Meyer fue designado presidente en octubre de 2022 con el objetivo de liderar una nueva etapa en la dirección de la empresa. Sin embargo, su dimisión por motivos personales y de salud llegó apenas cuatro meses después, siendo reemplazado por Thomas Glanzmann, quien percibió 1,9 millones de euros por su gestión.
El informe de remuneraciones revela que la compensación de cinco millones de euros para Meyer no fue otorgada por la matriz, Grifols SA, sino por una de sus filiales, Grifols Shared Services North America, donde también ocupaba la presidencia. En paralelo, Raimon Grífols y Víctor Grífols Deu, que ejercieron como consejeros delegados, vieron aumentados sus ingresos notablemente, principalmente debido a incrementos en sus bonificaciones a corto plazo.
Además, se informa que los tres consejeros ejecutivos recibieron un bono adicional en el primer trimestre de 2024. Glanzmann obtuvo 832.000 euros más, mientras que Raimon y Víctor Grífols sumaron 760.000 euros cada uno.
Tras el escándalo generado por el informe de Gotham City, Raimon y Victor Grífols renunciaron a todas sus funciones ejecutivas en enero y pasaron a ser consejeros dominicales. Asimismo, la compañía designó a Nacho Nabia como consejero delegado para afrontar los desafíos actuales.
Es importante mencionar que Grifols ha sido acusada de prácticas cuestionables, como supuestas manipulaciones contables para alterar sus indicadores financieros y problemas en su Gobierno Corporativo, según señalamientos de Gotham City.
Cabe destacar la figura de Tomás Dagá, consejero externo de la empresa, cuyos servicios como asesor legal son prestados a través del despacho de abogados Osborne Clarke, recibiendo una compensación anual de 100.000 euros por este concepto.