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La cotización de la empresa gallega EiDF, que realiza instalaciones de autoconsumo industrial de energía solar, se mantienen congeladas desde que, el pasado viernes, la CNMV tomase la decisión de suspender cautelarmente el intercambio de títulos porque la compañía no formuló el estado de cuentas correspondiente al ejercicio 2022, como obliga la normativa. La empresa lleva desde ese día anunciando un comunicado para aclarar la situación que no llega (la última información es que ese comunicado se enviará a lo largo de este martes), y hace crecer las dudas sobre si puede haber un problema con la auditoría, encargada a PwC. La auditora, por su parte, tampoco ofrece más datos amparándose en la obligación de mantener la confidencialidad con su cliente.

La CNMV ha informado de que no levantará la cotización hasta que la empresa no facilite la información financiera correspondiente a 2022 junto con el visto bueno de la auditora. Independientemente de las explicaciones que ofrezca la empresa al mercado, sus títulos seguirán sin cotizar (*6*), abundan desde el regulador.

Los títulos de EiDF quedaron suspendidos cautelarmente en 29,76 euros y la empresa tiene una capitalización de 1.721 millones de euros después de revalorizarse más de un 600% desde que comenzó a cotizar en la bolsa de los pequeños valores (BME Growth), el 2021. Es la mayor empresa presente en este índice, y en los próximos meses preparaba su salto al mercado continuo, donde tiene un tamaño comparable a NH Hoteles, Almirall, Meliá, Metrovacesa o Prosegur Cash.

La mayor parte de las acciones de EiDF están en manos de su fundador y consejero delegado, Fernando Romero (un 72%) a través de la sociedad Prosol Energía. Le siguen el empresario Alejandro Alorda, vicepresidente de muebles Kettal, que tiene 7,6% a través de Mas Investment y Julio Sergio Palmero con un 6,63%. Palmero era consejero delegado de ODF, empresa que EiDF compró en 2022. Dado su tamaño, es uno de los valores que más liquidez tiene dentro del BME Growth, con un volumen de efectivo de 302 millones de euros y un volumen de acciones negociadas de 18 millones, según los datos de Bolsas y Mercados (BME).

Los inversores que tengan títulos de la compañía y quieran venderlos estarán atrapados hasta que el regulador levante la suspensión cautelar.

EiDF, nacida en 2008, se dedica al diseño, construcción y mantenimiento de pequeñas instalaciones para autoconsumo fotovoltaico para otras industrias (llevan ya más de 3.500 obras y 450 MW instalados). En marzo anunciaron la compra de cinco proyectos para la generación de su propia energía en León y Navarra, con lo que suman (*1*)2,6 GW proyectados en su pipeline. Cuentan con su propia comercializadora de energía limpia, tras la compra en 2022 de las empresas ODF y Nagini.

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Mercedes Cruz Ocaña