El sistema de financiación actual está en el punto de mira en Cataluña, donde una veintena de instituciones encabezadas por la Cámara de Comercio de Barcelona, Foment del Treball y Pimec, entre otras, han hecho un llamado urgente a su reforma. Estas entidades consideran que el modelo vigente obstaculiza el progreso económico no solo de Cataluña, sino de varias comunidades autónomas en España.
La reciente presión ejercida coincide con las negociaciones entre ERC y el PSC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Según un comunicado emitido por las 20 entidades firmantes, se espera que estas conversaciones incluyan una mejora en el sistema de financiación, lo cual es recibido con optimismo. Se insta a aprovechar esta situación para alcanzar acuerdos y soluciones beneficiosas para todos los involucrados.
Las entidades empresariales catalanas buscan un consenso amplio que garantice una reforma ambiciosa en el modelo de financiación. Los principios básicos que promueven incluyen la autonomía financiera de los territorios, una mejor gestión tributaria y el respeto a la igualdad en la redistribución de recursos entre las comunidades autónomas.
Dentro de las propuestas planteadas se encuentra la actualización del sistema de reparto de recursos, un modelo similar al estadounidense con mayor control autonómico sobre los recursos, y una opción más cercana a Cataluña que se asemeja al concierto vasco con una asignación adicional de recursos para las regiones más necesitadas.
El mundo empresarial catalán ha expresado su escepticismo ante el cumplimiento de los acuerdos políticos, haciendo hincapié en la importancia de que los compromisos sean respetados. Se destaca la necesidad de que los compromisos de inversión acordados para Cataluña se lleven a cabo, recordando el incumplimiento en años anteriores de la disposición adicional tercera del Estatuto.