Retrato de José Luis Malo de Molina

José Luis Malo de Molina, un destacado economista español, falleció a los 73 años dejando un legado imborrable en el ámbito financiero. Durante su extensa trayectoria como director general del Servicio de Estudios del Banco de España, entre 1992 y 2015, Malo de Molina impactó profundamente en la economía española, convirtiéndose en uno de sus mayores expertos.

Desde su posición en el Banco de España, Malo de Molina lideró una etapa de transformación económica en España, destacándose por su profundo conocimiento y su habilidad para comunicar de manera clara y ecuánime. Sus presentaciones eran tan elogiadas que, en una ocasión, un representante del FMI bromeó diciendo que Malo de Molina les había facilitado la redacción del informe final antes de tiempo.

Bajo la influencia de Ángel Rojo, su mentor, Malo de Molina buscó combinar el análisis profundo con la prudencia en sus comunicaciones públicas. Alertaba sobre los desequilibrios económicos de España, como el exceso de endeudamiento privado o la sobrevaloración inmobiliaria, manteniendo la confianza en su resolución ordenada, aun en momentos de complacencia generalizada.

A nivel personal, Malo de Molina era cálido y familiar, pero en lo profesional destacaba por su exigencia y franqueza. Su independencia en los debates técnicos, junto con sus posturas ortodoxas en política económica, lo distinguieron en el ámbito político. A pesar de no aspirar a cargos como gobernador o subgobernador, su legado perdura en la formación de economistas y profesionales del sector financiero.

Su partida deja un vacío en la comunidad económica, pero su contribución perdurará en el recuerdo de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado. José Luis Malo de Molina deja un legado imborrable en la economía española, inspirando a futuras generaciones de economistas.

Mercedes Cruz Ocaña