Enrique Selva ha decidido dar el salto al Nasdaq. Su conjunto Umbrella Solar ha registrado el folleto de una oferta pública de acciones de su filial Turbo Energy frente a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC). La oferta es singular. Solo se pretende poner un cuatro% del capital y, descontando los gastos, la compañía estima que colectará entre tres,8 y cuatro,5 millones de dólares estadounidenses (entre tres,5 y cuatro,1 millones de euros). Pese a lo reducido de la colocación, aspira a conseguir una valoración de ciento treinta a ciento cincuenta y seis millones de dólares estadounidenses, con lo que la filial valdría más que nada el conjunto, que cotiza en BME Growth.
De lograr el éxito la colocación y conseguir la admisión en el Nasdaq, la compañía valenciana cotizaría mediante certificados de depósito de acciones (ADS), cada uno de ellos de los que equivaldría a dos acciones. La empresa aspira a poner un millón de ADS a un costo que se ubicaría entre cinco y seis dólares estadounidenses (un par de millones de acciones a dos,5-tres dólares estadounidenses por título), conforme la banda indicativa y no vinculante incluida en el folleto.
Tras la operación, Turbo Energy tendría cincuenta y dos con ochenta y cinco millones de acciones, lo que le daría ese valor de ciento treinta a ciento cincuenta y seis millones de dólares estadounidenses, o sea, de ciento dieciocho a ciento cuarenta y dos millones de euros, al género de cambio actual. Umbrella Solar, que tiene el cien% del capital de esa filial, vale en Bolsa ciento treinta y seis millones, tras subir este martes un cuatro% al calor de la nueva de la salida a Bolsa de su filial.
Turbo Energy se dedica al desarrollo, diseño, producción y comercialización de productos destinados a instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo residencial, comercial e industrial. La mayoría de sus ingresos procede de las baterías eléctricas, que importa de China. Su gran apuesta, si bien aún aporta poquísimo al negocio, es una batería inteligente llamada Sunbox. Es una compañía con treinta y seis empleados, cuatro millones de fondos propios y quince millones en activos que facturó treinta y uno millones de euros en dos mil veintidos y tuvo un beneficio de uno con tres millones. Aspira a cotizar, en consecuencia, con una valoración que sería el equivalente a más de cien veces sus beneficios. La empresa no prevé repartir dividendos en el futuro previsible.
El folleto advierte de la dilución inmediata que padecerán los nuevos accionistas con relación a los fondos propios. Los actuales accionistas, que han invertido unos tres,1 millones de dólares estadounidenses en la compañía, va a tener el noventa y seis% del capital tras la colocación, al tiempo que los nuevos accionistas, con una inversión de cinco millones de dólares estadounidenses, van a tener el cuatro%, explica. El costo de colocación supone entre treinta y cinco y cuarenta veces el valor en libros.
“El precio de oferta pública inicial de nuestros ADS se ha determinado mediante negociación entre nosotros y los colocadores, basándose en varios factores, entre ellos las condiciones imperantes en el mercado, nuestros resultados históricos, las estimaciones de nuestro potencial empresarial y nuestras perspectivas de beneficios, así como las valoraciones de mercado de empresas similares”, explica la compañía. El colocador es la firma Boustead Securities.
Pagar las nóminas
Como la operación de colocación acarrea gastos y comisiones, la compañía calcula que al final lo que captará van a ser unos tres,8 millones de dólares estadounidenses netos (o hasta cuatro,5 millones si los colocadores ejercitan una oferta auxiliar), asumiendo que la colocación se hace a un costo de cinco dólares estadounidenses.
Las cuentas que presenta en el folleto sobre el uso de los fondos no acaban de cuadrar, mas la compañía afirma que destinará el dinero a abonar las nóminas y cotizaciones sociales de los empleados, a desarrollar hardware y software, a desarrollar nuevos mercados, a gastos operativos y a capital circulante. La colocación dejará reducir la deuda de la compañía, hoy día de unos ocho millones.