Turistas en las llegadas de la Terminal 1 del Aeropuerto Josep Tarradellas El Prat de Barcelona.
Turistas en las llegadas de la Terminal 1 del Aeropuerto Josep Tarradellas El Prat de Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI

El discute sobre la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat lleva años sobre la mesa política: unas obras en el aeródromo que empresarios y el campo de la aviación consideran indispensables a fin de que este sea competitivo, mas que han enfrentado a partidos, alcaldes y entidades ecologistas. A la espera de que el proyecto se desencalle en la mesa técnica, la directiva del aeropuerto barcelonés, Eva Valenzuela, ha recordado este martes que la instalación trabaja ya cerca del límite de su capacidad en lo que se refiere a vuelos internacionales, que son los que se quieren atraer con la ampliación. “En 2023 se habrán operado 50 rutas internacionales, tres más que en 2019, y nos consta que hay muchos contactos para que haya más próximamente. Esto nos hace pensar que en breve podemos llegar a la máxima capacidad intercontinental que podemos tener en la situación actual”, ha expresado Valenzuela en un acto informativo en el que ha detallado las cantidades de noviembre: este mes, con tres con ocho millones de pasajeros, es el primero en el que se superan las cantidades prepandemia, si bien el aeropuerto va a cerrar el año aún bajo el volumen histórico de dos mil diecinueve, que fue de cincuenta y dos,6 millones de viajantes.

El límite de la capacidad de sendas intercontinentales debe ver con el uso que se hace de la pista larga en El Prat, ya que en los vuelos de largo radio los aeroplanos llevan más comburente y en consecuencia más peso, y precisan más metros de pista para despegar y aterrizar. Esto implica que mientras que estos aeroplanos utilizan la pista, otros no pueden hacerlo. El límite teorético para el aeropuerto de El Prat es de cincuenta y cinco sendas intercontinentales (treinta y tres para la T1 y veintidos para la T2). Pero cálculo, como ha explicado Valenzuela, puede superarse si acrecienta la capacidad de los aeroplanos o si se medra más en las horas vales. En dos mil diecisiete, por poner un ejemplo, la T2 operó treinta y tres sendas internacionales (se cuentan como tal los destinos intercontinentales que tengan más de cuatro mil quinientos pasajeros), superando por mucho su límite teorético. “Por lo tanto, todavía hay margen, no podemos decir cuál es el momento o el número de rutas que será realmente el máximo, porque depende. Pero sí que nos hace pensar que si queremos más rutas intercontinentales nos tendremos que adaptar”, ha dicho la directiva del aeropuerto.

Tras aportar esta cantidad sobre la capacidad del aeropuerto, un punto clave para el discute sobre su ampliación, Valenzuela ha señalado que el operador aeroportuario Aena “tiene un absoluto respeto por todas las instituciones y por la mesa que se ha decidido convocar para abordar este tema”. “Estamos en total disposición para aportar conocimientos y lo que haga falta a la mesa”, ha apuntado. Aena demandó hace un par de años que se incluyera el proyecto de ampliación en el plan directivo (DORA), mas fracasó tras el choque entre la Generalitat y el Estado, aparte de por las demandas por la parte de las entidades ecologistas de que el proyecto afectaba a una zona protegida por la red europea Natura dos mil. La tensión política se ha ido aliviando, y han surgido múltiples propuestas de ampliación, mas Valenzuela ha remarcado que se va “muy justo” a fin de que las inversiones se efectúen en el presente plan directivo, mas que sí que hay margen para incluirlo en el próximo, que comienza en dos mil veintiseis.

El discute sobre la ampliación del aeropuerto tiene sitio en un contexto en el que aún no se ha recuperado la afluencia de viajantes de ya antes de la pandemia. El Prat prevé cerrar el año con unos cincuenta y dos millones de pasajeros, aún bajo lo que se registró en dos mil diecinueve. Pero este mes de noviembre ha sido el primero en el que ya se han superado la cantidad de viajantes respecto al mismo mes del año ya antes de la pandemia. Los tres con ocho millones de pasajeros en el mes de noviembre son un dieciocho con uno% más que exactamente el mismo mes de dos mil veintidos, y un cuatro con tres% respecto a noviembre de dos mil diecinueve. En operaciones asimismo se ha superado, con veinticinco y ciento sesenta y nueve operaciones, un cero con nueve% más que hace 4 años. Valenzuela lo ha atribuido a una “demanda muy robusta”, que hace que la ocupación de los aeroplanos sea asimismo mayor, y ha explicado que ciertas compañías que de forma tradicional eran estacionales y se centraban en verano, han ampliado sus operaciones en los meses siguientes. En el amontonado del año, sin embargo, el aeropuerto de El Prat está un seis con uno% bajo dos mil diecinueve en lo que se refiere a pasajeros, al tiempo que la media de los aeropuertos de Aena es un dos con tres% por encima.

Nuevos filtros de seguridad

Valenzuela ha señalado que este desarrollo se debe asimismo a las mejoras e inversiones efectuadas, cuyo valor entre dos mil diecisiete y dos mil veintitres ha cifrado en cuatrocientos millones. Ha señalado la renovación de pasarelas y operativos de equipaje, renovación de espacios de facturación, y modernización de los filtros de seguridad. Entre las actuaciones que están por venir está la instalación de nuevas máquinas de filtros de seguridad, que dejarán no tener que sacar de la maleta los aparatos electrónicos o los líquidos. Estas máquinas se comenzarán a instalar en la T2 ya antes de verano, y después en la T1.

En paralelo, el aeropuerto vive dos enfrentamientos laborales. Uno reventó este fin de semana por la riña multitudinaria entre personas que se dedican a embalar maletas de forma irregular, y que acabó con 4 detenidos. La directiva del aeropuerto ha explicado que este verano se volvió a licitar el servicio oficial de embaladores, una concesión que había quedado vacía, y que espera que va a estar en funcionamiento “en las próximas semanas”. El otro enfrentamiento es el de los trabajadores de tierra de Iberia, que están a la espera de ser subrogados una vez que esta compañía perdiera la licencia para ejercer las funciones de handling en El Prat. El Tribunal Administrativo Central decretó que la reclamación de Iberia contra el concurso no era procedente y en consecuencia ya ha comenzado la firma de contratos con las compañías que ganaron las licencias, y la pretensión de que la transición se complete ya antes del verano. La duda es si las compañías aéreas del conjunto IAG presentes en El Prat (Iberia, Vueling y Level son las primordiales) optarán por abastecerse mismas de este servicio (autohandling) o terminarán contratando el servicio de estas terceras compañías.

Mercedes Cruz Ocaña