CYVES
A pesar de la caída de la inversión inmobiliaria, las Sociedades Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (socimis) continúan en auge en España. El año pasado se crearon nueve nuevas socimis, mostrando un incremento significativo en comparación con el año anterior. Esta tendencia ha despertado el interés de inversores tanto nacionales como extranjeros en busca de las ventajas fiscales que ofrecen estas estructuras empresariales.
Las socimis, surgidas en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, adquirieron mayor relevancia durante la presidencia de Mariano Rajoy, gracias a un régimen fiscal favorable que les permite tributar al 0% en el impuesto de sociedades. A cambio, deben repartir la totalidad de sus dividendos entre los accionistas, quienes sí tributan por dichos ingresos.
España se ha convertido en el país europeo con el mayor número de socimis, superando a grandes potencias como Estados Unidos y Brasil en este tipo de empresas. A pesar de esta cantidad, la capitalización bursátil de las socimis españolas se ha visto superada por la de otros países, a pesar de contar con empresas como Merlin y Colonial cotizadas en el Ibex 35.
La diversificación de los mercados bursátiles ha sido fundamental en el crecimiento de las socimis, permitiendo la aparición de compañías de menor tamaño. Este escenario ha generado un aumento en la demanda, atrayendo tanto a familias ricas con un patrimonio considerable como a inversores internacionales interesados en adquirir activos inmobiliarios en zonas turísticas exclusivas.
Para las empresas familiares, la socimi representa una oportunidad para reforzar la exención del impuesto de patrimonio, ofreciendo una capa adicional de protección en un entorno fiscal cada vez más exigente. Por otro lado, los inversores extranjeros pueden beneficiarse de ventajas fiscales al adquirir propiedades en España a través de socimis, lo que les permite obtener bonificaciones significativas en impuestos como el de transmisiones patrimoniales.
En conclusión, el auge de las socimis en España representa una oportunidad tanto para inversores locales como internacionales, quienes encuentran en estas estructuras una combinación única de beneficios fiscales, transparencia y rigurosidad en la gestión, impulsando así el crecimiento y la diversificación del mercado inmobiliario en el país.
