Hay países cuyas economías hace ya un tiempo que pasaron la página de la pandemia: el PIB de Estados Unidos, por servirnos de un ejemplo, cerró el segundo trimestre un seis con dos% por sobre los umbrales precedentes al virus. Otros, en cambio, recorren considerablemente más atrasados, como el Reino Unido del Brexit y la inflación desbocada, que aún no ha regresado a ese nivel de actividad 3 años y medio después, si bien solo le faltan dos décimas para llegar. En un tercer conjunto, el de los que apenas terminan de llevar sus números a esa simbólica altura prepandémica, está España, 4 décimas por encima a fines de junio. Así lo muestran los datos publicados este lunes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que recoge un desarrollo conjunto de 4 décimas en el segundo trimestre, una menos que en los 3 primeros meses del año. “Esto amplía el patrón constante de crecimiento moderado observado desde el primer trimestre de 2022″, afirma la entidad.
La frase muestra el momento incierto que vive la economía global: los furiosos rebotes pospandémicos ya pasaron, la inflación aprieta algo menos gracias al enorme ejercicio de adaptación de Occidente para reducir la dependencia energética de Rusia, pero sigue obstaculizando el paso de oxígeno, como los altos tipos de interés para los hogares que dependen de la financiación para adquirir una vivienda o pagar las deudas de la que compraron. Resulta complicado predecir qué será lo siguiente: si un periodo prolongado de bajo crecimiento, una recesión por el endurecimiento excesivo de la política monetaria por los bancos centrales y el preocupante parón chino, o un nuevo auge a lomos de la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico.
La OCDE, en este caso, no ofrece pistas, porque presenta una fotografía de lo ocurrido en el pasado reciente. Sobre España, dice esto: “España, el país de la OCDE más severamente impactado por la pandemia (con una contracción del PIB del 11,3% en 2020), superó sus niveles prepandemia por primera vez en el segundo trimestre por cuatro décimas”. Eso la ubica bajo la media tanto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que está un cinco con uno% por encima, como de la zona euro, un dos con siete% más arriba.
Al examinar lo ocurrido en los países ricos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos advierte contrastes. Un buen comportamiento de la economía nipona merced al incremento de las exportaciones y la caída de sus importaciones (+1,5% de mejora del PIB, acelerando desde el cero con nueve% del primero). Y de la francesa, asimismo animada por su balanza comercial (cero con cinco% de avance del PIB frente al cero con uno% precedente). Aceptable en Estados Unidos (cero con seis% vs cero con cinco%) y el Reino Unido (cero con dos% vs cero con uno%), donde el incremento del gasto público y privado fue el factor definitivo, mas sin demasiados motivos para tirar cohetes, puesto que se sostiene al lado de la República Checa como el único país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos que no ha recuperado el nivel prepandemia. Malo sin paliativos en Italia (-cero con tres% en frente de un desarrollo de 6 décimas en el primer trimestre), flojo en Canadá (cero con tres% vs cero con ocho%), y sin levantar cabeza en Alemania, atascada tras haberse contraído en los dos trimestres precedentes, cuando entró en una recesión técnica de la que ahora escapa por la mínima, con su potente campo exportador atravesando una ráfaga negativa, en una parte por los menores pedidos desde China.
El organismo asimismo hace una aproximación a lo que ocurre en los países más próximos geográficamente a Ucrania, devastada por la guerra. Y los datos muestran que no se mueven de forma homogénea: mientras que Lituania medró en el segundo trimestre un robusto dos con ocho% tras un mal primer trimestre donde cayó un dos con uno%, en Polonia sucedió lo opuesto, con un descenso del PIB del tres con siete%, prácticamente lo mismo que medró en el primero. Hungría prosigue sumida en la recesión con una caída de 3 décimas de su economía, el cuarto trimestre sucesivo de bajadas.
Si se observan solamente los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Irlanda (tres con tres%), Eslovenia (uno con cuatro%) y Costa Rica (uno con tres%), son los que más medran. Y los que menos son Polonia (-tres con siete%), Suecia (-uno con cinco%) y Colombia (-1%).