Ante la escasez de puntos de acceso en el mallado eléctrico español, las empresas del sector energético están desarrollando estrategias creativas para llevar a cabo sus proyectos renovables. Una de estas soluciones innovadoras es la hibridación de tecnologías tan dispares como la fotovoltaica y las centrales de gas, convirtiéndolas en complementarias. Esta nueva tendencia permite aprovechar la infraestructura existente de las centrales de gas, que últimamente funcionan de manera intermitente, para impulsar la energía solar.
Dos grandes eléctricas en la península Ibérica, Engie e Iberdrola, están liderando esta transformación en el sector. Engie ha anunciado una inversión de 100 millones de euros en una planta fotovoltaica de 155 megavatios en Castelnou (Teruel), utilizando la red de su ciclo combinado de 800 MW. Por su parte, Iberdrola tiene en cartera dos proyectos de hibridación de centrales de gas y fotovoltaica en Aceca (Toledo) y en Arcos de la Frontera (Cádiz).
La limitación de accesos a la red eléctrica en España ha impulsado esta tendencia, ya que la hibridación permite promover las energías renovables de forma eficiente. Además, esta estrategia conlleva beneficios como un menor impacto ambiental, un mayor aprovechamiento de fuentes renovables y el apoyo a las comunidades locales que albergan estas instalaciones energéticas.
Ventajas y potencial
Según expertos en el sector energético, la hibridación de ciclos combinados con fotovoltaica ofrece la oportunidad de aumentar la eficiencia de las instalaciones utilizando menos combustible. Esta combinación contribuye a la reducción de emisiones y representa un gran potencial para el sector, especialmente en un contexto donde la obtención de puntos de conexión a la red es cada vez más complicada.
Por otro lado, la hibridación entre ciclos combinados y baterías también se vislumbra como una solución prometedora. Las baterías permiten almacenar energía y utilizarla en momentos de alta demanda o cuando las fuentes renovables no están generando electricidad. Esta innovación ayuda a optimizar el rendimiento de la red eléctrica y a evitar costes elevados asociados al uso constante de ciclos combinados.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los beneficios evidentes de la hibridación, existen desafíos a superar, como la disponibilidad de terrenos adecuados para la instalación de paneles solares en zonas próximas a las centrales de gas. Además, la diferenciación entre las zonas con buen recurso solar y aquellas donde el recurso es limitado plantea retos a la expansión de esta nueva modalidad.
En definitiva, la combinación de tecnologías como la fotovoltaica y las centrales de gas abre un abanico de posibilidades para el sector energético, permitiendo una transición hacia un modelo más sostenible y eficiente en un contexto de limitaciones en la red eléctrica y demanda creciente de energías limpias.