y 2020, aunque la distribución geográfica y el tipo de empleos generados han variado. Esta polarización económica plantea desafíos en términos de movilidad laboral y acceso a oportunidades para diferentes segmentos de la población.
Además, la migración interna y la difusión de la actividad económica en grandes ciudades son factores clave en el ajuste a los cambios provocados por la globalización. Si bien las grandes urbes pueden actuar como centros de crecimiento, no todas logran un desarrollo equitativo, lo que a su vez plantea desafíos en términos de equidad regional y acceso a oportunidades para todas las personas en un país.