El banco estadounidense First Republic estuvo contra las cuerdas en la crisis bancaria de marzo. En un solo trimestre, los clientes del servicio retiraron el cincuenta y ocho% de los depósitos, ciento dos mil millones de dólares estadounidenses (unos noventa y dos millones de euros) de los ciento setenta y seis mil cuatrocientos millones de dólares estadounidenses que tenían en la entidad en el último mes del año de dos mil veintidos. El banco ha puesto en marcha un plan de ajuste que va a suponer el despido del veinte% al veinticinco% de la plantilla de unos siete mil doscientos empleados y recortes en la remuneración de sus directivos, conforme han anunciado sus directivos en una llamada a analistas.
El banco con sede en San Francisco se vio contagiado por la caída de Silicon Valley Bank (SVB) y de Signature Bank. First Republic es el banco que más se parecía al SVB. Admite que padeció una fuga de depósitos “sin precedentes”. Contuvo la crisis merced a que las grandes entidades estadounidenses, dirigidas por JP Morgan, le salvaron con treinta millones de dólares estadounidenses en depósitos, con lo que terminó el trimestre con ciento cuatro mil cuatrocientos setenta y cuatro millones. Tuvo que buscar además de esto otras vías para fortalecer la liquidez, incluyendo la apelación a la Reserva Federal.
La estabilización del First Republic con esa inyección de depósitos fue clave a fin de que la tormenta financiera no se prosiguiese extendiendo. El banco se ha desplomado en Bolsa, mas ha eludido por el momento la intervención de la entidad por la parte de las autoridades. Ahora trata de salir adelante y recomponer su cómputo y su cuenta de resultados, si bien es pronto para cantar victoria. La cancelación del dividendo y la eliminación del pago de la remuneración a las participaciones preferentes son señales de que el banco prosigue en una situación muy frágil.
Los beneficios de First Republic cayeron un treinta y tres% en el primer trimestre, hasta los doscientos sesenta y nueve millones de dólares estadounidenses, según las cuentas publicadas este lunes al cierre del mercado por la entidad. Sus ingresos asimismo se redujeron. Tras conocerse las cuentas, las acciones de First Republic vuelven a caerse en Bolsa. La cotización se ha hundido un ochenta y nueve% desde inicios de febrero. Este lunes en las horas siguientes al horario frecuente de la sesión volvían a caer hasta un veinte%.
En la conferencia con analistas, en la que los directivos no han aceptado preguntas, Mike Roffler, consejero encargado de First Republic, ha anunciado un plan para subsistir, si bien sea con un menor tamaño: “En primer lugar, nos estamos centrando en aumentar nuestros depósitos. Para ello, nos centramos en los depósitos asegurados de nuevos consumidores, pequeñas empresas y organizaciones sin ánimo de lucro”, ha dicho.
“En segundo lugar, estamos trabajando para reducir nuestros saldos de préstamos para que se correspondan con nuestra menor dependencia de los depósitos no asegurados. Para ello estamos moderando nuestros volúmenes de préstamos y centrándonos en originar préstamos para venderlos en el mercado secundario”, ha añadido. “Con estas medidas, pretendemos reducir el tamaño de nuestro balance, reducir nuestra dependencia de los préstamos a corto plazo y abordar los retos que seguimos afrontando”.
En tercer sitio, Roffler ha anunciado medidas para recortar significativamente los gastos, en consonancia con la meta de reducir el tamaño del cómputo. “Las medidas en curso incluyen reducciones significativas de la remuneración de los directivos, la condensación del espacio de oficinas corporativas en nuestros mercados y la reducción de proyectos y actividades no esenciales”, ha explicado. “Esperamos reducir el tamaño de nuestra plantilla aproximadamente entre un 20 y un 25% durante el segundo trimestre. Será una decisión increíblemente difícil de tomar y nos comprometemos a hacerlo con respeto y atención a nuestros colegas”, ha añadido.
Junto a ello, el banco estudia “alternativas estratégicas” que no ha explicitado y que podrían entender una venta o inyección de capital.
El banco asegura que la actividad de depósitos empezó a estabilizarse desde la semana del veintisiete de marzo de dos mil veintitres, y se ha mantenido estable hasta el viernes veintiuno de abril de dos mil veintitres. “Los depósitos totales ascendían a ciento dos mil setecientos millones de dólares estadounidenses a veintiuno de abril de dos mil veintitres, solo un uno con siete% menos que el treinta y uno de marzo de 2023″, señala. También reconoce que su situación de efectivo ha pasado de los treinta y cuatro millones de dólares estadounidenses de mediados de marzo a los presentes diez millones de dólares estadounidenses.
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