Amazon ya no pita tanto. Los estudiantes de las escuelas de negocios han dejado de hacer enormes colas para procurar trabajar en la compañía dirigida por Jeff Bezos cuando sus reclutadores asisten a pescar personal en ellas. También queda atrás la fiebre por fichar en las filas de Google, Microsoft, Facebook (hoy Meta) o Apple (si bien los MBA recién graduados jamás se han dado tantos codazos por ellas para ser contratados por Amazon, cuya oferta de puestos, además de esto, siempre y en toda circunstancia ha sido superior). Las compañías que responden al acrónimo GAFAM pagan el costo de la avalancha de despidos que han protagonizado en su imagen como empleadoras.
Entres dos mil veintidos y dos mil veintitres los recortes se han llevado por delante doscientos trabajos mientras que las ventajas de estas multinacionales tecnológicas subían. Aunque el personal estadounidense haya sido el más perjudicado por los despidos, en España (donde sus plantillas son pequeñas, excepto la de Amazon, que es de veintidos empleados), su actuación no ha sentado nada bien entre los estudiantes y futuros aspirantes a engrosar su personal: “Los despidos me ahuyentaron del proceso de selección de Google, a mí y a mi grupo, al que la multinacional contactó para entrevistarnos. Yo no me decanté por la compañía debido a sus largos procesos de selección y unas expectativas salariales con las que no me vi muy recompensado, ya que en estas empresas se trabaja muchas horas y es complicado que te reconozcan el mérito. Son menos gratificantes que una empresa más pequeña”, esgrime Diego Álvarez, de veintisiete años, que estudia un máster de Marketing Digital en ESIC Business & Marketing School.
El estudiante considera que tanto para él para muchos de sus compañeros de generación el reconocimiento de los logros es un tema trascendental, igual que la motivación con el proyecto que se está abordando. Y eso es más simple de encontrar en una firma de menor tamaño, que ahora están en el blanco de sus preferencias.
Las escuelas de negocios explican que al lado de las menores ganas de los pupilos por unirse a las plantillas de las big tech asimismo se está generando una menor oferta de puestos por la parte de estas empresas. Según InfoJobs, las ofertas de trabajo del ámbito han caído en conjunto algo más de un 1% con respecto al año pasado. “Amazon contrató muchísimo por el aumento de la demanda tras la covid y el teletrabajo, que pensaban que se iba a mantener. Pero ahora ha despedido a mucha gente y ha ralentizado mucho la contratación. Ya no es un top recruiter para las escuelas de negocios”, asegura Patrik Wallen, directivo del Centro de Desarrollo de Carrera de IESE Business School.
Los datos de Job Market Insights, plataforma que usa big data para examinar las ofertas de trabajo que se mueven en el mercado, confirman que las ofertas de Amazon se han reducido a la mitad con respecto a dos mil veintidos. Si bien fuentes de la compañía aseguran que prosiguen contratando, que han abierto dos centros logísticos este año en Zaragoza y Figueres (Girona), y que sostienen su compromiso de llegar a veinticinco empleados en dos mil veinticinco. Eso sí, no afirman cuál es su plantilla actual; solo que a cierre de dos mil veintidos eran veintidos empleados.
Tras la ola de despidos, los pupilos MBA fichados por empresas tecnológicas se han recortado prácticamente a la mitad, explica Wallen, del dieciocho% de dos mil veintidos al diez% del año en curso. Y es la asesoría el ámbito que se favorece de este cambio. El trasvase de pupilos ha ido del treinta y tres% al cincuenta% del total, animado sobre todo por la asesoría estratégica y esencialmente por las ofertas que llegan de McKinsey, Boston Consulting Group, AT Kearney y Bain para Dubái, “que son muy atractivas porque ofrecen salarios muy competitivos y libres de impuestos”.
La asesoría se lleva la palma. Las ofertas de trabajo han crecido un tres con seis% en lo que va de año en las Big Four, conforme InfoJobs. Con su especialización, el interés de los estudiantes por trabajar en proyectos tecnológicos en este ámbito es enorme, mantiene María Obiols, directiva del Servicio de Carreras de Esade Business & Law School, que aprecia que los pupilos a quienes atraen las grandes empresas tecnológicas ahora están virando además de esto cara otros campos de mayor impacto social. “Les interesa la sostenibilidad, la inteligencia artificial…, cuestiones que antes solo ofrecían las empresas como Amazon y que ahora ofrecen start-ups u otras organizaciones de menor tamaño”, añade.
“Las tecnológicas siguen reclutando a nuestros alumnos, aunque su porcentaje de contrataciones ha caído sobre el total. Sus despidos en España no han sido tan exagerados como en Estados Unidos y lo que han hecho es desprenderse de personal veterano en puestos internacionales, pero no del personal de base”, afirma Nacho de Pinedo, consejero encargado de ISDI, que asegura que los fichajes en nuestros días suben primordialmente en las consultoras (“solo Accenture contrata más que todas las tecnológicas juntas, que siempre han sido muy pequeñas en España”), las compañías de recursos de consumo, los bancos y las constructoras. Se han diversificado las ofertas y, aparte de grandes compañías, ganan fuerza las medianas, conforme De Pinedo.
Nuevo paradigma
Porque el paradigma de las nuevas generaciones ha alterado. “Los jóvenes valoran cada día más a las compañías comprometidas con sus trabajadores (en cuanto a conciliación, trabajo por objetivos, libertad y autonomía en el trabajo) y con la sociedad en su conjunto (ESG), algo de lo que las empresas deberían estar concienciadas y más aún si quieren resultar atractivas para ellos. A menudo, a las empresas de menor tamaño les resulta más fácil adecuarse al entorno, y son más veloces y ágiles”, explica Raúl González Martín, directivo de la Unidad de Desarrollo Profesional de ESIC.
De Pinedo piensa que lo que procuran los jóvenes aspirantes en las compañías es buen proyecto, que les deje conciliar con su vida personal, en una compañía con propósito donde su trabajo tenga impacto. “Es por esas cosas por las que preguntan los alumnos, sobre todo cuanto más jóvenes son. Ya no eligen a las empresas por un tema transaccional, de dinero o de desarrollo de carrera, sino porque sea una firma responsable, tenga buen ambiente de trabajo y cubra sus necesidades de teletrabajo y días libres”, sigue el encargado de ISDI.
Las compañías se ponen las pilas para contestar a todo ello. Para volverse sensuales a los ojos de sus aspirantes.