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La multinacional española Iberdrola ha lanzado una oferta de 2.280 millones de euros para adquirir el 18,4% restante de su filial estadounidense Avangrid, que actualmente no controla. Esta operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Avangrid que posean la mayoría de las acciones emitidas y en circulación que no estén en manos de Iberdrola. La empresa española ya posee el 81,6% de Avangrid, mientras que el resto pertenece a otros inversores como el fondo soberano de Qatar y gestoras estadounidenses.

Iberdrola ha destacado que esta propuesta forma parte de su estrategia de expansión e inversión en mercados con fuerte calificación crediticia y alto potencial para el negocio de redes. Aunque la compañía no ha confirmado si planea excluir de cotización a su filial estadounidense, que ha experimentado una caída en bolsa del 17% en el último año.

La oferta de Iberdrola llega en un momento clave, justo antes de su día del inversor en el que presentará los planes de inversión a futuro. Esta movida se da dos meses después de que fracasara la adquisición de PNM Resources en EE UU debido a impedimentos legales y regulatorios. Tras este revés, Avangrid enfocó sus esfuerzos en otros proyectos de crecimiento en el sector energético.

La consolidación de la posición de Iberdrola en el mercado estadounidense fortalecería su presencia en uno de los mercados más atractivos para las empresas de energía europeas, especialmente por los incentivos a las energías renovables que ofrece la legislación vigente. A pesar de esto, la deuda neta de Iberdrola ha ido en aumento en la última década, alcanzando casi 48.000 millones de euros, a pesar de un período de inversión intensiva y crecimiento en beneficios.

Mercedes Cruz Ocaña