El inicio de las vacaciones, el dinamismo del campo turístico y las terrazas llenas predicen un buen verano para el uso. La campaña estival, que empieza a mediados de junio, producirá algo más de quinientos mil de contratos (quinientos siete mil noventa), un dos con tres% más que en exactamente el mismo periodo del año precedente, cuando se firmaron 495.694. La mayoría de esos nuevos empleos se ofertarán en el sector hotelero (el 37,4%) y en el logístico (28,9%). Les siguen el comercio (15,6%), los restaurantes (14,9%) y el ocio y entretenimiento (3,3%), según anticipa un estudio de la empresa de recursos humanos Randstad.

En la misma línea apunta Adecco, también dedicada a la selección de personal. La compañía anunció este jueves 3.800 puestos vacantes distribuidos en tres sectores: hostelería, centros de atención telefónica y hostelería. Estas ramas laborales tienen, según la empresa, “grandes dificultades para cubrir todas las posiciones que surgen durante esta época del año”. Los principales perfiles que se requieren son agentes de venta telefónica, camareros, cocineros, camareros de piso, repartidores, dependientes y promotores de punto de venta.

Si se comparan las previsiones de Randstad con los datos del verano previo a la entrada en vigor de la reforma laboral —aprobada en diciembre de 2021— se observa que el número de nuevas vacantes es un 4% inferior. Según el informe, se firmarán 21.293 contratos menos este año que en 2021, pero esta dinámica, que también se observó el año pasado, no es necesariamente negativa. Hay dos factores que vuelven menos espectaculares las previsiones de contratación estivales: el primero es que las empresas han anticipado las contrataciones por la dificultad que manifiestan para encontrar trabajadores, y el segundo tiene que ver con el efecto de los fijos discontinuos.

Históricamente, el verano ha incrementado la afiliación a la par que la temporalidad, con contratos que respondían al aumento de la actividad en sectores relacionados con el turismo y los servicios. Una vez descendía la carga de trabajo, se extinguía el contrato. La reforma laboral, con la figura de los fijos discontinuos, hace que los trabajadores sigan teniendo relación laboral con la empresa aunque estén en periodo de inactividad, por lo que su incorporación no cuenta como un nuevo puesto de trabajo.

Por otro lado, las dificultades que han manifestado los empresarios para encontrar mano de obra en ciertos sectores puede haber hecho que algunas contrataciones se hayan llevado a cabo con cierta antelación, por lo que el “efecto verano” en el empleo se ha difuminado ligeramente. Al respecto, la consultora KPMG publicaba un informe este mes de mayo en el que señalaba que ocho de cada diez empresas tienen problemas para cubrir vacantes.

Randstad apunta que, para aquellos que no hayan sido precavidos, encontrar profesionales con tan poco margen de tiempo requerirá “que los empleadores sean conscientes de qué es lo que demandan los profesionales” y señalan dos elementos clave para atraer talento: el salario y la posibilidad de conciliación. “Los trabajadores españoles valoran cada vez más aspectos relacionados con la calidad de vida, como el ambiente de trabajo, la seguridad laboral y el desarrollo profesional”, concluyen.

Andalucía encabeza la oferta de empleo

Andalucía (con 102.910 contrataciones), Cataluña (74.260) y Valencia (57.750) son las comunidades donde se incorporarán más trabajadores, al igual que sucedió en verano de 2022. Se espera que registren un mayor incremento con respecto a la temporada pasada Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha. Andrés Menéndez, director general de Staffing de Randstad (la división dedicada a selección y contratación de personal), hace una valoración positiva de los datos: “Es una gran noticia para nuestro mercado laboral que, a pesar de la incertidumbre económica y las modificaciones introducidas por la reforma laboral, la campaña de verano continúe arrojando previsiones tan positivas”.

Por otro lado, los archipiélagos experimentarán las mayores caídas en cuanto a contratación este verano, en concreto, un 19,1% menos en Baleares y un 16,6% en Canarias. Este comportamiento se debe, de nuevo, a la reforma laboral. “Ya que el turismo es muy activo en esas comunidades, en vez de firmar contratos nuevos durante la campaña, se hacen llamamientos a los trabajadores con contrato fijo discontinuo”, explica Valentín Bote, director de Randstad Research. Así, la tasa de contratos nuevos no sube, porque las personas que se incorporan ya tenían una relación laboral con la empresa. Bote puntualiza que este descenso en los contratos “no supone pérdida del dinamismo del sector”.

A falta de saber si las previsiones se cumplen, el mercado laboral firmó en mayo 5 meses de trayectoria ascendiente. Según el ministerio de Trabajo, en el quinto mes del año se incorporaron doscientos nuevos afiliados y la cantidad de ocupación ascendió hasta los veinte con ocho millones. Por su parte, el número de desempleados tocó su nivel más bajo desde dos mil ocho, con dos con setenta y cuatro millones de parados.