Estados Unidos presentó este martes una demanda contra Amazon por prácticas ejercer monopolísticas dirigidas a “inflar los precios, degradar la calidad y hurtar la innovación a consumidores y negocios”.
La Comisión Federal de Comercio (FTC son sus iniciales en inglés), al lado de diecisiete fiscales generales estatales, acusa a Amazon de “impedir que sus rivales bajen los precios, de degradar la calidad para sus clientes, cobrar de más a los vendedores, poner trabas a la innovación e impedir que los rivales compitan de manera justa”. La demanda, que estima que unos cien millones de compradores han resultado perjudicados, fija el perjuicio por esas prácticas en cientos y cientos de millones de dólares americanos al año. “Pocas veces en la historia”, sentencia un comunicado de la FTC, “la ley antimonopolio se ha empleado con el potencial que tiene este caso de hacer tanto bien a tanta gente.
Cabe interpretar esta acción legal dentro de la ofensiva de la Administración de Biden para acotar el poder de las grandes tecnológicas estadounidenses. Otras causas abiertas han tenido como objetivo a Google o Microsoft, en su intento de compra de la compañía de videojuegos Activision.
“Nuestra denuncia expone cómo Amazon ha empleado un conjunto de tácticas punitivas y coercitivas para mantener ilegalmente sus monopolios”, afirmó la presidente de la FTC, Lina M. Khan, que ha probados ser el azote de Silicon Valley desde la Administración, en la nota mandada por la comisión. “La demanda presenta acusaciones detalladas que señalan cómo Amazon explota su poder de monopolio para enriquecerse mientras aumenta los precios y degrada el servicio para las decenas de millones de familias estadounidenses que compran en su plataforma y los cientos de miles de empresas que dependen de Amazon para su negocio. La demanda de hoy busca responsabilizar a Amazon por estas prácticas monopolísticas y restaurar la promesa perdida de una competencia libre y justa”.
Las tácticas denunciadas por Khan incluyen, entre otras muchas, “medidas antidescuentos que castigan a los vendedores y disuaden a otros minoristas de ofrecer precios más bajos que Amazon”. Entre esos trucos para minar el alcance de la competencia figura la humillación del vendedor que ofrece mejores ofertas que la multinacional al poner tan abajo en los resultados de la búsqueda que en la práctica se vuelven invisibles. También se acusa a Amazon de poner escollos a las compañías a fin de que puedan beneficiarse de la pertenencia al club “Prime” para sus productos, que deja envíos gratis.
Según la demanda, Amazon asimismo daña a la competencia al demandar a los vendedores de su plataforma que utilicen sus servicios logísticos internos o al obligarles a que vendan sus productos a costes más bajos en la web fundada por Jeff Bezos que en otro sitio de la web, práctica que ya fue objeto de una demanda separada presentada por el fiscal general de California el año pasado.
Los estados sumados al caso son Connecticut, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Nevada, Nueva York, Oklahoma, Oregón, Pensilvania, Rhode Island y Wisconsin.
Khan ha hecho del escrutinio a Amazon una de sus cruzadas desde mucho ya antes de incorporarse a la Administración estadounidense. En dos mil diecisiete, firmó un influyente artículo legal que denunciaba las ansias de monopolio de la compañía en Estados Unidos. Después, como una parte de una investigación del Congreso sobre los presuntos abusos de la industria de la tecnología, trabajó en un informe de cuatrocientos cincuenta páginas sobre de qué forma la avaricia por supervisar el mercado de Amazon, Apple, Google y Meta habían “obstaculizado la innovación, reducido las opciones de los consumidores y debilitado la democracia”.
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