Cada vez resulta más complicada la búsqueda de soluciones a la escasez de vivienda en España, especialmente entre la población joven. A pesar de la buena marcha de la economía, respaldada por el informe positivo del FMI, la falta de viviendas puede convertirse en un obstáculo importante que afecta la movilidad y la atracción de talento en el país.
El FMI pronostica un crecimiento del PIB superior al 2% tanto este año como el próximo, sustentado en el dinamismo del mercado laboral y la solidez del tejido productivo. Sin embargo, la escasez de vivienda es un problema social de gran relevancia que también influye en la inflación y en los costes de producción.
Uno de los principales desafíos radica en la falta de oferta de viviendas, ya que en los últimos años se ha construido menos de la mitad de lo necesario para cubrir la demanda derivada del crecimiento demográfico. A pesar de que el suelo urbano es abundante en España, el déficit de construcción no se debe a esta escasez, sino a disfunciones en el mercado que impiden una solución efectiva.
Para impulsar la construcción de viviendas, es fundamental brindar seguridad jurídica a los promotores, agilizar los trámites administrativos y reducir los periodos de impugnación. Además, es crucial canalizar la inversión hacia el mercado de alquiler, que es el más demandado y necesario para la movilidad de los jóvenes.
La incertidumbre en torno a los costes de construcción y la disponibilidad de mano de obra también limitan la inversión en el sector. Mejorar las condiciones laborales y ofrecer programas de formación adecuados pueden contribuir a paliar esta situación.
En resumen, la intensificación de la escasez de oferta de vivienda requiere un plan integral para abordar los obstáculos a la inversión en el sector. Medidas como la reducción de los tipos de interés o los estímulos a la demanda, aunque comunes, no serán suficientes para contener la escalada de precios y el déficit de viviendas asequibles en el país.
Alquiler
Según Eurostat, el 24,7% de la población española vivía en una vivienda en alquiler en 2023, un porcentaje en aumento desde la crisis financiera. Aunque similar a otros países mediterráneos, España aún está por debajo de la tendencia de alquiler en países como Alemania o Francia. Solo una minoría de inquilinos se beneficia de alquileres reducidos o subvencionados en España.